viernes, 16 de noviembre de 2012

Una tarde tonta

Ayer que tenía una tarde tonta por delante (rara avis, no estaba planificada) y no estuvo mal. Dormí un poco la siesta, de la que me despertó, y se lo agradezco el perito de la compañía de seguros, al que tuve que acompañar a la casa del vecino para ver unas humedades que al final no existían. Reyes se llevó a los pequeños a "devolver" a otro que había comido en casa. Y Reyitas se quedó con mi suegra, que también había venido a almorzar (hubo overbooking). Aproveché y me fui a correr, sólo veinte minutos, no creáis, aunque dada mi vejez avanzada debo "calentar" antes, pues si no me da un tirón a la primera zancada. Oh tempos en que hacía deporte a lo salvaje y sin tantas tonterías.
Eso sí, correr por la Avenida a las seis de la tarde es ir saludando a media Sevilla. Después me llegaron comentarios al respecto. (La próxima vez iré con burka) Esquivo al tranvía, veo la Catedral, los jardines de Murillo y regreso por las callejuelas, Aire, Pimienta, Vida, Santa Teresa...hasta llegar a casa.
Ahora tenía a dos a mi cargo, Manolo y Santiago, mientras Reyes acompañaba a su madre de vuelta a casa. Los bañé rápidamente y me los llevé a misa de siete a la Capillita de San José, (qué gozada barroca). Había una misa  por los fallecidos del Círculo de Labradores. Mira por donde pues, también en memoria de mi padre. Me alegré de coincidir. Por suerte para mis dos potros (que arrastraban las sillas plegables sin cesar) no fue larga y me dio tiempo al regresar, de coger la bici e irme al Convento de Santa Clara a un recital de poesías que organizaba la editorial Vandalia. El sitio es único. En una sala, no sé si antiguo dormitorio o refectorio, los poetas invitados recitaron, bastante bien por cierto. Como llegaba con una hora de retraso pensé que casi estaría terminado, pero no, al contrario, tuve la suerte de librarme de la mesa redonda y de escuchar a todos los poetas. Estos estaban en una mesa delante de una gran cruz que presidía, en los frescos recién restaurados, de fines del XVI pienso,  rodeada con todos los símbolos pasionistas: el gallo, la mano, la caña, los clavos, la esponja, las monedas, la palangana y una gran leyenda, In cruce triumphans. Mors morten superavit... Muy sugestivo, ¿no?
Vicente Gallego, Nuria Barrios, Álvaro Salvador... Se creó un ambiente sutil. Muy emocionante los versos de Juan Cobos Wilkins, dedicados a su madre, con alzheimer.

Porque me sujetas, por tí,
me tendrá que esperar la tierra.

Recitó Nuria Barrios como final de un poema de amor.

Y a las nueve y diez estaba de nuevo en casa, donde cené un salmorejo de elaboración propia, y unos pimientos rellenos, de factura materna, umm!

Los niños a la cama. Tuve que tragarme diez minutos de una serie horrenda de teenagers para controlar si tiene o no dos rombos (qué antiguo) y dar mi aquiescencia a que pueda verse sin mi presencia. (Gajes del oficio). A rezar y a dormir todos.
Reyes  madre, terminó de brujulear por la cocina acabando la comida de mañana.
Me disponía a ver dos capítulos de "El ala oeste de la Casablanca". Para picotear, unos dátiles que compré en el Supersol y una copita de una botella de Carlos I, que me regaló mi hermano y que a su vez a él (médico) le regalan. Esta serie me la va prestando un amigo que me la recomendó y me dosifica por capítulos. Voy por el sexto. Me ha sorprendido, tienen unos diálogos  chispeantes e ingeniosos y es bastante “sana”. Vamos que estamos enganchados. Unos más que otros, Reyes se durmió a mi lado nada más empezar...
A las doce menos veinte ya estaba en la cama. Qué pena que no lloviese fuera. Era lo único que faltaba.

y así fue de tonta mi tarde...
                                    
Pero antes de darle a la tecla me pregunto… ¿Y esto a quien le interesa?  
A nadie, eso es cierto.
¿Para qué le doy a publicar, entonces?
Bueno, no pasa nada, quillo,- me tranquilizo- a nadie se le apunta con una pistola para leerlo y a lo mejor nadie lo lee.
¡Po palante entonces!

7 comentarios:

  1. También yo me pregunto cuando le doy al "publicar" a quién diablos puede interesar lo que escribo. Y luego me sorprendo cada vez que alguien como usted o don Ángel van y dicen que les gusta leerlo. Debe ser magia o algo así, a menos que sea cosa del diablo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. En su caso, cosa del diablo seguro que no. O quizá sea al contrario y haya algún Escrutopo por ahí que quiera evitar que le leamos, por razones obvias.

      Eliminar
  2. A mi también me gusta!! Y esto es una tarde tonta?? Qué gozada!!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias, Cristina. La verdad que lo que se presentaba como una tarde tonta terminó muy bien. Pero...cuanto echo de menos estar dando mis clases, que este año, con la puñetera crísis se están retrasando...

      Eliminar
  3. Yo me voy poniendo al día Don Ignacio....

    ResponderEliminar