miércoles, 3 de junio de 2015

MÁLAGA, IMPARABLE.

El sábado estuve en Málaga, cuya visita demuestra cómo una buena gestión puede levantar una ciudad.
Pudimos visitar el Pompidou, el Thyssen, el Museo Ruso y el Museo del Automóvil. La comparación con Sevilla es inevitable. Pensar que Carmen Cervera quiso poner su museo en Sevilla y por una mala gestión se fue a Málaga... Allí había una exposición, "Días de verano" deliciosa, con unos Sorollas, Meifrén, Plá, Picassos estupendos.
El Ruso te permite recorrer toda la historia de la pintura de este país desde los iconos hasta el siglo XX.
Aunque desconocidos para nosotros la mayoría de autores, había cuadros espléndidos. El siglo XIX con unos paisajes nevados y una pintura "paneslavista" maravillosas, la de propaganda comunista muy interesante, y cómo no, las vanguardias, de Chagall a Kandinski,  Malévich...




El Pompidou,  es un laboratorio experimental donde junto a las mamarrachadas típicas, te encuentras una "Musa Dormida" de Brancusi, unos Giacomettis, De Kooning... En todo caso, te dejas llevar por el cuenta cuentos que explica las obras, ininteligibles si no, y uno se mete en el juego pseudointelectual y se divierte.
El edificio "El Cubo" me gustó mucho.
Vídeos de tías en pelotas reivindicando la liberación femenina, espantajos colgados del techo, en fin lo tradicional, un batiburrillo postmoderno con grano y paja, pero un lujo para cualquier ciudad. Por lo pronto, me encontré una alumna de un curso de museología de hace dos años, que está allí trabajando. Nada más que por eso ya merece la pena.
Muñecos hechos de papel de plata
Sorprenden vistos por delante, al estar vacíos, lo que conlleva una profundísima simbología sobre las tres religiones llenas de esperanza, según nos dijeron...
Diseñado por Sonia Dalaunay
El Museo de Automóviles, al que entré sin especial ilusión, me fascino, vehículos desde el año 1900 hasta ahora. Están expuestos con "glamour" y recrean la época del gran Gatsby, junto a vestidos y diseños coetáneos.

El Puerto nuevo espectacular, las calles limpias, restauradas... Una ciudad que ha dado un cambio en los últimos años inimaginable. Hay que ir.
Envidiable.

2 comentarios:

  1. Yo, solo con ver las fotos de los muñecos de papel de plata, como que ya me siento mejor.

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