La maravillosa tarta de galletas y chocolate permanece en su molde de cristal ovalado dentro de la nevera.
Mi hijo se asoma impaciente: Ojú todavía no está terminada.
Si, ya debe estar- responde su madre.
Se cerciora incrédulo, mira de nuevo y, negando con la cabeza, grita: ¡Noo, todavía no se ha puesto redonda!
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