Un auténtico optimista no se asombra nunca. Se deslumbra.
Es lo que me
ocurrió cuando leí de un tirón "Palomas
y Serpientes" del
siempre brillante Enrique García-Máiquez.
Es un libro de
aforismos que se lee con la sonrisa en los ojos y con regocijo en el alma pues la realidad se ríe (si la miras) y EGM no sólo la mira sino que, como
los "felices italianos guarda lo que mira" y ese tesoro
escondido no lo desentierra,
sino que deja que florezca en
este libro, breve, pequeño
como los arboles frutales que por eso dan tanto.
Es una pena leerlo
de un tirón, porque tiene demasiada enjundia para ello, pero no se puede
evitar. Por eso me prometí releerlo pausadamente, que es lo que hago ahora, y
si como dice, la tristeza
atonta, este libro, sin duda, te hace más intelijente porque, con su buena dosis de
ingenuidad, nos da el nombre exacto de las cosas, desenmohece porque
elimina el malhumor y emborracha, propiamente nos pone alegre.
Recomiendo su
lectura, es un regalo leerlo, y aseguro que tras la misma, saldrás, no hay otra manera, diferente.
Doy fe.
ResponderEliminarUn abrazo