martes, 29 de enero de 2013

Presagio de luz

Hoy, en Sevilla, ha habido una luz distinta.
Serán las ansias de la nueva estación porque aún es pronto…
Pero no.
Que apareció una luz nueva que me ha sorprendido y desarmado.
Porque la tarde se ha demorado. Son minutos, escasos, que va detrayendo imperceptible a la noche voraz y por eso son recibidos con vehemencia.
Estos días de frío, lluvias y azotes de viento, de verdín de azoteas, de hierbas entre las tejas, húmedos y grises, nos han ocultado esta luz que ha ido creciendo sigilosamente. Y hoy, un cielo despejado y frío, nos ha anunciado con una claridad, naciente apenas, casi exacta a la de ayer, que el invierno se irá.
En el silencio de la plaza, he podido escuchar el ronco rumor con que desde sus entrañas nudosas, los árboles desnudos, añosos,  se  nutren y palpitan acumulando sol, almacenando vida, tejiendo brotes, ocultando laboriosas gestaciones.
Hoy, el tintineo de  la campana lejana, ha llegado más cristalino, porque el aire lo es, más sutil, porque la atmósfera es más pura, y las notas han sonado nítidas, perfiladas,  limpias, como la tarde prístina y sin nubes.
Hoy he tenido que apartar con la mano, al pasar por la calle estrecha del mediodía, unas moscas pequeñas que estaban como detenidas en el aire, preludiando insectos y anunciando zumbidos de néctar y calidez de flor.
Hoy he notado que el sol está más cerca.
Hoy he atisbado, imperceptiblemente, con gran alegría, el primer  hálito de la primavera.

lunes, 28 de enero de 2013

Lunilunio

Y supo que había muerto

cuando dejó de sorprenderle

la luna llena

El cronista de la Plaza del Salvador

Se publicó en el ABC del sábado e ironías del destino, el viernes tarde estuve yo en el Gallo Negro, con copa en la mano y Gin, servido según las nuevas modas. ¡Que buena ocasión pa haberme callao!

 http://www.antonioburgos.com/abc/2013/01/re012613.html

sábado, 26 de enero de 2013

¡DIGNIDAD, ANTE TODO, SIEMPRE DIGNIDAD!

Santiago, a sus cinco años, se niega a ponerse la ropa que su madre antes de irse a trabajar le ha dejado preparada. Como esta mañana no vais a salir, ya que Pilar está medio con fiebre- nos dijo- he dejado esta ropa de andar por casa. Siempre he estado en contra de eso que llaman ropa de estar en casa, ya que suele ser la excusa perfecta para ir de de mamarracho. Yo personalmente me niego, “confortable pero digno”, sería mi lema.
El modelo de algodón gris, estilo sudadera y calzonas, (supongo que heredados), reposa encima de la cama de Santiago,  y este sigue en pijama resistiéndose a imbuirse en él.
 ¿Pero porqué? -Le pregunto, ya un poco irritado.
¡Porque es ridículo!- Me contesta. Y la verdad es que tiene toda la razón.

miércoles, 23 de enero de 2013

¡FICHADO!


Manolito, ilusionado y algo nervioso, coloca el dedo en el aparato de las huellas dactilares. El derecho primero, le dice el funcionario. Ahora el izquierdo, y le presiona el índice, que aún usa frecuentemente para pasmarse con asombro ante las cosas ordinarias. Ya no se manchan de tinta los dedos con el nuevo sistema digital. Después, momento crucial, cuidadosamente estampa su firma, que lleva ensayando toda la tarde del día anterior, por primera vez en su vida.
Le entregan su flamante documento nacional de identidad que necesita para federarse en no sé qué torneos de fútbol.
Ya tiene un número: el 29 millones, 5,5,6, etc. que será... para siempre.

lunes, 21 de enero de 2013

¿Hasta cuando van a estar abusando de nuestra paciencia?

