viernes, 31 de julio de 2015

Hacia Compostela

Virgen de la Antigua. Catedral. Sevilla
Con la firmeza del granito, como su fe berroqueña, labraron las deliciosas iglesias románicas que jalonan el Camino, las admirables catedrales, los peregrinos de la Edad Media. A ellos me uno.
Desde Conques, Vezelay, Tolouse…(qué nombres tan evocadores) de los confines de Europa iban sencillos y devotos a ganar las indulgencias. Desde Sevilla, soy un peregrino medieval más, como esos cientos de miles de viajeros, que han hollado el camino antes que yo.
Esta mañana, aquí en Sevilla, muy temprano, estaba la Catedral abierta, oscura y solitaria, con las grandes naves altísimas, vislumbrándose misteriosas, desde la calle. He entrado, ante la capilla de la Virgen de la Antigua, bellísimo icono, ante el cual oró Colón antes de su viaje, me he postrado. También en Galicia hay un recuerdo de esta advocación llevada a Monforte por el arzobispo de Sevilla Rodrigo de Castro. Allí he comenzado mi camino.
Es emocionante sentirse heredero de esa larguísima tradición y gastar las suelas en pos del sepulcro del Santo.
Como símbolo de la Gloria que queremos alcanzar, iniciamos el peregrinaje que concluirá en el Pórtico, cuyo umbral traspasaré con veneración, aunque esté cubierto de andamios.
Buenas vacaciones.
¡Ultreia!

miércoles, 29 de julio de 2015

XXI GÜELFOS O LA OSADIA DE PENSAR

Ahora que llegan las vacaciones recomiendo vivamente el libro de Armando Pego Puigbó, XXI Güelfos .
Digo lo de las vacaciones porque es un libro breve, pero muy denso, para leer despacio.
Cavalcanti, (su heterónimo) no es un hombre al uso, es un intelectual, en el buen sentido de la palabra, que piensa por sí mismo, alejado de corrientes de moda, de lo fácil y lo trivial.
Es totalmente heterodoxo, a fuer de ortodoxo. Es un acicate para pensar. Un lujo al alcance de la mano.(Nunca 14 euros pueden dar más de sí) Cada martes el blog Donna mi prega nos remueve de nuestra molicie con el dardo de sus reflexiones.
Esta recopilación es un regalo por aunar en un solo volumen lo lúcido y lo sincero.
Admira la profundidad de cada capítulo. Como la punta de un iceberg, hay que bucear para conocer todo lo que hay debajo, un tesoro de conocimientos que el autor posee y que al lector le incita a descubrir.
Prometo intentarlo este verano, voy a releerlo con pausa.
El que lo logre, será tras la experiencia mucho más sabio y quizás, incluso, mejor persona.

lunes, 27 de julio de 2015

DE LAS INDIAS Y LOS INDIOS Y LA APORTACION DE LA CORONA Y LA IGLESIA ESPAÑOLA A LOS DERECHOS HUMANOS

También mando que en cuanto que el Papa nos concedió las Islas y Tierra Firme del Mar Océano descubiertas y por descubrir [América y las islas cercanas], y como fue mi intención procurar, inducir y atraer a los pueblos que las pueblan a la fe católica, y enviar a las Islas y Tierra Firme prelados y religiosos y clérigos y otras personas doctas... para instruir a los moradores de aquellas tierras en la fe católica, y enseñarles buenas costumbres. A demás suplico al rey mi señor muy afectuosamente, y encargo y mando a la princesa, mi hija, y al príncipe, su marido, que así lo hagan y cumplan, y que esto sea su principal fin y en ello ponga mucha diligencia, y que no consientan ni den lugar a que los indios, vecinos y moradores de las Indias y Tierra Firme, ganadas y por ganar, reciban agravio alguno en sus personas ni bienes, antes al contrario que sean bien y justamente tratados, y si han recibido algún agravio que lo remedien y provean para que no se sobrepase en cosa alguna lo que en las cartas apostólicas de dicha concesión se mandaba y establecía. (testamento de Isabel la Católica)


De los sermones de fray Antonio de Montesinos en Santo Domingo en 1511:

«¿Estos no son hombres? ¿No tienen ánimas racionales? ¿No son obligados a amarlos como a vosotros mismos? ¿Esto no entendéis, esto no sentís? ¿Cómo estáis en tanta profundidad de sueño tan letárgico dormidos?.Las Ordenanzas de Burgos precisaban en su preámbulo que la verdadera justificación de aquel régimen de establecimientos en «bohíos» y encomien-das era la de facilitar la evangelización de los indígenas para consolidar la libertad civil de los indígenas, regular sus estancias, su habitabilidad y su pro-pio patrimonio familiar.


