lunes, 29 de octubre de 2012

Tempus fugit

Si cuando tú leas esto
ya me he muerto
(seguro, pues la vida
dura lo que el instante en el que escribo)
piensa que también fui 
yo como tú

y como tú pensé
que era la muerte
aquello que le ocurre a los demás

pero ser es capricho
fugaz
como la estrella
que súbito se va

entre la nada y todo
el batir de las alas
de un insecto minúsculo
un parpadeo silente
-estaba, ya no está-

y las letras que escribo
perdurarán más tiempo
que el pálpito cálido
que me habita

y aunque llenas de oxido
ahí estarán escritas
en papel polvoriento
o en un archivo viejo de un pc.

y yo ya me habré ido
y tu estarás
escuchando los ecos
de una tarde soleada
que se fue
de un latido lejano
que cesó.

Mi hermana pequeña

Es joven y muy guapa, mi hermana Pilar, la menor de los cinco,  y como siempre la que mejor se lo monta. Desde pequeña nos hemos reído con ella a carcajadas, y así sigue.
Ayer llegó de Roma. ¡Lo bien que se lo había pasado!  Y me contaba cómo  disfrutaba cogida de las manos de Benedicto XVI. Ella y otras de su grupo veían como al Papa le temblaban los hombros de la risa. Es que somos como niñas, se excusaban. Todos somos como niños les respondía él feliz.
Mi hermana es monja de clausura y ha estado en Roma los tres últimos años en un pequeño convento que hay en los jardines vaticanos. La semana pasada se despedían del Papa tras el ángelus del domingo, en su apartamento privado. Ya regresó a Sevilla.
Ayer la vi tras las rejas.
Como siempre, muerta de risa, es la que mejor se lo monta.

viernes, 26 de octubre de 2012

THAIS

Ayer fué el estreno de Thaís de Massenetet en el Teatro Maestranza.
Brillante representación en todos los sentidos.
Un acierto el trabajo de la escenógrafa Nicola Raab y el traslado al decandentismo propio de la época en que se compuso. http://www.diariodesevilla.es/ocio/article/galeria/1382642/thais/imagenes.html

Las voces magníficas: Plácido Domingo, un lujo que vuelva a Sevilla, en su papel de barítono justifica su merecida fama y Nino Machaidze tiene una voz clara, cálida y untuosa que llena el teatro y fascina cada vez que sale a escena, además es guapísima (lo de las sopranos sistemáticamente gordas parece que, afortunadamente, pasó a mejor vida) y otorga verosimilitud a su personaje. La orquesta bajo la dirección de Halffter sonó maravillosamente, cuidando todos los matices, sin caer en la blandenguería dulzona.

El día anterior presentamos la ópera (una especie de mesa redonda) en el propio Teatro, Pedro Halffter y yo. A pesar de las críticas de música meliflua y facilona, el maestro confirmaba la dificultad de llegar a componer eso que parece "tan fácil". Por mi parte realicé un "montaje" con la célebre "meditación" de fondo y unas imágenes de obras plásticas (prerrafaelistas, orientalistas, Ingrés y todo eso) que se relacionaban con el esteticismo propio de la época y música de Massenet, a la vez que reflexionaba sobre esa lucha entre materia y espíritu que se plasma en el argumento y el carpe diem que preconiza la perdida Tahis del primer acto.

