Ayer venía de regreso a casa con
Reyes y mis dos hijos pequeños.
Santiago se había confesado por
primera vez, en un acto muy emotivo en el colegio, preparándose para su primera
comunión.
De pronto escuchamos unos gritos
desaforados y vimos una serie de mujeres esperando con carteles y pancartas.
Uno de ellos decía: “No puedo ser
la mujer de tu vida, porque soy la mujer de la mía.” Y era una mujer tan
desagradable, sinceramente, tan fea, que la contestación que a uno le
venía a la mente de inmediato era: “No puedes ser la mujer de la vida de otro…por
razones obvias”
A continuación venía la masa de
mujeres desquiciadas. Para evitarlas doblé la esquina rápidamente, e intente entretener
a mis hijos para evitar que escuchasen los lemas que coreaban, de una grosería
inigualable, algo del aborto, algo de follar (sic)
Y yo me preguntaba ¿Dios mío,
estas locas, no se dan cuenta?
Jajaja, me mató de la risa eso de "No puedes ser la mujer de la vida de otro…por razones obvias”, jajaja, qué manera de escribir las cosas, me caíste bien, te has ganado un seguidor.
ResponderEliminarMuchas gracias. Bienvenido. Saludos.
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