viernes, 31 de mayo de 2013

El viejo Peugeot

Y aparqué con muchísimo cuidado en la única plaza libre que quedaba en mi garaje, justo delante de un magnífico Rolls Royce, negro, brillante y descapotable, por más señas.
El mío lo dejé a tres cuartas de distancia. Mi coche, no mi Rolls Royce, entiéndaseme bien. Mi Peugeot achacoso y sucio, no fuese a contaminar a aquel, con un ligero roce y me costase  un ojo de la cara la reparación de un leve rasguño en tan esplendida carrocería.
O no pintaba yo nada allí o el suntuoso automóvil. ¿Quién será el propietario? pensaba-Me gustaría coincidir con ellos y deleitarme viendo al “mecánico” abrir las portezuelas mientras baja la jequesa de Omán, si la hubiere, o Lady Margaret de Kent  duquesa de Sheffield, o, no sé, alguien digno de un animal tan bello. O, quizá,  mejor no, seguro que me decepcionaba y el magnate millonario, es a lo peor, un viejo gastado, tanto como los vaqueros que portase, que estas cosas suelen suceder, que la concha es más hermosa que el bicho…
 Mi Peugeot, lleno de  churretes, sillas, alzas, gusanitos y gusarapos, tierra, papeles, céntimos, lápices y rotuladores, muñecos despedazados de los happy meal o Mac menú y esas cosas, la marca del último vómito de Reyitas, chorreando por la ventanilla trasera y seco. Sí, lo sé , no tengo excusa, he de llevarlo al sudamericano que los limpia en los Remedios. La última vez, se negó a admitirme la tarifa media cuando vio el estado del artefacto. Tuve que pagar la tarifa plus… Como iba diciendo, mi pobre vehículo me pareció aun más miserable, ¡oh,  pobrecito!, con los buenos servicios que presta, con su baúl en la baca y todo, y lo mal que lo trato. Si por lo menos le hiciese un lifting cada equis años y le quitase las abolladuras y demás achaques, pero es que paso.
Espero que ningún asistente social ni nada parecido lea esta entrada, porque capaces son de quitarme los niños por falta de salubridad e higiene vehicular…aunque pensándolo mejor…quizá…

En  fin cuando pasé al lado del  soberano Rolls negro y majestuoso no pude contenerme y acaricie su lomo de satén y charol con mis sucias manos, no me vió nadie profanarlo, a Dios gracias.  Quisiera poderlo sentir ronroneante, cual perezoso gato satisfecho, tan inaudible y sutil, que, dicen, no dejaría caer una moneda colocada sobre las alas de la figura alada que lo corona.
Pensé, qué razón tenía Marinetti, cuando decía lo de que un coche de carreras vale más que la Victoria de Samotracia; que la Niké maravillosa va a ser que no, pero muchísimo más que los escombros que la artista española ha expuesto en la bienal de Venecia, seguro que sí. Ahora, que eso no es arte, se trata de arte “ contemporáneo”, el  calificativo es esencial, ya que entonces sabemos que se trata, no de "arte" a secas, si no de otra cosa que nada tiene que ver.
A lo que iba, esta noche me siento como mi viejo Peugeot. Algo melancólico e inútil. Un estimado amigo, me ha llevado de visita a la modernísima universidad de Loyola, de los jesuitas, en Palmas Altas, en un edificio diseñado por R. Rogers,  (el del Pompidou) todo nuevo, límpido, diáfano, ultratelemático y punto com, las  pizarras digitales, sillas móviles, conexiones múltiples en los pupitres con enchufes varios…toldos mecánicos que el profesor mueve con un dispositivo táctil, lamas ultraligeras que se mueven con fotosíntesis en las ventanas panorámicas, medidores de anhídrido carbónico, ¿o era de ozono?¡…Ay, quien pudiera dar ser profesor en tan esplendido recinto!  Pero cuando terminaré yo la tesis, requisito ineludible, además de un inglés como para poder tomar el té con la reina de Inglaterra. (Todo es cuestión de retomarlo, con reverencias incluidas…)
En fin que soy un viejo y cascarrioso Peugeot frente a los magníficos Rolls Royces que pululan por ahí..
Eso sí, como siempre, hay cosas que consuelan, y así hago recuento,  tengo un trozo de azotea con mucho cielo, y por la noche con multitud de estrellas y a veces una luna sólo para mí, y unas macetas de jazmines que están brotando, y una torre y una cúpula iluminada…Y sobre todo, siempre hay, uno o dos niños que hay que trasladar a la cama, siempre dormidos en un sofá, desmadejados e indefensos, con las mejillas como aterciopelado fruto, dispuestas a recibir mis labios, ahora que no pueden evadirse y están a mi merced. Y yo bien que aprovecho la oportunidad y no me privo. ¡Ah, entonces este destartalado Peugeot, se siente Rolls!

