miércoles, 25 de mayo de 2016

No hay que perder detalle.

Pilar me llama insistentemente. Yo le doy largas porque estoy en mis cosas. Al final accedo con desgana.
Es para una tontería.
En el baño ha colocado sobre la pared unas figuras de colores formando una ciudad. Me asombro, me admiro, manifiesto incrédulo que lo haya hecho sola…
Ella está encantada de su obra y asegura que no le ha ayudado su hermana mayor. Yo lo niego, ella lo corrobora.
Seguramente he pasado antes por ahí, y he visto los recortes de plástico pegados a la pared  como todos los días después del  baño, sin fijarme que hoy, al menos para ella, tienen una disposición especial y le ha dedicado mayor esfuerzo al diseño urbanístico. Y es verdad, en su pequeñez, está bonito.

Me culpo de no fijarme en los detalles, esos detalles que son la urdimbre de la vida.

No hay comentarios:

Publicar un comentario