lunes, 25 de enero de 2016

Santa María la Blanca

Cuando uno entra en la deliciosa iglesia de Santa María la Blanca se sorprende del exacerbado barroquismo que lo envuelve todo. Estuve el otro día por primera tras las restauración. Está espléndida. Me harté de hacer fotos con mi nuevo móvil. La hojarasca de escayola de los hermanos Borja? Roldán? han quedado tras la limpieza de una carnosidad voluptuosa.
EL Murillo de juventud, (que no se llevó el ladrón del mariscal Soult en la guerra de la independencia. por sucio y oscuro creyendo que no era del maestro) nos muestra un Murillo que ya desde joven es un genio. Es un Murillo tenebrista, aún caravaggiesco, pero muy interesante y realmente impresionante; las caras iluminadas por la luz central, el protagonismo de la blanca mesa, la expectación y asombro de los apóstoles...







 Esta piedad de Luis de Vargas luce maravillosamente tras su restauración, muy italiana, muy romana, muy emotiva.


Los lunetos son dos copias de 1970 para suplir los robados por el francés y que hoy están en el Prado. ¿Para cuando una iniciativa que trate de reponerlos a su sitio original? El Prado no perdería mucho con ello y se restañaría una herida en la historia del arte.



Esta pequeña tabla del sagrario es de un seguidor de Morales el Divino, bien pudiera ser un original.


6 comentarios:

  1. Bueno, el Prado sí que perdería mucho con ello. Yo es de las obras que intento ver siempre que voy allí. ¿No os vale con las copias?

    ResponderEliminar
  2. Eso denota tu buen gusto, Ángel.
    Todo es relativo, no perdería gran cosa en relación al enorme conjunto que es el Museo, inabarcable en breves estancias. En este caso concreto, creo que sería muy acertado colocar las obras en el lugar para el que fueron pensadas por el propio autor ya que seguirían cumpliendo su función iconográfica y de culto, en una iglesia que sigue siendo tal y que fue injustamente expoliada. Ahora, tras la restauración, con todas las garantías para su conservación. Sobre todo porque el desplazamiento no sería una pérdida para nuestro patrimonio, ya que seguirían estando en casa (me refiero, mal que le pese ahora a muchos, a España) y serviría de gancho para que volases a Sevilla.

    ResponderEliminar
  3. Me muero de ganas de ir a Sevilla, tú ya sabes.

    ResponderEliminar
  4. Me muero de ganas de ir a Sevilla, tú ya sabes.

    ResponderEliminar
  5. Te esperamos con los brazos abiertos.

    ResponderEliminar
  6. Te esperamos con los brazos abiertos.

    ResponderEliminar