domingo, 23 de agosto de 2015

CAMINO I: Los preparativos

Cuando nació Santiago me vino la idea de hacer el Camino, cosa que antes no me había llamado demasiado la atención. Pensé que sería una gran experiencia hacerlo toda la familia junta. Claro que había que esperar a que tuviesen una edad apropiada. Largo me lo fiais- pensé, máxime cuando al año siguiente nació Pilar. Para más inri, “Pilar” y “Santiago”; qué nombres más vinculados a todo esto y por casualidad, mi madre se llama Pilar y mi cuñado Santiago, nada que ver, pues, con España, Aragón, Compostela y los diversos patronazgos, aunque me encante y no deje de felicitarme tales coincidencias.
Pero como todo llega y además con gran rapidez, ahora con siete y seis años los más pequeños pensé que podía ser el momento. Algunas voces eran contrarias... ¡los niños tan chicos no resistirán! decían algunos! ¡imposible! otros. Mi madre se unía al coro - pero niño, de verdad que vais a andar veintitantos km cada día, eso es una barbaridad-
Lo veremos, pensaba, confiando en la resistencia de los enanos, y que no me dejarían en mal lugar. Creo y la experiencia me lo confirma, que tenemos a los niños hiperprotegidos y que nos asombraríamos de las capacidades que realmente tienen.
Lo comenté con varios amigos y Gerardo y Sara recogieron el guante hace unos meses.
También Rafa y Asun. Sara se ofreció a organizar la intendencia, estancias, autobús…
Pasó algo más de un mes, con el ajetreo habitual ya me había olvidado casi, pensando que la cosa se había enfriado, cuando recibo un correo electrónico, donde se nos informa de que está reservado el Pazo da Pena, en Melide, a expensas de confirmar, la primera o segunda semana de agosto. No lo dudé un instante. Allá vamos, - reserva- contesté y Rafa y Asun también. Realmente de chiripa no nos quedamos sin viaje ya que el correo de Gerardo tenía mi dirección equivocada y se llevó varios días en el limbo. Gerardo pensaría que no me interesaba ya y yo que todo quedó en agua de borrajas. Gracias a un tema jurídico que llevábamos en común y una reunión en su flamante despacho, (pedazo de bufete, dicho sea de paso) salimos de la confusión.
Teníamos que coordinar todos las vacaciones, lo cual no es fácil, pero había interés, y quedó en firme la primera semana del mes de agosto para realizarlo.
Con esa excusa se creó el grupo de whassap "Camino" con su concha amarilla como logo. Fernando y María, se enteraron en la fiesta del colegio, y se adhirieron también. Espléndido, con ellos el pazo estaba completo. Tuvimos que denegar la entrada a otras familias, ya que no había suficientes habitaciones, y realmente a muchos que se le comentaba, les apetecía el plan.
Íbamos con “red”, por supuesto, ya que con la caterva de niños no se puede uno arriesgar.: sitio fijo de estancia a mitad de camino entre Sarria y Santiago y un microbús que nos llevaría cada día a la salida y nos recogería a la llegada, amén de acudir en auxilio a mitad de cada jornada si fuere necesario.
Al final, 18 personas, cuatro matrimonios y 10 niños: un gran equipo.
Todos conocidos y todos gente "normal", sin tonterías, manías, ni pretensiones o extravagancias y dispuestos a colaborar, como se demostró a lo largo del viaje. Eso es fundamental para que todo salga bien, como te toque un intransigente, un perfeccionista o unos padres tontorrones, te dan el viaje…
Tras los pertinentes asesoramientos en internet, nos pertrechamos de todo lo necesario, zapatos de andar, cremas anti ampollas, tiritas; viajes a Decatlon, a por mochilas, bastones, chubasqueros...
Sara nos avió con un gran bolsón de zapatos de montaña para todos los niños que supuso un gran ahorro y Reyes madre los heredó de una amiga, unos buenísimos de esos que valen una pasta y que jamás nosotros hubiésemos comprado. Eso de heredar es una maravilla, y un gran ahorro. ¡Traigan, traigan, hermanos, primos y amigos, que aquí se recicla, se admite y se agradece todo!
Y así con mucha ilusión se fueron haciendo los preparativos, excusas para alguna cenita de amigos y citas en la feria y demás…
Y como todo llega, repito, y con qué premura, hete aquí que nos vimos el día de mi santo patrón con el coche cargado rumbo a Santiago…
(No me enrollo más por hoy, iré poniendo cada día nuestras experiencias, que seguro no interesarán demasiado a nadie, pero bueno, ahí quedan…)

2 comentarios:

  1. Bueno, a mí si me interesan. Este año nos tocaba desde Sarria hasta Santiago, es el octavo o noveno año (tengo que mirar las fotos para eso) desde que lo empezamos, en Somport, Huesca. Por enfermedad lo hemos aplazado para el año que viene, pero es una experiencia muy buena, al menos para mí, claro.Ya contarás. Yo pondré alguna foto de otros años, como casi siempre hago en verano.

    Un abrazo

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    1. Gracias JL. Es una gran experiencia. Casi podíamos haber coincidido. Siento lo de la enfermedad y espero que ya esté superada.Seguiré contando. Un abrazo

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