lunes, 15 de octubre de 2018

Miscelánea semanal

Se me acumulan las cosas y no me da tiempo de trasladarlas aquí, pero no quiero dejar de apuntar varias de esta última semana relacionados con la lírica.

La divina Caballé ha muerto. Estará en el cielo dejando pasmados a los ángeles, porque canta mejor que ellos. Enlazo con un artículo de Daniel Capó, que expresa mejor todo lo que pueda yo decir.


Seguirá deleitándonos en sus grabaciones y haciéndonos mejores, al menos el instante después de escuchar una de sus inefables arias. Ya, ya..después volveremos a ser los brutos que solemos, pero, ay, ese momento de transformación único, hasta que volvemos a la realidad tras tocar el misterio con la punta de los dedos, ay, eso no hay quien nos lo quite. Gracias, Montse, maravillosa catalana-española (encima), Montse.

El miercoles fuimos al recital de Juan Diego Florez en el Maestranza. Qué decir sino que fue unos de los momentazos de nuestra vida. Es como haber escuchado a la Caballé, a la Callas, a Kraus, a Pavarotti... Quizá el mejor tenor lírico del mundo en la actualidad. Cuando entonó "una furtiva lágrima" literalmentea las mías fluyeron sin cesar durante toda la primera parte. Como estaba solo me daba igual. Qué voz, qué pureza, qué técnica más depurada, qué elegancia en el fraseo, que agudos, qué facilidad, qué delicia...
Me transportaba a esos momentos inolvidables de mi adolescencia, en mi casa escuchando los discos de vinilo de mi padre, cuando descubría tanta belleza, nueva entonces para mi. El sol que entraba a través de la cristalera jugando con la porcelana de mi taza de café humeante, destellando  en la cucharilla, en los vasos de cristal de bohemia que adornaban el escritorio, en las hojas verdes de la maceta de palma... y la música en la sobremesa de un sábado cualquiera, mientras allá en la salita la tele ponía "Sesión de tarde" y uno leía y escuchaba en el salón.

Como propina el Mes amis, de la Hija del Regimiento, que nunca olvidaré, ya que fue esa ópera la que escuchamos mis padres y hermanos, al mismo JDF, hace varios años en el Liceo, como un último viaje juntos, sabedores de que sería la última vez para mi padre que murió pocos meses después.


El Nessun Dorma, la Paloma, se sentía a gusto y se acompañaba con la guitarra. Verdaderamente de éxtasis.

El sábado festival taurino en la Maestranza a beneficio de la hermandad de la Macarena, cómo debe ser, tan sevillano, tan español, tan sin tonterías. La saga de los Vázquez se daba cita y da continuidad al rito. Pepe Luis hijo, y el jovencísimo novillero nieto de Manolo Vázquez, el cual se cortó la coleta en esta misma plaza, en este mismo día de la Hispanidad, hace no sé cuantos. Tuve la suerte de haber estado entonces, con 11 o 12 años...

Para colmo esa misma noche tenía el recital con los ganadores del Concurso de de Nuevas Voces de la ASAO y con la bici llegué en punto.
Otro momentazo. Los cinco cantantes estuvieron espléndidos, el maestro Soriano, insuperable al piano. La pequeña Sala Turina se convirtió en una recoleta caja de música para los privilegiados que asistimos.

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