martes, 28 de mayo de 2013

Entrada Real

Desde mi azotea veo el despliegue formidable de la policía, que extrema la seguridad de la plaza para que la Infanta pueda entregar, en la Colegial del Salvador, unos premios de una fundación, que lleva el nombre de su augusta abuela.
La grúa se lleva las motos, los perros adiestrados olisquean mi bicicleta que está abajo aparcada. (Ýo precavido, la había limpiado previamente de todo tipo de drogas, estupefacientes y artefactos explosivos, de modo que no han encontrado nada sospechoso).
Las fuerzas vivas de la Ciudad han ido entrando en la iglesia. Todo ha sido acordonado y una hilera de curiosos rodea las vallas. A las siete menos cuarto en punto, hora prevista, ni un minuto antes ni después, llega la hilera de coches oficiales. Ruido de sirenas y raudo entran en la plaza. La Infanta se baja. Tímidos aplausos, saludos. Entra.Todo esto no dura más de un minuto.
Mi hijo pequeño, que lo mira todo desde el balcón, tras la bandera española, cuyo extremo ha recogido en una esquina,  me pregunta, desencantado, que porque "la santa Elena no va vestida de princesa".
Y no le falta parte de razón.

sábado, 25 de mayo de 2013

SINÓNIMOS

Pilar trajo la carpeta del colegio con el trabajo del trimestre. Dibujos, recortes, planas de números y letras... Me las hizo ver una por una. Me las metía por los ojos, entre la cara y el libro que trataba de leer. Tardó más de una hora en pasar todas las "fichas".
Se para ante una foto de aves zancudas en la marisma y me dice muy ufana: estos pájaros se llaman bailarines.
 Me río, claro, y la corrijo:
- No, se llaman flamencos-
Da igual- contesta-¡los flamencos también bailan!

viernes, 24 de mayo de 2013

DESDE MI SILLA

Había comprado caracoles en la Alfalfa. Los caracoles anuncian el verano, las tardes largas y negligentes de sonrosadas nubes, mientras se espera que venga el fresquito y mueva los toldos que se aburren recién descorridos.
Coloqué una silla en mi balcón. Es un placer que hasta ahora me estaba vedado. Con niños pequeños este hecho intrascendente es imposible. Es una invitación, que aceptarán seguro, a tirarse por él. Aún ahora, no me fío, la pequeña de cuatro años ya debe de ser consciente de que las caídas desde un tercero pueden ser dolorosas. Unl bebé de uno o dos años al observar una silla y un balcón verá un trampolín, considerará de modo indubitado que es una diversión que no puede dejar pasar.
Desde allí me dispuse a esperar la llegada de la hermandad del Rocío de Sevilla, con sus caballos, bueyes, cohetes y su hermosa carreta de plata. Acababa de empezar uno de los diarios de A. Trapiello. Subyugante. Con una prosa bellísima a veces y páginas para enmarcarlas. Santiago está impaciente por ver, ya ha aprendido, los “güeyes” y comprobar después si ha caído en la azotea algún palo tiznados de los cohetes.
 Limpísimo, peinadísimo, bañado y descalzo como siempre,  lleva un yogur de plátano en la mano. Derrama una cuchara a mis pies. Me mira culpable, levantando la mirada despacio, pero pronto brilla una luz resolutiva en sus ojos. -Esto lo soluciono yo en un momento, don´t worry-, parece decir. Y efectivamente. Se agacha y raudo, no me da tiempo decir ni pío, con la mano arrugada, tibia y olorosa aún, lo refriega todo por el suelo y después se limpia en el pijama.¡Ya está,!- me mira, de nuevo- , aquí no ha pasado nada . No problems-
 Yo me callo. Ya no tiene remedio. No voy a levantar la cólera materna con admoniciones vanas. Abro el libro y sigo leyendo. El sol ya se ha puesto por el Aljarafe malva y gris que disfruto desde mi silla. Se escucha a lo lejos el tamboril y ya veo entrar en la plaza los primeros caballistas.

