viernes, 2 de diciembre de 2016

Una de conciliación


Llegamos a la inauguración un poco tarde. El mundo del arte se daba cita para contemplar  la "Abstracción andaluza 1957 al 1982".
Saludos a un lado y a otro. Sonrisas. Besos. 
Unas chicas monísimas vestidas de negro nos invitan a una copa de manzanilla deliciosa.
Entre Salinas, Barbadillos, Equipos 57, hábilmente colgados en las paredes charlábamos, diría que frívolamente, si no fuera porque el Arte con mayúsculas es cosa muy seria.

Pero cuánto nos costó llegar.

Nadie diría al ver a Reyes con sus taconazos, que acababa de limpiarse las manos en el delantal  tras empanar las albóndigas y, literalmente, soltarse el pelo que tenía recogido con una pinza,  o que yo acababa de recoger en la bici y bajo la lluvia a Santiaguito de un cumpleaños.
Cuando la última albóndiga salió de la freidora salimos nosotros también apresuradamente, yo intentando que no se notase mucho mi contrariedad por la demora.
Volvimos más relajados.
Aún hube de "colaborar" con Manolito en un poema sobre "Europa" y repasar con Pilar las capas de la atmósfera.
Cuando nos íbamos a la cama me informa Reyes de que "la chica" no puede venir mañana porque está enferma.
Suspira cansada ¡Menos mal que tengo hechas las albóndigas!


¡Glup!

No hay comentarios:

Publicar un comentario