En una sociedad en la que la edad
de fallecimiento es superior a los 80 ya me dirán si no es una obviedad que el
gran problema es el envejecimiento de la población.
Sin embargo ahí están los imbéciles
luchando por sacar el cadáver de Franco del Valle de los Caídos, que es algo verdaderamente
urgente porque si no se hunde España.
Y ahí están las malvadas abogando
por la libertad de abortar, esto es, hablando en plata, matar a los hijos que llevan en sus propios senos.
Y ahí están “les gilipolles”
saliendo a la calle con banderas moradas abogando por una igualdad de boquilla.
Que si el anticapitalismo, el heteropatriarcado, el machismo, y el lenguaje
inclusivo…
Pero el quid de la cuestión está
en la maternidad no en decir "todos y todas". No existe desigualdad jurídica, existe diferencia real. La mujer es la que
pare los hijos. Esto, que es un hecho indubitable y también un privilegio, es asimismo
una carga en la vida profesional. Como he tenido cinco hijos y mi mujer ha sufrido/disfrutado de cinco embarazos sé de lo que hablo.
Al empresario le resulta un
incordio y lo manifiesta. ¿Ustedes quieren igualdad? Solucionen esto. Hagan que
al empresario le resulte un gran beneficio el hecho de que una empleada se
quede embarazada , con medidas que le desgraven, bonificaciones a la contratación,
carencias en las cuotas de seguridad social durante varios años… hay mil
maneras. Cuando el empleador comenté en la barra del bar a su amigo- ¡qué bien ahora mismo tengo
tres trabajadoras embarazadas! y el otro
le responda ¡qué chollo, tío! Entonces habrán empezado a cambiar las cosas.
Cuando la empleada vaya contenta
a decirle a su jefe que está embarazada en vez de temblorosa y apurada como
ahora, entonces habrán empezado a cambiar las cosas.
Cuando el número de hijos otorgue puntos a la hora
de ascender en un puesto de trabajo, cuando existan verdaderas desgravaciones
fiscales para las familias numerosas, no sólo en los billetes de autobús,
entonces se estarán haciendo las cosas bien… y no porque haya que dar un premio
a los padres, que ya lo tienen con el hecho de cada nacimiento, si no porque
estos hijos son un bien social que necesitamos todos para que el cotarro siga funcionando.
Realmente yo no necesito nada.
Mis cinco hijos son cinco premios gordos de la lotería. Nadie es más rico que
yo.
Es la sociedad la que los necesita.
Fantástico Ignacio. Ojalá algún político te leyera y empezara a hacer algo... es el problema más grande que tenemos y nadie hace nada...
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