El concepto del honor, de la honradez, de la dignidad personal están siendo erradicados de esta sociedad. Sólo se quiere aparentar. El sentido de la propia dignidad no impele a obrar en conciencia. Aún peor, el dinero es omnipotente, hasta el punto de que limpia el oprobio. No importa lo que una persona haya hecho si es rico. Puede acudir a un plató de TV y encenagarse de la manera más cochambrosa en sus miserias y la de los demás, dando tres cuartos al pregonero de ello, pero es irrelevante, no tiene consecuencias. Porque en definitiva es una manera como otra cualquiera para enriquecerse. Conductas tradicionalmente reprobables como la prostitución, no se ven como una degradación moral sino como un medio justificado para subsistir. Lo malo es que la gente “honorable” no tiene remilgos en tratar a prostitutas y delincuentes, si en definitiva, son ricos y salen en los medios. Y no me refiero a prostitutas o delincuentes rehabilitados, que merecen más que nadie una oportunidad, sino a los empecinados que siguen siéndolo. Pueden coincidir en un mismo lugar una estrella del porno y una persona respetable y se saludan y se tratan como si tal cosa. Hay quien incluso estará orgulloso de estar ante alguien famoso, aunque sea famoso por su abyección. Esa banalización de las conductas oprobiosas es lo que ha hecho que exista una corrupción en todos los ámbitos de la política. Todo esto es repulsivo pero los políticos no son más que un reflejo de la sociedad que los elige, son ciudadanos del pueblo elegidos por el pueblo.
¿Cuando una sociedad pierde la conciencia de Dios, del honor o de la propia fama que le queda como parámetro de actuación? El dinero

jueves, 17 de enero de 2013

A Dios lo que es de Dios...

Aunque la foto no es buena, entre otra cosas porque la cámara es malísima, la pongo para que se vea algo de lo quiero transmitir.
Ayer me acerqué a la novena de la Hermandad de Pasión que me coge justo debajo de casa. La maravilla y belleza del culto bien hecho no tiene parangón. Frente a aquellos que se quejan de la “parafernalia” excesiva de la liturgia secular, les diría que se acerquen aquí. Todo se halla encaminado a acercar al participante a lo sobrenatural. ¿Qué mejor manera que la belleza para atisbar el misterio? El hombre es un ser sensible y necesita de los sentidos para conocer. Lo que no se puede ver se presiente a través de símbolos materiales que trascienden su propia materialidad. Es un verdadero deleite, escuchar a Mozart, o Guerrero o a Morales en  las voces del cuarteto, acompañadas por el órgano,  mientras el incienso se eleva entre las bóvedas y el altar barroco inmenso, de Cayetano de Acosta, se desborda en una espiral de oro desde lo alto. La imagen viva, poderosa, cercana del nazareno de Martínez Montañés es conmovedora. Para eso la talló el artista. Y el arte al servicio del culto nos eleva.

Esta foto está sacada de internet (blog Palios)
¿Que no es absolutamente necesario todo eso para entender la Verdad de lo que se desarrolla ante nuestra presencia?, hombre “absolutamente” no, pero ayuda, sobre todo a la gente como yo, tan terrenales, que nos cuesta trabajito “elevarnos”. Lo importante es lo importante, eso está claro, pero hay que llegar a ello y es más fácil penetrar en lo inefable a través del culto bello, donde han cristalizado las más excelsas obras humanas a través de los siglos que en una horrible iglesia sesentera que parezca un hangar y al son machacón de las panderetas.
Iglesia Colegial del Salvador (Sevilla)

martes, 15 de enero de 2013

Guerra y nieve en el Vaticano

Desde los jardines




La guerra ha comenzado: las hermanas de la Visitación han entablado una batalla de bolas de nieves (lo cortés no quita lo valiente)

.

