El pasado miércoles, que era el de Ceniza, oigo la voz de Santiago, desde su cuarto:
¡Papá, tu estás ya en la edad madura!
Pego un respingo.
-Si, hijo, sí- le grito desde el salón.
¡Cuando llegues a los setenta estarás en la ancianidad!- continúa.
Si Dios quiere- respondo.
Debe estar estudiando ciencias naturales o algo así.
En fin... ¡doble ración de ceniza!
Ay, los niños. No tienen el freno de la hipocresía. Muchas veces lo hacen sin mala intención, pero la herida suele ser dolorosa.
ResponderEliminarEspero que al menos aprobara.
A mi me vino muy bien para empezar la cuaresma.
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