En 1512 se reunieron en el convento de San Pablo de Burgos, a instancias reales, una Junta de teólogos y juristas al objeto de estudiar las denuncias que sobre el trato que se infringía a los indígenas provenían de los dominicos.

Las Leyes de Burgos o Reales ordenanzas dadas para el buen Regimiento y Tratamiento de los indios fueron sancionadas por el rey don Fernando el 27 de diciembre de 1512 y poseen un valor extraordinario, por cuanto constituyen el primer cuerpo legislativo de carácter universal que se otorgó para los pobladores del Continente americano, siendo considera-das como la primera declaración de Derechos Humanos.

Aquellas leyes fueron consecuencia política y jurídica del sermón pronunciado por Fray Antonio de Montesinos en la isla de Santo Domingo, el cuarto domingo de Adviento de 1511, y en el cual se planteaba la cuestión ética de la conquista, de la condición humana de los indígenas y su sentido de libertad intrínseco a dicha condición. Fue esta la primera vez que la Corona convocó a teólogos y juristas para que le aconsejaran sobre el problema del Nuevo Mundo.

Las proposiciones elaboradas por la Junta de Burgos suponían una posición intermedia entre las dos posturas en que se habían dividido las opiniones tras los sucesos de la Isla de la Española, que había obligado a Fray Antonio de Montesinos a formular las graves denuncias. Las Leyes de 1512 constan de 35 ordenanzas, muy exhaustivas, cuyo denominador común es la función protectora y humanizadora del indígena, al objeto de conformar su propio estatuto civil, basado en la dignidad, el trabajo y la libertad.

En la Ordenanza II se aconseja a los encomenderos atraer a los indígenas con halagos y reconociendo que el «buen tratamiento y conservación de los indios importa más que cualquier otro interés particular ni general»,

Uno de los preceptos más novedosos de las Leyes de Burgos es el que contempla la protección del trabajo para mujeres y niños, pues las indias embarazadas gozaban de exenciones laborales en atención a su condición de gestantes, y para ello la Ordenanza XVIII prohíbe el trabajo, a partir del cuarto mes de gravidez, en minas y labranzas y, en atención a la crianza subsiguiente, se amplía el plazo hasta que el nacido haya cumplido tres años. La mujer emba-razada y posteriormente lactante sólo se ocuparía en tareas caseras. La Ley de 1513 exime igualmente del trabajo a los menores de catorce años, de ambos sexos, ocupándose tan sólo en tareas apropiadas a su edad.

La libertad política y personal de los indios fue unánimemente proclamada por catedráticos, juristas, oficiales y misioneros, discípulos de Francisco de Vitoria, y doctrinalmente razonada, como libertad fundamental e inherente a la dignidad de la persona humana;

Extraido de:

LAS LEYES DE BURGOS DE 1512 Y LA DOCTRINA JURÍDICA DE LA CONQUISTA
Rafael Sánchez Domingo
Profesor Titular de Historia del Derecho.
Facultad de Derecho. Universidad de Burgos

Ciertamente del dicho al hecho hay mucho trecho. Lo que no quita que el dicho sea admirable, digno de reconocimiento y de ser rescatado del olvido.

domingo, 19 de julio de 2015

NACER ES LO QUE CUENTA

Manuel Vega, es un niño de diez años que acaba de morir. Lo atropelló un coche hace una semana cuando iba a sacar la basura y pasear al perro. Se ha debatido entre la vida y la muerte hasta el viernes.
El funeral ha sido esta mañana. Estaba en la clase con mi hijo Manolo.
Todo padre preferiría morir cien veces en lugar de sus hijos, pero eso no se elige. No podemos intercambiar la nuestra por la suya. Le damos la vida y ya está. Pero el nacer es una gracia, aunque sea para morir tan niño. Nos podemos hacer esta pregunta terrible. ¿Preferiría que no hubiese nacido?
Los pocos años, meses, de la vida de tu hijo son un regalo impagable, aunque uno viva destrozado el resto de la propia.
10 años es muy poco. 100 nos parece ya edad de morir, pero ante los millones de años que lleva la tierra girando o dentro de otro millón, es nada. Todos vamos a morir, por tanto, en breve. El regalo de Dios es haber nacido. El don de Dios es ser parte de su Amor creador. Sentir ese amor aquí en la tierra, amar y ser correspondido.

