jueves, 9 de marzo de 2017

¡OJÚ, QUÉ FEAS!

Ayer venía de regreso a casa con Reyes y mis dos hijos pequeños.
Santiago se había confesado por primera vez, en un acto muy emotivo en el colegio, preparándose para su primera comunión.
De pronto escuchamos unos gritos desaforados y vimos una serie de mujeres esperando con carteles y pancartas.
Uno de ellos decía: “No puedo ser la mujer de tu vida, porque soy la mujer de la mía.” Y era una mujer tan desagradable, sinceramente, tan fea, que la contestación que a uno le venía a la mente de inmediato era: “No puedes ser la mujer de la vida de otro…por razones obvias”
A continuación venía la masa de mujeres desquiciadas. Para evitarlas doblé la esquina rápidamente, e intente entretener a mis hijos para evitar que escuchasen los lemas que coreaban, de una grosería inigualable, algo del aborto, algo de follar (sic)

Y yo me preguntaba ¿Dios mío, estas locas, no se dan cuenta?

2 comentarios:

  1. Jajaja, me mató de la risa eso de "No puedes ser la mujer de la vida de otro…por razones obvias”, jajaja, qué manera de escribir las cosas, me caíste bien, te has ganado un seguidor.

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