jueves, 23 de mayo de 2013

La farola y la luna

Aunque es una mala foto hecha con el móvil, me gustó esa farola imitando a la luna en la puerta de casa el otro día.

miércoles, 22 de mayo de 2013

Rutina

Sobre las madreselvas
 o los crepúsculos rosas del estío
se puede escribir
 una poesía

Sobre el claro de luna
las gotas de rocío
que tiemblan
cuando amanece día

Sobre las olas frescas
sobre el puente y el río
sobre la susurrante algarabía
de los bosques

la rumorosa fuente,
el casto mármol frío
donde la amada mía
descansa
para siempre…

pero y de la hormiguita
o del burro en la noria,
polverío
en la seca alquería
cangilones
de redonda rutina
reincidente
del día de cada día

¡qué difícil ,
entonces,
la poesía!

martes, 21 de mayo de 2013

Conciertos polisémicos: suenan igual pero no es lo mismo..y realmente tampoco suenan igual

Ayer venía pensando, no sé porqué, en lo diferente que puede ser el significado de una misma palabra.
En mi casa, la palabra concierto tenía un carácter cuasi sagrado, litúrgico. Significaba acudir a un teatro dorado y barroco (el Lope de Vega era el único que existía en aquel entonces) y escuchar las obras maestras de Mozart, o Bach o Beethoven.
Era estar en silencio largo tiempo. -No se puede ni toser- nos decían. Yo me iba comiendo el programa por sus picos y cuando terminaba el concierto había hecho una escabechina ante el asombro de mi madre que me decía que me iba a sentar mal tanta cultura.
A veces  (no me llegaban los pies al suelo), me retiraba al antepalco, donde bajo un espejo dorado había un canapé de terciopelo rojo y allí terminaba mi concierto, en postura fetal arrullado entre violines.
Eso sólo en última instancia, ya que suponía  admitir ante mis hermanos que no se era lo bastante mayor para acudir a esos eventos. Por eso las más de las veces las cabezadas, se daban con la mano en la mejilla apoyada sobre la baranda del anfiteatro.
Después solía culminarse la noche con una tapita con papá y mamá. Y cuando eran en el Conservatorio cerca del  “Multicines Alameda”  (oh, gran novedad, varias salas, sonido Dolby) nos tomábamos una hamburguesa en la primera hamburguesería americana que pusieron en Sevilla, toda naranja y fashion,  envueltas en papel, con cebollita y pepinillos ¡ Umm, aun recuerdo el olor y el placer del los tiernos mordiscos…!
Cuando  ya  teenagers, mis amigos del colegio, hablaban de concierto refiriéndose a unas macrofiestas donde la música estallaba en los oídos a miles de decibelios, con altavoces y luces mareantes y la gente moviéndose a ritmos sincopados, yo pensaba que eso de “concierto” tenía poco, más bien desconcierto, pero en fin a fuerza de costumbre me fui haciendo a su uso.
No obstante, para mí un concierto sigue siendo un concierto y esto otro un pseudo concierto. Yo sé lo que es un concierto a secas, por mucho que se empeñen, igual que sé a lo que me refiero cuando digo matrimonio

