El martes previo a la Semana Santa me pegué un tute cultural
de no te menees.
Cogí el AVE y me fui a pasar el día a Madrid y me metí
cuatro exposiciones entre pecho y espalda. Ingrés y de La Tour en el Prado, los
realistas de Madrid y los Wyeth en el Thyssen.
El viaje en el AVE, tempranito, es una gozada ya que vas
viendo el paisaje desleírse entre la niebla y el amanecer, las encinas entre
jirones, algunos charcos como espejos plácidos. En los túneles tu autorretrato en
el cristal, con cara de sueño.
Ingrés, como retratista, siempre me ha encantado y no
decepciona. El retrato de Napoleón joven vestido de terciopelo rojo es
fascinante, el famoso de L.F. Bertin es
increíble, ese burgués ordinariote, con grandes manos bastas, el pelo canoso y
descuidado, la mirada del selfmade man; a su lado un joven marques de un dandismo y
elegancia inigualable lo miraba por encima del hombro. Y por supuesto sus
retratos de damas; son fríos, de gran esteticismo, con una perfección en la
calidad de las telas y abalorios, única, unas encarnaduras nacaradas, de una
lejanía idealizada, pero de gran efectismo, soberbias.
|
Napoleón de joven consul. Ya prometía... |
|
Promesa cumplida. ¡La apoteosis! |
|
Madame Moitessier.1851. National Gallery. Los encajes, las joyas, la piel tersa, la corona de flores, sin embargo no le quitan el protagonismo a la mujer, con un dejo de melancolía romántica en el rostro. |
|
Madame Moitessier.1856. Louvre. Han pasado 5 años y ha perdido la finura anterior, adquiriendo un aire más de matrona respetable. |
|
Louise Albertine de Haussonville, 1845. La niña mimada, hija y nieta de la aristocracia y el dinero. Biznieta del banquero Necker y nieta de madame de Stael. |
|
El brillo de la seda, el encaje casi transparente, las manos blancas de uñas cuidadas, los jarrones de Sevres, nos trasmiten la suntuosidad y delicadeza del ambiente. |
|
Ojos grises, como la seda del traje, boca perfecta, a la que solo se acercan cucharas de plata. |
|
Hay que estar muy ufano para dejarse retratar así. Me fascinó el minúsculo reflejo de una ventana en la madera brillante del respaldo, que abre el espacio imperceptiblemente. |
|
“Retrato de Jacques Marquet De Montbreton de Norvins” jefe de policía de la Roma napoleónica. Parece un perverso Scarpia, aunque de signo contrario. |
|
La gran odalisca, bella, fría, sensual, preciosista, pero no tan espléndida y rotunda como nuestra Venus del Espejo |
|
La Virgen adorando la Sagrada Forma, con esa estética de estampita de primera comunión de los años veinte tan bonita y cursilona propio de los prerrafaelitas... |
Sólo la he visto en parte, Ignacio: en cada sala iba habiendo más gente y ya hubo un momento en que me rendí y me fui. A ver si vuelvo antes de que la quiten.
ResponderEliminar¡Ya terminó el día 27! Tuve la suerte de ir entre semana y apenas había gente.
ResponderEliminar