lunes, 15 de junio de 2015

ADIOS AL BAZAR VICTORIA


Sevilla se está quedando sin alma. El desarrollismo de los sesenta la maltrató de manera inmisericorde, cargándose palacios y monumentos irremplazables, pero no aprendemos.

Se van a trasladar varios comercios de toda la vida y con ello se llevan parte de la esencia de la ciudad, que no son sólo sus grandes monumentos, sino estos pequeños trozos donde se venera la tradición y la nostalgia.
Se va el Bazar Victoria, después de cien años de surtir de clavos, puntillas, sartenes y botijos y jaulas de grillo y huevos de madera para zurcir calcetines, a media Sevilla.

Poder ir a comprar el bote de pegamento para los trabajos de "pretecnología" de mis hijos en el mismo lugar donde mi abuelo compraba un trompo cuando tenía su edad es un lujo. Sentar a un niño en el largo mostrador de madera gastado,  en el mismo sitio, en la misma madera donde a su bisabuelo lo sentó su padre tiene  un valor intangible, pero no menos cierto, que un cuadro de Murillo.
Ahora van a destruir todo eso para, triste paradoja, poder ampliar el recinto destinado al "museo" que pretende hacer la Cajasol en ese lugar. ¿Qué sentido tiene crear un museo destinado a exponer obras de arte y destruir una obra de arte viva e imposible de reemplazar?

Pero esto es lo que hay.









4 comentarios:

  1. Hay que destacar que los responsables de esta maravilla han hecho todo lo posible por negociar una nueva renta, más actualizada. Es decir, no han pretendido seguir en el mismo sitio con la renta antigua que tenían previa a la nueva ley, tirando de argumentos emocionales y demás: han estado dispuestos a pagar más. Pero el banco que es dueño del local no ha querido, al parecer tenían claro y era prioritario para ellos lo del museo. Paradójico, como bien dices.

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    1. Gracias Susana. Efectivamente, eso hace aún más patente la falta de sensibilidad en este caso.

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  2. Magnifico articulo, que expresa muy bien la relacion del patrimonio inmaterial vivo con la poblacion que lo disfruta. Efectivamente, cómo es posible esa falta de sensatez y sensibilidad? Destruyen un patrimonio cultural vivo en nombre de la creación de un museo para exponer obras patrimoniales. Está clarisimo cual es el interés del banco, lo triste es que su interés sea lo que prime.

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    1. Qué pena que se cierre definitivamente. La Ciudad y sus instituciones no han sabido estar a la altura. Gracias, Isabel. Saludos.

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