viernes, 17 de mayo de 2013

Sangre dulce

Manolito es intenso. Cuando llego agotado a última hora de la tarde me espera con la flauta. Mientras ceno, o recojo la cocina, está tocando su melodía balbuciente. Yo a mis cosas, pero él insiste. No le basta con que escuche (porque no escucho, claro) si no que hay que mirarlo a la vez.
 Después me cuenta los mosquitos que le han picado.
¡Seis, papá, seis!... Se dirían toros, por la solemnidad con que lo dice.
Yo a mi bola.- Sí, hijo sí.-contesto distraído
Tengo prisa, a ver si acuesto a los pequeños y puedo por fin sentarme. Pero el sigue y sigue, como las pilas Duracell. Y va contando las picaduras a la vez que las señala. -Pero míralas, ¿eh?- Y tengo que pararme y mirar las pequeñas señales que el insecto succionador le ha hecho en su piel leve y blanquísima.
Dos en el antebrazo, dos en el muslo...y ahora no encuentra las otras dos, y se busca y rebusca,-¡ Dios mío- que pesadez! -y no me deja irme...¡Ah y otra en la muñeca y otra en la pantorrilla!.
Uf, por fin.
Pero no me extraña que le piquen con saña, así con su pijama, recién limpio y peinado, la coronilla tiesa y rebelde a su pesar y oliendo a gel de baño, está para comérselo.

miércoles, 15 de mayo de 2013

Las Santas de Zurbaran, eternidad y sosiego.

Muy interesante la exposición de las Santas de Zurbarán, en el antiguo convento de Santa Clara
El simposio de tres días que se está desarrollando es de gran calidad. Contra los puristas que defienden el arte mayor, frente a la artesanía o el diseño y que se llevan las manos a la cabeza por la unión, en esta muestra, del maestro de Fuentedecantos y los diseñadores actuales, considero que es una apuesta original y que lejos de desvirtuar la genialidad de aquel, pone de manifiesto la simbiosis entre las artes y la influencia de los grandes a través del espacio y el tiempo.
Balenciaga, el diseñador español por excelencia, llámesele artista o no es indudable su influencia en el ámbito cultural mundial, se inspira a veces de modo inconsciente en Zurbarán, y en estas santas que ahora se exhiben.
El conferenciante de ayer, Gonzalez de Durana,  director del Museo Balenciaga de Guetaria, lo explicó muy bien. Paralelismos formales y sobre todo conceptuales. Fue interesante comprobar como el historiador del arte del XVII, el profesor Valdivieso, coincide exactamente con lo expresado por el experto en arte contemporáneo. Ambos hablan de orden, coherencia, simplicidad, claridad, sosiego, equilibrio, profundidad...uno aplicado al pintor y sus santas, y otro a los vestidos del guipuzcoano.
Las santas de Zurbarán, son etéreas, serias, están por encima del mundo a pesar de sus lujosos y pesados ropajes. Balenciaga exigía a sus modelos no sonreír, mirar al infinito, estar en otro espacio.
Cuanto menos curioso.
Lejos de perjudicar la obra del pintor creo que tras la visita a esta muestra sale reforzado. Permite una nueva visión, una relectura.