Aquí dejo la bellísima meditación del segundo acto, que no por ser muy conocida deja de ser impactante.
http://www.youtube.com/watch?v=LasbhkKzfOo&feature=related

martes, 23 de octubre de 2012

Niebla en Portugal

Cuando llegué el pasado viernes a Alcoutín para una ponencia, el pequeño pueblo portugués estaba rodeado de niebla y encima, conocedor de que llevan una hora de diferencia llegué, equivocadamente, una hora… ¡antes! (que sumaban dos).
Tan temprano, el castillo, donde se celebraban las jornadas,  en lo alto vacío, todo gris, ni un alma... ¿Dónde está el pintoresco  pueblo que me dijeron? ¿Donde el rio que lo cruza? Incomunicado, el móvil no tenía cobertura fuera de España, ni internet. La pequeña iglesia encalada cerrada a cal y canto, los cafés con las sillas apiladas aún. Todo gris, húmedo y brumoso.
Yo sabía, porque me lo habían dicho, que tras la espesa niebla había un gracioso paisaje, que desde las murallas debería verse el pueblo, y las barquitas de colores y España al otro lado.
A mediodía lo comprobé con mis propios ojos. El cielo estaba contento, por limpio y fresco, y lo gritaba al aire azul y a la tierra y al campo y al río y las casitas blancas que se arremolinaban felices en las laderas a ambos lados del agua.

A veces sólo la fe nos salva. Aunque sólo veamos nubes, hay que creer. Tengamos la certeza entonces de que hay una realidad oculta y bella, ahí, muy cerca, que casi podemos tocar y que veremos tal cual es cuando se disipe la niebla

lunes, 22 de octubre de 2012

Más simple que un cubo (o que un balón de fútbol)

Me escribe la profesora de Manolo: "le he corregido el control de lengua, no es que lo haya hecho mal pero me ha dejado preocupada. Tenía que completar oraciones con un verbo, una de las oraciones era la siguiente: Los maestros.........  a sus alumnos en el colegio, el verbo correcto era enseñar y el lo ha completado con el verbo PEGAN, no sé porque ha puesto eso...”

He soltado la carcajada cuando lo leía, y es que Manolo no se complica mucho la vida, la respuesta es “gramaticalmente” correcta y punto, no se le ocurriría otra cosa. Él con una pelota en el recreo es feliz. No existe ningún trauma, no…

martes, 16 de octubre de 2012

"Do ut des"

Los hijos son un don, que verdad esta tan certera, que además nos regalan cosas constantemente. Es admirable como nacen con su individualidad propia: Como toda persona, son  irrepetibles, únicos, distintos, y además te transforman para bien. Me he descubierto ilusionado por ver esta tarde ¡un partido de futbol! España-Francia, que a mí me importa- me importaba- lo que se dice un...ardite.
No que estoy descubriendo a la vejez la pasión por el deporte. ¡Quién lo dijera! Pues nada, nada, que esta noche me veo sentado frente a la TV, como uno más de millones de españoles (¡anda ya ese esnobismo de ser diferente!) con una cervecita y  Manolito vestido de colorado, gritando: ¡España, España!

sábado, 13 de octubre de 2012

Sábado de octubre


En la azotea cae la tarde. Desde la plaza llega el acordeón de unos rumanos, con su aire tristón. Reyes y Manolito juegan al futbol  con una pelota de tenis. Las porterías dos macetas . El sol poniente convierte la pantalla en un espejo, donde veo las campanas de la torre y mi imagen fantasma sobre estas letras, con el pelo alborotado y el polo azul. Los demás niños están abajo jugando plácidamente. ¿Plácidamente? Al menos por ahora no escucho gritos, ni llanto. Bendito sea Dios. Los pájaros, que hicieron sus nidos entre los pináculos de la iglesia de piedra, trinan despidiendo al día. Y mi mujer me va contando las reformas que hará en esta, nuestra casa, “cuando tengamos dinero”. La pantalla, claro, me devuelve la sonrisa.

martes, 9 de octubre de 2012

Y vinieron las lluvias...

