Anoche vivimos momentos fascinantes los que asistimos a la presentación del poemario "La llave misteriosa" de Lutgardo García Díaz.
En la mesa Aquilino, García Reyes y el autor. Como interpretes Segundo Falcón y Paco Jarana a la guitarra, ¡ahí es nada! Con tal elenco no podía si no saltar la chispa que convirtió en hoguera los mimbres del cesto.
Aquilino, magistral como siempre, hizo una remembranza del autor cercana, emotiva y certera, y Alberto nos deleitó con un esbozo de la literatura y el flamenco que culminó explicando el sentido de la obra que se presentaba. Muy agudo, descubrió el ritmo secreto de seguiriyas multiplicadas que late en mayoría de los versos de aquella.
Y entre poema y poema (cómo recita el poeta sus propios versos) la voz de Segundo, de una delicadeza a veces, cantando una vidalita, de una potencia clara otras y una modulación magistral siempre, por soleares, nos llevó al borde de las lágrimas. Qué dedos los de Jarana que arranca a la guitarra sonidos imposibles.
Cuando se llamó a los flamencos, allí entre el público, a acompañarles con palmas por bulerías fue el acabose: el Nano de Jerez, José Valencia, Postigo... se armo un tangai en un momento que nos metió el compás entre las venas y nos levantó a todos del asiento.
Los poemas de Lutgardo, son verdaderos poemas, y como tales expresan sentimientos profundos que llegan sin necesidad de conocer el mundo del flamenco, ya se encarga él de acrisolarlo, extraerlo y lanzárnoslo como un dardo que nos emociona.
Vallejo, Manuel Torres, Isabelita de Jerez, Mojama, los Pavón... el flamenco más puro se recoge en sus páginas, con unas imágenes bellísimas, sorprendentes, iluminadoras, poderosas:
Cada vez que lo escucho, vuelan pájaros de oro,
se abre una catedral de olas marinas
Deposita la punta del diamante
en la negra galaxia del vinilo
Más cuando punteaba, se encendían en serie
-pinceladas de cal- los mil pueblos del mundo
Cristales triturados, junto a piedras y ciscos
lleva el río imperfecto de la voz
cuando pasa, toda sucia y oscura,
por el desfiladero de los dientes de oro
Hay que llevar el mar metido en los bolsillos
(...) para cantar así y tocar palmas...
Habita en tus arterias
una fragua latiendo con sus hierros, sus yunques,
Era una rebelión de novillos en celo
lo que se le ordenaba en la garganta
Y sacando un pañuelo de su terno de fiestas
para arperjar lunares como un agua bendita
Junto a Aquilino Duque, Alberto García Reyes y Juan Lamillar |
Rodeado de artitsas: García Reyes, Paco Jarana, José Valencia, Segundo Falcón, Aquilino Duque y Lutgardo. |
Como en uno de sus poemas podríamos titular esta noche inolvidable como: Sevilla. Casa de la Provincia. 2017
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