viernes, 10 de mayo de 2013

Cumpleaños


Hoy mi hijo Ignacio, el mayor de los cinco, cumple 12 años, y lo quiero hasta el punto de que daría mi vida por él sin dudarlo. Como todo padre, como toda madre. Ni más, ni menos.
Aun recuerdo como se me quebró la voz, tal día como hoy, cuando su madre me llamó a la oficina y me dijo que había llegado el momento que habíamos esperado durante nueve meses. Segundos de silencio. No podía continuar.
No lo quiero porque sea más inteligente, más sano y mejor que otros. Lo quiero porque sí. Lo quería desde el momento en que me enteré que estaba concebido y no dejaría por ello de quererlo si me hubiesen dicho entonces que venía con malformaciones o síndrome de Down.
No lo dejaré de querer porque enferme, lo quiero porque es. Simple y llanamente.
A Arcadi Espada, que dice que aquel que tenga un hijo con deficiencias la sociedad debe exigirle que cargue con los gastos por no haberlo matado antes, yo le digo que correré con los gastos de los míos, (aunque pague mis impuestos), si así se me impone, pero que no los maten.
Venderé lo que tengo llegado el caso, porque nada vale lo que la vida de un hijo mío
Me gustaría que me indicase donde está la línea divisoria entre los tontos  y los listos, los sanos y los enfermos, lo mejores y los peores. Qué ese baremo lo cuelguen con chinchetas en las puertas de los centros de salud y nos abstengamos de entrar los que no merecimos nacer.
Por mi parte intentaré trazar una línea divisoria de carácter ético que distinga entre buenas o malas personas, y que estas corran con sus gastos. Pero no me atrevo, no soy quien para ello, mejor le dejamos eso a Dios (o a él).

miércoles, 8 de mayo de 2013

Mientras se hace el cocido

Primero fui a la biblioteca. Increíble no encuentro ni un libro de Aquilino Duque. Pensándolo bien, eso dice mucho en su favor, porque hay cada cosa.
Acto seguido reunión de curso. Muy interesante, evaluación y planificación del proyecto de los alumnos que será una exposición en el CICUS. Cuando terminé en la Fundación Madariaga me fui corriendo, quiero decir en bici, a ver si pillaba el teatro que Santiaguito hacía en el cole. El salón de actos estaba atestado, entré con mi bolsa de libros que había sacado de la biblioteca y uno estupendo y enorme de Zurbarán, que Luis G de T amablemente me ha prestado y que me viene de perilla para un "trabajito" que me ha salido. Me siento en primera fila y justo entonces comienzan los aplausos y termina la función. Aplaudí fuertemente y saludé a mi hijo con gran entusiasmo, que saludaba a su vez junto a sus compañeros.
Regreso a casa con la pandilla, menos Manolito, que su madre ha ido a recoger del conservatorio. Cuando llega me voy al Casino de la Exposición, donde se continua el homenaje, ( bien merecido, ya era hora), a Aquilino Duque.
A Reyes, le digo que no se preocupe, que el potaje de mañana, cuya elaboración tenía yo comprometida, la haré a la vuelta, que no será tarde.
Pero el hombre dispone...
El Casino estaba esplendido, he de decir que Sevilla estaba esplendida, y  me lo reconocen los que vienen de fuera, y es verdad. Hace calor, pero el parque, las buganvillas en flor, el cielo, trasmiten optimismo y belleza.
La mesa redonda un lujo, un placer. Enrique García-Máiquez, excelente como siempre, Fco Bejarano certero y Juan Lamillar muy interesante.
Saludos al homenajeado que es una persona admirable y sencilla y una verdadera suerte conocerlo de cerca. Por allí pasea Jacobo Cortines, como un dandi antiguo con sombrero y,  para mi sorpresa se reúnen amigos de amigos que conozco de la blogosfera, y así, me topo, con personas tan interesantes como Alejandro Navarro, poeta y profesor de filosofía, Abel Feu, también poeta, Javier de Navascues, José Julio Cabanillas...y así claro me enredo y nos tomamos unas cervezas y...me dieron las doce y aquí estoy a estas horas esperando que se haga el cocido antes de acostarme.
Pero las copas entre el club de los poetas vivos ha sido impagable.
Eso sí, los garbanzos están todavía duros

martes, 7 de mayo de 2013

TIEMPOS MODERNOS

Me pregunto
cuántas cosas no han conocido
los que nos precedieron
y qué vida llevaron
sin tantas experiencias
ni tantas emociones
telemáticas y
audivisuales
sin libro digital
e incluso sin imprenta
todo trazado en barro
en una aldea reseca
en la tierra de Uruk.

