miércoles, 14 de marzo de 2018

Lo urgente y lo importante



En una sociedad en la que la edad de fallecimiento es superior a los 80 ya me dirán si no es una obviedad que el gran problema es el envejecimiento de la población.

Sin embargo ahí están los imbéciles luchando por sacar el cadáver de Franco del Valle de los Caídos, que es algo verdaderamente urgente porque si no se hunde España.
Y ahí están las malvadas abogando por la libertad de abortar, esto es, hablando en plata, matar a  los hijos que llevan en sus propios senos.

Y ahí están “les gilipolles” saliendo a la calle con banderas moradas abogando por una igualdad de boquilla. Que si el anticapitalismo, el heteropatriarcado, el machismo, y el lenguaje inclusivo…
Pero el quid de la cuestión está en la maternidad no en decir "todos y todas". No existe desigualdad jurídica, existe diferencia real. La mujer es la que pare los hijos. Esto, que es un hecho indubitable y también un privilegio, es asimismo una carga en la vida profesional. Como he tenido cinco hijos y mi mujer ha sufrido/disfrutado de cinco embarazos sé de lo que hablo.

Al empresario le resulta un incordio y lo manifiesta. ¿Ustedes quieren igualdad? Solucionen esto. Hagan que al empresario le resulte un gran beneficio el hecho de que una empleada se quede embarazada , con medidas que le desgraven, bonificaciones a la contratación, carencias en las cuotas de seguridad social durante varios años… hay mil maneras. Cuando el empleador comenté en la barra del  bar a su amigo- ¡qué bien ahora mismo tengo tres trabajadoras embarazadas!  y el otro le responda ¡qué chollo, tío! Entonces habrán empezado a cambiar las cosas.

Cuando la empleada vaya contenta a decirle a su jefe que está embarazada en vez de temblorosa y apurada como ahora, entonces habrán empezado a cambiar las cosas.
Cuando  el número de hijos otorgue puntos a la hora de ascender en un puesto de trabajo, cuando existan verdaderas desgravaciones fiscales para las familias numerosas, no sólo en los billetes de autobús, entonces se estarán haciendo las cosas bien… y no porque haya que dar un premio a los padres, que ya lo tienen con el hecho de cada nacimiento, si no porque estos hijos son un bien social que necesitamos todos para que el cotarro siga funcionando.

Realmente yo no necesito nada. Mis cinco hijos son cinco premios gordos de la lotería. Nadie es más rico que yo. 
Es la sociedad la que los necesita.

1 comentario:

  1. Ana R. de Agüero16 de marzo de 2018, 9:46

    Fantástico Ignacio. Ojalá algún político te leyera y empezara a hacer algo... es el problema más grande que tenemos y nadie hace nada...

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