lunes, 16 de marzo de 2015

Discreción

Pilar sale de casa muy ufana, porque se ha coloreado las uñas con unas pinturas que le regalaron por su cumpleaños. También lleva unos zapatos nuevos. Cuando está en la puerta se detiene un instante, duda pero prosigue, y le dice a su madre: Iba a ponerme la corona (una de purpurina también recibida por su sexto cumpleaños) pero mejor no mamá, que van a ir diciendo por ahí: ¡Mira, la reina!¡Mira, la reina!

Hasta para ella, eso iba a ser demasiado.

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