Inmaculadas
Inmaculada Concepción. Murillo. 1670. Nelson Atkins Museum. Kansas City. EE.UU. |
Inmaculada Concepción. Velázquez. 1618. National Gallery. Londres. |
Inmaculada Concepción. Velázquez. 1617. Fundación Focus. Sevilla |
Bendita sea tu pureza, María. Hasta la última gota de nuestra sangre derramaremos por defender tu Dogma, aunque le pese a Molina y a los
frailes del Regina.
Y sobre la Giralda, celeste como el cielo de Sevilla,
tremolante, una bandera.
Las campanas de toda
la Ciudad, desde las 24 de la alta torre hasta la humilde del convento
recóndito, resuenan
Todo el mundo en general, a voces, Reina Escogida…
El pintor de la Verdad, pinta a su novia con la mirada baja
y las manos recogidas y Murillo dulcifica su figura que, vaporosa y sutil, se
eleva entre los ángeles, entre nubes doradas y alados niños, como sus propios
hijos que aun infantes*, han subido al cielo para sostener la peana de María Inmaculada
de Sevilla
* Murillo perdió cuatro de sus hijos en la peste de 1649
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