El amor no tiene tiempo, ni espacio, ni se mide por años o días, el amor, como el de una madre, es eterno, en la vida y en la muerte.
El amor es el que nos salva, el que ya lo hizo y el que nos permitirá algún día reconocernos en el cielo, infinitamente más felices, más plenos, sin dolor, ni luto, ni llanto.

Manuel, estás ya alegre en la presencia de Cristo. Que un atisbo de tu gozo, una partícula minúscula, se pose sobre el corazón de tu madre, como una caricia de tu mano, hasta que se encuentre contigo otra vez.

viernes, 17 de julio de 2015

Por siempre jamás

-¿Papá, en tus tiempos había motos? ¿Y teléfono?

-Niña, mis tiempos son estos y cuando yo era pequeño había de todo, como ahora... Bueno casi, menos ordenadores, móviles, internet...

A una niña, para la cual un año es un sexto de su vida, lo de hace veinte o treinta le parece igual de remoto que la época de los dinosaurios.

Tiene razón en parte, aquellos eran "mis" tiempos, no los de ella, pero lo bueno es que los de ahora son, mis y suyos, "nuestros" tiempos, y lo mejor es que lo seguirán siendo per secula seculorum.

lunes, 13 de julio de 2015

De cine

Ya se está rellenando de nuevo la casa, y aunque parezca mentira, ya tenía ganas. Sólo queda Manolito para que estemos todos reunidos. Cuando llegue le espera doble ración de achuchones...

Dos películas he visto en el cine de verano de mi azotea.
Una mala y otra buena.
La primera "Invencible" (Unbroken), cuya directora es Angelina Jolie. No es que sea mala, mala, se deja ver, pero se hace larga y pesada. Es sobre un aviador que resiste duramente a las peripecias que le suceden en la II Guerra Mundial. Es una historia real, pero le falta chispa, nos limitamos a ver como el pobre hombre sufre, estoicamente, los castigos inflingidos por los japoneses. Una buena historia muy mal contada.

La de ayer noche, si me gustó mucho: "Nunca es demasiado tarde" (Still Life) Sobre un tipo anodino que se dedica a organizar los expedientes y funerales de las personas que mueren solas. Tiene su punto cómico y algo surrealista, pero, siendo un tema escatológico, es optimista. La mirada humana y compasiva sobre las personas, sin demasiadas sensiblerías, me ha parecido lo mejor. No es nada comercial, pero es fácil de ver. Muy buena.

martes, 7 de julio de 2015

¡¡POR FIN (casi) SOLOS!!

Y de repente se hizo el silencio.
Sólo dos niños. Los tres mayores están en la playa santificando aún más a mi querida cuñada, que ha tenido la valentía y delicadeza de llevárselos a Sanlúcar.
El fin de semana ha sido un lujo asiático. Para mayor dicha, Santiago, se fue al campo el sábado, con un amigo.

¡Sevilla, a más de 40 grados, sólo con un niño, mejor aún que Baden-Baden!