Qué lejos Nueva York
a vista de helicóptero...

Pero había sol naciente
y aguas cristalinas
y pétalos de flor
abierta a la mañana
y madres
y mejillas
que besar
y lágrimas
y  primavera cálida
y la muerte perenne
y brisas
oreando
el río de la tarde
y luna llena
siempre…

No veo la diferencia.


domingo, 5 de mayo de 2013

y dulzura para el pensamiento...

Precioso texto apócrifo sobre la creación de Adán del 2 Henoc (o el libro de los secretos de Henoc), misterioso libro escrito probablemente en el s. I d. C. (o quizás un poco más tarde) y que ha llegado a nosotros tan solo en traducción eslava. 

Es Dios quien habla a Henoc... "El sexto día di órdenes a mi Sabiduría para que creara al hombre, partiendo de siete elementos, a saber: su carne de la tierra, su sangre del rocío y del sol, sus ojos del abismo de los mares, sus huesos de piedra, su pensamiento de la celeridad angélica y de las nubes, sus venas y sus cabellos de hierbas de la tierra, su alma de mi propio espíritu y del viento. Y le doté de siete sentidos: oído en relación con la carne, vista para los ojos, olfato para el alma, tacto para los nervios, gusto para la sangre, consistencia para los huesos y dulzura para el pensamiento. Y me las ingenié para que hablara palabras sagaces. Creé al hombre partiendo de la naturaleza visible e invisible, de ambas a la vez, muerte y vida; y la palabra conoce la imagen lo mismo que a cualquier otra criatura, pequeña en lo grande y grande en lo pequeño.
Y le dejé establecido en la tierra como un segundo ángel, honorable, grande y glorioso. Y le constituí como rey sobre la tierra, teniendo a su disposición un reino gracias a mi Sabiduría. Y entre mis criaturas no había nada parejo a él sobre la tierra. Y le asigné un nombre que consta de cuatro elementos: Oriente, Occidente, Norte y Sur [ADAM en griego]. Y puse a su disposición cuatro estrellas insignes, dándole por nombre Adán. Le doté de libre albedrío y le mostré dos caminos, la luz y las tinieblas..." y comienza el relato del primer pecado. 

DÍEZ MACHO, A. (ed.), Apócrifos del Antiguo Testamento. Ciclo de Henoc IV (Madrid 1984) 177-178.

Viva el Rocío

Santiaguito está deseando ver salir las carretas del Rocío, con sus "muelles".

miércoles, 1 de mayo de 2013

Patrística después del desayuno.

No sé que le habrán explicado en el colegio, pero la niña se mete en profundidades teológicas cuando menos me lo espero. Mientras ordeno la salita de arriba y pongo los cojines en su sitio y realizo la puesta a punto de los miles de mandos de los diversos aparatos que surgen por doquier: la tele, la Play, el del aire acondicionado, la TDT,  (ni en la NASA) y trato de introducir las pilas en sus compartimentos respectivos, que ruedan como locas por debajo de la mesa...me pregunta de nuevo por Jesús. Que es el hijo- dice- y se ha muerto, pero no es Dios. Ante tamaña herejía le corrijo- sí, sí es Dios, afirmo rotundo.
No porque ha muerto- contesta- y Dios no muere.
La lógica de sus cuatro año me asombra.
Pero es Dios también- replico paciente
Que no- insiste,-es el hijo...
No sé cómo sacar a mi hija de su arrianismo incipiente. Aunque no lo entienda, tiro del catecismo y concluyo tajante: Mira , hija, el Padre es Dios, el Hijo es Dios y el Espiritu Santo es Dios. Tres Personas distintas y un solo Dios verdadero.
Y se ha acabado la presente historia.