Tregua.
Al fondo la gruta de la Virgen de Lourdes donde el Papa suele ir a rezar el Rosario por las tardes

Reanudación de las hostilidades, la hermana Pilar María (mi hermana Pilita de toda la vida) recibe el impacto de una bola de nieve
 Fotos del año pasado remitidas por mi hermana.

lunes, 14 de enero de 2013

Las maravillas de la intrahistoria

No es equiparable al descubrimiento del fuego o la invención de la rueda pero no le va muy a la zaga.
Lo vi en el escaparate de la tienda de objetos de peluquería de alta gama “El gremio” de la calle Francos: “El peine antitirones”- ¡no quiebra el cabello, desenreda sin esfuerzo! - proclamaba efusivamente su publicidad.
Pensé en los aullidos desesperados que he escuchado, desde mi más tierna infancia a mis hermanas, y ahora a mis hijas en la hora de la toilette. Como con la igualdad de sexos el Progenitor A (yo) hace tareas tradicionalmente encomendadas al Progenitor B (mi santa esposa) ;( o ella es A y yo B, no vayamos a liarla) soy sufridor directo del momento: “peinarse antes de salir”.
Una cosa tan sencilla, aparentemente, como acicalarse el cabello puede durar más de media hora. La niña se revuelve, chilla. Cuando tienes el manojo de pelos con la gomilla a punto entre los dedos, tira, se deshace, vuelves a pasar el peine, abandonas, vas a por la otra cabeza, se repite la operación, gritos, espasmos, tirones, al final dos locas a medio peinar dando alaridos por la casa, y el progenitor A o B, maldiciendo…
¡Todo eso se ha acabado, con el peine antitirones, el problema ha sido resuelto! Se lo he pedido a Sus Majestades los Reyes para mi mujer (secretamente para mí) Su precio casi 10 euros, me dio confianza. Si es tan caro debe ser bueno, pensé, confundiendo valor y precio. En todo caso, merece la pena correr el riesgo, me dije. La mañana mágica lo desenvolvimos y apareció una especie de cepillo sin mango, de plástico duro, color fucsia y con las cerdas azul profundo.
¡Ahora peinar a mis hijas se ha convertido en un placer! Les acaricio sus cabellos infinitas veces sin dolor. Hasta el más áspero se rinde dócilmente. Una tarea ingrata se ha tornado en un verdadero deleite. Estoy desenado que salgamos para “pasar el cepillo”.
¿Cómo no ha tenido mayor repercusión un invento tan revolucionario para las mujeres desmelenadas? No lo comprendo. Y mientras tanto que si Mas pide o no la independencia. ¡Y a mi qué! yo tengo otros problemas, y uno de los más importantes ya se ha resuelto nada más comenzar este año 2013. ¡Empezamos con buen pie!

jueves, 10 de enero de 2013

¡Pesadilla a la hora de acostarse!

