la cinta que la ata
al balcón
sacarle el dobladillo
al roquete
del monaguillo
cambiarle los encajes
que tienen agujeros
de enganchar la cestita de mimbre
la de los caramelos
Llenar los jarrones
con ramas de azahar,
las torrijas, los roscos
la ensaladilla
por si viniera gente
sacar las colgaduras
que cubren las barandas
de seda
los capirotes, coser
cruces de gules
en las túnicas albas
preparar los espartos
y planchar el ruan
no olvidar el cíngulo
de cuerda basta
de nudos franciscano
que siempre está en el fondo
de la bolsa de arriba del armario
y esperar la mañana
y el asnillo que viene
(como Zaqueo
me empino que no veo)
con la esperanza a cuestas
sonando cascabeles
y campanas de plata
y ríen, y tintinean
¿o es el corazón?
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