Pensaba escribir hoy sobre la hermosa buganvilla que ha florecido en mi azotea contra todo pronóstico, pero la desoladora noticia de esa madre que ayer murió con el corazón destrozado por la muerte de su hijo la noche de Reyes Magos, me lo impiden y me trae a la cabeza estas palabras de Benedicto XVI:
Estoy convencido de que la cuestión de la justicia es el argumento esencial o, en todo caso, el argumento más fuerte en favor de la fe en la vida eterna. La necesidad meramente individual de una satisfacción plena que se nos niega en esta vida, de la inmortalidad del amor que esperamos, es ciertamente un motivo importante para creer que el hombre esté hecho para la eternidad; pero sólo en relación con el reconocimiento de que la injusticia de la historia no puede ser la última palabra en absoluto, llega a ser plenamente convincente la necesidad del retorno de Cristo y de la vida nueva.
No, la injusticia NO ES, no puede ser, la última palabra.
Con Cristo Resucitado estamos confortados en la esperanza.
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