Si se dice fríamente no se entiende. Ayer comenzamos a acostar a los niños a las 9 y no terminamos hasta las 11, no sin antes perder los nervios.
Cuando me pongo a repasar como pudo ser veo la secuencia siguiente:
Ya se habían bañado, hecho los deberes, cenado, puesto el pijama, iba todo como la seda, tocaba acostarlos para que mi mujer y yo tuviéramos un pequeño y merecido descanso en la recién estrenada camilla, con el recién estrenado brasero,¡ Umm! Pero…
9 de la noche. Pilar y yo rezamos, de rodillas ante el niño Jesús, que todavía está puesto en el salón. ¡ ah, que no se olvide, hay que ir al cuarto de baño, sino mañana amanecen las sábanas mojadas! Quite usted el pijama manta, ¡vaya! con sus cremalleras y botones y los pies metidos dentro y todo eso... Mientras voy a por Santiago, que corretea por ahí, tiene que recoger y plegar la casita de spiderman en la que está metido y la granja de Play Móvil con todos sus accesorios minúsculos: gallinas, pollos, ratones, zanahorias, cercados, árboles…como tengo prisas lo hago casi todo yo.
Mientras, mamá, recoge la cocina y prepara la comida de mañana.
Acuesto a Santiago, rezamos, lo tapo. Se levanta, salta, deshace la cama. Otra vez lo tapo. Le conmino a permanecer callado. ¿Y Pilar? Ya debería estar en la cama. No, ahora está sentada en el retrete, porque no sólo va a hacer pipí. Madre mía, ¿ahora tiene que ser? Esto no es momento- bufo— ¡a la cama ya!
Voy a por Manolo, lo llevo a la cama. Rezamos. A estas alturas el cuatro esquinitas me sale acelerado. Pilar ha terminado. Poner de nuevo el pijama manta. Lavarle las manos. Llevarla a la cama.
Santiago, se ha levantado, está en la cocina. Quería leche. Su madre no ha podido negarse. Es bueno para él porque come poco- dice. ¡La última vez.- me opongo seriamente- la lecha se toma justo después de cenar y no la hora de irse a la cama! Pilar se levanta. También quiere leche. No podemos hacer discriminación. Otro vaso.
Los dos de nuevo a la cama. 9.30 de la noche
Escucho como mamá sale de la cocina y le cuenta un cuento a Pilar que quiere estrenar sus libros recién traídos por Melchor.
Me siento en el salón. ¡Uf, por fin! Veo el final del telediario. Ignacio, está junto a mí, leyendo “La isla del tesoro” que le acaban de echar los Reyes. Como parece entusiasmado y lee poco no dudo en dejarlo el tiempo que haga falta, a ver si se engancha, en todo caso ya puede acostarse un poco  más tarde, tiene 11 años. Reyes, tiene 10, y escucha con su Mp 5 nuevo la música que se ha bajado. Como su hermano está allí, no puedo negarme a que se quede.
Al momento aparece Pilar reclamando la presencia de su hermana en su cuarto. No quiere dormir sola, y Reyes no quiere acostarse. Un tira y afloja hasta que al fin la mayor a regañadientes cede y se va.
Pilar pide agua. Se le niega.
En el otro cuarto, Manolo y Santiago han estado saltando y jugando, mientras yo le doy alguna que otra voz desde el salón. Aparecen los dos ante mí reclamando la presencia de su hermano mayor. Es injusto que se quede y ellos no - dicen. Como ya son más de las diez, le digo a Ignacio que se acueste y termine de leer en su cama. Se va enfadado con nosotros y sus hermanos.
Por fin el matrimonio feliz se sienta tras una larga jornada sin parar.
Comienza una película. De fondo escuchamos los juegos y peleas de los tres niños. Santiago le está tirando los dardos de imán a su hermano mayor, parece que éste le escupe desde la litera de arriba. Manolo da la razón unas veces a uno, ora a otro.
Me levanto. Amenazo, no se quien es el culpable o si son todos. ¡Ha sido él, ha sido él! se acusan entre si. Trato de ser comprensivo, tolerante, solidario, todo lo que ustedes quieran. La voz en plan bueno casi ni me sale. Niiiños, portaos bieeen. Hay que dormir, papá y mamá están cansados. No os peleeeis, mañana no va a haber quien os levaaante … Pasando olímpicamente de los métodos racionales..
El nivel de cansancio y cabreo es tal que con la zapatilla les pego un rapapolvo, se esconden bajo las mantas. Apago la luz. ¡YA ES-TÁ BI-EN!.-Grito- ¡A DORMIR!. El tono es bastante alto e iracundo. Mientras me alejo se escuchan algunas risas.
Vuelvome a sentar. Película de nuevo.
Santiago quiere la puerta abierta, Ignacio cerrada. Gritos. Me levanto. Digo que ha de estar abierta, que Santiago es más pequeño y le da miedo.
Me siento.
Ya son más de las 10 y media.
Reyes y yo estamos a punto del colapso.
De nuevo gritos. Me levanto. No me entero de nada de la película. Esta vez parece que Santiago es el culpable. Le doy con la zapatilla. Y rompe a llorar desconsolado. Me vuelvo a sentar.
Fuertes llantos de fondo. Pongo más alta la tele. Ya se cansará.
No se cansa. Nos desespera. Se presenta en el salón y se pone a gritar tirado en el suelo. Procuro no hacerle caso. Creo que voy a estallar, la tele no se oye nada de nada. Su madre dice que he sido injusto, que él es pequeño y que debería haber reñido a Ignacio que es el que los pincha a todos. Le respondo que entonces se levante ella.
Santiago se desgañita.
El humor de ambos está desbordado. Son cerca de las once y no hemos podido desconectar ni un segundo. Desesperada Reyes se levanta. Va al cuarto de lo niños y les echa la bronca. ¡Parece mentira, siendo tan mayores! Les recrimina iracunda. Va a por Santiago y lo lleva a la cama y castiga a Manolo e Ignacio a estar sentado en el suelo a la entrad a del cuarto sin acostarse, además de zurrarles fuertemente con la zapatilla atinando donde puede, ellos se cubren con los brazos. ¡Es la guerra!
Santiago está callado en su cama. Los dos niños, mohínos, sentados en el suelo queriendo acostarse. Pilar, que ya se había dormido, al ruido del combate ha aparecido, con su pijama manta de borreguito, arrastrando su oso, con los ojos pegados: ¡me han despertado, mamá! – dice compungida..