Calles solitarias entoldadas. Acompaño a Reyes a las rebajas, con tiendas heladas, vacías y llenas de ofertas. Desayuno con zumo de naranja natural en la azotea, con los jazmines mañaneros medio dormidos como nosotros y sobre todo, el silencio, un silencio ensordecedor. Teles apagadas, tablets sin música. No gritos, no peleas…
Cuando recoger el desayuno supone enjuagar dos tacitas, uno se da cuenta de la barahúnda en la que estamos inmersos en una jornada ordinaria; cuando las cinco fieras se disponen a zamparse toneladas de galletas, cereales, tostadas… con paté, con Tulipán, aquel otro con aceite.
¡Yo no quiero esa que está quemada, yo te dije con mantequilla, esa era la mía, mira como te has puesto de Cola-Cao, mi vaso es el amarillo… ¡ y al final, siempre un vaso de leche derramada, migas por el suelo, galletas mojadas y espachurradas en la encimera…! y cuando está todo recogido, y el friegaplatos a tope y la encimera impoluta, llega el despistado que estaba jugando con el móvil, diciendo que le falta su leche… y otra vez el Cola-Cao espolvoreado por la mesa y galletas trituradas por el suelo… ¡una batalla!
Hoy no.
Periódico, lectura, regar las macetas… paseo a mediodía, almuerzo en el pequeño bar cercano que deseábamos estrenar desde hace meses, con unas alitas crujientes con salsa Kimchee (algo muy sofisticado, según nos explico el camarero, de riguroso luto, of course, como es la moda)  ¡pollo con tomate! resumió Pilar cuando lo vio llegar, mientras, encantada, se zampaba la hamburguesa del menú que, previamente, habíamos adquirido en el Burguer King (patatas, zumo, helado y regalo, todo incluido)
Siesta con aire acondicionado. Silencio, mucho silencio. Fuera 40 cuarenta grados a la sombra. Piscina, para condescender con la pobre de Pilar. Misa, y por la noche... cena a la luz de las velas, con un surtido de quesos franceses del Aldi y el Lider, baratísimos y buenísimos, altamente recomendables. La botella de vino blanco bien fría, escargots bien especiados y calientes (por aquí le llamamos caracoles) y unos a modo de blinis para untar (tostaditas, bolsa 80 cts del Día).
Música de fondo. La luna, casi llena, colgada del alambre, junto a los farolillos con candelas. Las cúpulas encendidas, las estrellas titilando como las velas de Ikea.
Bailamos juntos y lento (no tuvimos más remedio), ante el pasmo y las risas de Pilar.
Después, “Cine de Verano”. Sobre la gran pantalla blanca de la pared, las imágenes proyectadas: “La Ley del Silencio”.
El aire se levanta, en la noche calurosa y mueve los jazmines, que tiemblan ligeros, y esparcen su olor intenso. Pilar se ha dormido.
Reyes y yo, en las tumbonas, no nos lo creemos. Fin de semana de relax en una casa (casi) sin niños.
¿Qué mejor Spa?

viernes, 3 de julio de 2015

El lugar de Lutgardo

Que Lutgardo era un gran poeta ya lo sabíamos. “Lugar de lo sagrado” lo confirma.
Lutgardo ayuda a la vida que vibra en lo escondido y como alumbra vidas, alumbra versos llenos de vida.
De una vida sencilla e íntima, que es la verdadera. Con un lenguaje claro y limpio que es el más difícil.
Algo tan vulgar como comer caracoles nos descubre las indias orientales o sajar la sandía se convierte en un sacrificio silencioso donde la boca deshace las nieves inyectadas en sangre.
Nos introduce en la boca de la Verdad paseando por Roma o Casablanca o juguetea con los personajes velazqueños del Prado.
Su abuelo, su madre, su esposa, sus hijos…
A través de imágenes sorprendentes, tejiendo complejos y a la vez sutiles encajes de palabras, sin alardes, nos lleva el poeta al centro del mundo, al ecuador de un globo terráqueo sin islas, donde está el lugar de lo sagrado que todos queremos alcanzar y que tras leer este bello libro, podemos lograr.

jueves, 2 de julio de 2015

¡Qué se mueran los feos! (o al menos disimulen)

El verano es menos elegante que el invierno. Es más chabacano, más de sandía y neveras y gente medio desnuda por todas partes.
Esta sociedad sin clase, y pretendidamente sin clases, en verano se nota más.
Los seres humanos se degradan. Comenzando con las cabalgatas bochornosas de hombres en tangas bailando en carrozas por las calles de la ciudad.
Las patas peludas de los ciudadanos en bermudas y chancletas, las, aún peor, depiladas y musculosas de los chicos Gym, los tatuajes diversos, las axilas al aire, las carnes sebosas impúdicamente exhibidas.
La mayoría de las personas deberíamos estar tapados. Ya que, desgraciadamente no existe una ley que impida salir a los feos, al menos deberíamos cumplir las normas de urbanidad de nuestros antepasados, que se cubrían delicadamente evitando el espanto del prójimo.
Miro una foto sepia de la Calle Sierpes en pleno verano y los señores llevan elegantes chaquetas claras, de hilo, bien planchadas y sombreros panamá, por supuesto corbatas. Con los mismos 40 grados de ahora y sin aire acondicionado. A ese mismo señor con bigote y zapatos lustrosos, póngale usted unos pantalones piratas que le dejen ver unas pantorrillas blancas y escuchimizadas y una camiseta que se le ajuste bien a la barriga prominente. ¡Oh, pobre hombre, ha perdido toda su dignidad de caballero y se ha convertido en un guiñapo miserable!
Ahora todo el mundo va, desvergonzadamente, dañando la vista de sus convecinos. Qué falta de caridad para con el prójimo, qué prepotencia, qué impudicia, qué obscenidad…
¡Cúbranse, hombre, cúbranse!