Si cuando tú leas esto
ya me he muerto
(seguro, pues la vida
dura lo que el instante en el que escribo)
piensa que también fui
yo como tú
y como tú pensé
que era la muerte
aquello que le ocurre a los demás
pero ser es capricho
fugaz
como la estrella
que súbito se va
entre la nada y todo
el batir de las alas
de un insecto minúsculo
un parpadeo silente
-estaba, ya no está-
y las letras que escribo
perdurarán más tiempo
que el pálpito cálido
que me habita
y aunque llenas de oxido
ahí estarán escritas
en papel polvoriento
o en un archivo viejo de un pc.
y yo ya me habré ido
y tu estarás
escuchando los ecos
de una tarde soleada
que se fue
de un latido lejano
que cesó.