Mi hijo Santiago, mientras cenamos, dice muy convencido: Cuando sea mayor voy a ser tan fuerte como papá.
Manolito responde muy serio: ¡Anda, hombre, tanto noo!
Sí, ya sé que llegará el día en que se darán cuenta de la verdad. ¡Ah, pero mientras tanto...!
¡FELIZ AÑO NUEVO!
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