Su madre y yo desquiciados…
Nos sentamos por enésima vez. Los dos niños refunfuñan porque quieren irse ya a la cama. Al rato les levanto el castigo. Su madre me dice que es ella la que tenía que haberlos perdonado, y que todavía era pronto, no se lo merecen. La convenzo. Transige.
Paz al fin. ¡Las once!
Pero realmente la madre y yo estamos agotados, enfadados y frustrados. Cada uno piensa para sí. ¿Qué estamos haciendo mal? ¿Por qué no obedecen? Sabemos que los gritos y la zapatilla no son formas. Hemos infringido todos los manuales de pedagogía. ¿Nos saldrán los niños violentos? En fin un lío. Terminamos de ver la peli. Nos vamos a la cama. Yo dándole vueltas a la cabeza, nervioso, he tardado en dormirme. Cuando Pilar a las tres de la mañana se viene a nuestra cama no tengo fuerzas, ni ganas de armar un pitote otra vez para que vuelva, eso supondría otra hora sin dormir. Se queda.
No todas las noches son así, gracias a Dios, algunas. Serán los nervios de la reincorporación al cole, los juguetes, las emociones…
Lo que está claro es que hoy por la mañana estamos hecho polvo.


lunes, 7 de enero de 2013

Irreflexiones

Acabo de quitarme el calcetín derecho (siempre empezamos por el mismo ¿no?) y no sé porqué, voy a buscar la pasta de dientes al otro cuarto de baño sin quitarme el izquierdo.
Que estupidez se me viene a la cabeza, me siento extraño y pienso que si muero ahora de repente sería una figura patética (en todo su sentido) con un pie desnudo y otro no.
De nuevo en mi cuarto me he apresurado a quitarme el calcetín. Ya puedo tener una muerte digna.

sábado, 5 de enero de 2013

Noche de Reyes

Manolito, que cumplió 8 años el día de los inocentes pasado, nos pide dormir con nosotros esta noche.
¿Pero te dan miedo los Reyes, Manolo?
¡Noo! contesta con mucha seguridad.
Duda y rectifica: bueno, un poco.
Pasados unos segundos.
¡Bueno, mucho!


miércoles, 2 de enero de 2013

El tiempo apremia

Acabo de leer el artículo de Enrique García-Máiquez en Ambos Mundos http://www.ambosmundos.es/blogs/doce-poemas-para-un-fin-de-ano/ , tan interesante como siempre, y me ha recordado mis pensamientos del pasado 31 por la mañana, cuando iba en bicicleta dándole vueltas a la cabeza a la vez que a los pedales a comprar un repuesto para el microondas.
Aquí los plasmo a vuelapluma, sin más pretensiones que ser un mero esbozo que, esto es un blog personal, si (no es el caso)  tuviera ganas, tiempo y talento podría mejorar.

Que cansado es esto
de vivir cada día
Quiero decir de estar
que no de ser
Y me lo paso bien
( si no es por eso)
pero es razonable
que el proceso
tarde o temprano
tenga que acabar

El tiempo es un disfraz
que nos envuelve
pero tan falso es
como un disfraz

y aunque a veces
 temblemos
(eso es cierto)
todos nos quitaremos
 las caretas…

¡vaya, por fin
a descansar
en paz!

Madre mía, las 9.30 y tengo que ir a la Seguridad Social a hacer unas gestiones, y a echar la carta de los Reyes Magos, que aún me faltan cosas y, y ... ¡Hasta luego!