Nunca me ha gustado el otoño. Qué triste los días cortos, de nuevo el colegio, los deberes, los exámenes, la lluvia, la televisión encendida...
El verano era la libertad, la piscina, las vacaciones larguísimas,  los días eternos, la playa, la falta de horarios, acostarse tarde, levantarse sin prisas, las niñas, los viajes, leer hasta las tantas, montar en bicicleta, el cine de verano…
Eso era antes, ahora me encanta el otoño, este año estoy paladeando, creo que por primera, vez esta estación de paso.
Las vacaciones son cortas, el calor insoportable, los días no se acababan nunca…
¡Vaya resulta que me estoy haciendo viejo! Lo cual no está nada mal, a ver si así me hago más maduro, más reflexivo, más sosegado, más ecuánime, más tolerante, más sereno…como el otoño; con esa luz difusa de los atardeceres, que ahora aprecio como el oro, con los días avaros que invitan al recogimiento. Con la lluvia que serena el ánimo y difumina los perfiles y convierte el paisaje en una acuarela plateada. ¡Qué ganas de quedarse en casa refugiado  en la falda de camilla! ...ver a través de las ventanas la cúpula brumosa entre el humo del puesto de castañas y los adoquines mojados y el chapoteo de los coches al pasar y los faros reflejados en los charcos, en el asfalto brillante, en los escaparates de la noche, y mi libro esperando, y la lamparilla encendida junto al balcón...
Nota: todo esto sólo se hará posible cuando los niños estén acostados  y aún se conserven fuerzas  para seguir despierto. Grado de dificultad: ED (extremadamente difícil)

viernes, 5 de octubre de 2012

Otro juez imbécil

No se pueden hacer juicios de valor, personales, en el cuerpo de una sentencia. Estas deben ser perfectamente asépticas, sin que se note la personalidad de este o aquel juez. Se supone que todos ellos imparten Justicia y que al aplicar las leyes debieran ser intercambiables y llegar a la misma conclusión, unos u otros. Siempre me ha parecido un error nombrar a los jueces por sus nombres cuando se informa sobre una sentencia. Debiera dar igual quién es el juez.
No hay nada mejor para ir destruyendo la justicia que un juez estrella. ¡Pero, ay, España y yo somos así, señora!

jueves, 4 de octubre de 2012

Que nadie se entere

Ilusionadísima a la salida del colegio:

¡Papá, estoy haciendo una estrella y es un secreto, no se puede decir...!
Pero, ¿entonces por qué lo dices?
Porque es un secreto y no se puede decir.
¡Ahh!

miércoles, 3 de octubre de 2012

Revés

Pues no me da la gana
de hundirme.
Con dos dedos
alargo la comisura de los labios
y...sonrío.

lunes, 1 de octubre de 2012

Noche de lunes

Acelerando
vuelvo la esquina con prisas,
me desarma de frente
la Luna llena
¡Que no se abra el semáforo!

Vida retirada

Con cierta envidia, estoy leyendo una compilación de las colaboraciones que Eugenio d'Ors publicaba semanalmente en un periódico en la sección de  "Gran Mundo". Ese sólo nombre lo dice todo. Es de una exquisita e ingeniosa frivolidad.
Digo con cierta envidia porque no acierto a comprender como podía estar en todos lados a la vez: en la inauguración de exposiciones de vanguardia, en la recepción de una embajada, en las aristocráticas fiestas de los dorados palacios madrileños de la belle epoque, entre artistas de prestigio, esquiando en los Alpes... Se carteaba y codeaba con artistas e intelectuales españoles y extranjeros... y además escribía, y bien, y daba conferencias y viajaba por el mundo...
Y yo, mientras parto cebolla en la cocina y me salta en los ojos, mientras le pongo el pijama a los niños y limpio la nariz a la pequeña, pienso en esa vida regalada y hermosa.

En el sofá Pilar se ha dormido, su pie descalzo descansa sobre mis rodillas, le beso la planta y sus dedos, todavía de recién nacido, sobresalen encogidos, como una hilera de garbanzos asustados, (cuando se estilizan, oh, ya dejan de ser bebés), y me cosquillean bajo la nariz. Entonces ni las perlas irisadas de las más bellas damas me enturbian el pecho, ni los dorados techos en jaspes sustentados y todo eso...