Estoy hoy día 10 de agosto de 2019 en Sanlúcar de Barrameda.
Acabo de llegar de Portugal donde los grandes navegantes habían descubierto nuevas rutas circunnavegando
África.
Desde la terraza que da la Calzada veo las cúpulas de las iglesias
y el blanco convento de Capuchinos y sobre todo se elevan las araucarias
salpicando aquí y allá el caserío como heraldos de la vinculación ultramarina
de esta ciudad.
Como hoy es la conmemoración de la salida de Sevilla de las
naves que dieron la primera vuelta al mundo todo cobra significación. Estos
arboles vinieron de allende los mares. Aquí terminaron de pertrecharse las naos
y salieron definitivamente para la gran epopeya. Como español me siento
orgullosos de ello.
Desde la desembocadura del Guadalquivir evoco la memoria de
los héroes y honro su audacia y valentía.
¡Luminosas almas, Salve!
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