viernes, 24 de enero de 2014

En el restaurante de moda.

Fuimos al restaurante de moda, donde nos recibió un negro con un turbante, no tan alto y tan sofisticado como el de otro restaurante de moda de la ciudad, pero en fin, daba el toque distinguido que se pretendía. (No sé como solicitarán este trabajo en los anuncios: " se necesita negro decorativo y buena presencia para recepción", no creo que este permitido...).
No es muy grande y estaba muy buen puesto, con sus mesas demasiado pegadas al vecino, y unas copas de cerveza enormes como cubas.
En medio del local, supongo que será de lo más in, había un tío con unos cascos y una mesa de esas de música, con muchos botones, cables y alta tecnología, emitiendo música ambiental. El problema de la cercanía de los comensales se resolvía sólo, ya que no se escuchaba ni a unos ni a otros, siendo todo una elegante algarabía. Daba apuro rogar que se bajara la música ya que era como no saber apreciar la ultraprogresía con la que nos regalaban...
La carta ininteligible, lo dulce salado y lo salado dulce, el bombón de no sé qué era una papada de cerdo, el no sé qué al chocolate, era una carrillada, el crujiente de lomo relleno, era un San Jacobo... como los camareros, jovencísimos, delgadísimos, supongo que con varios idiomas y másteres diversos, (se buscan camareros anoréxicos y espirituosos, dirá el anuncio) eran amables nos tradujeron la cuestión al castellano tradicional y pedimos una comanda que fue muy acertada.
La comida muy buena. Los postres excelentes y el ruido ensordecedor.
Como era una reunión de los amigos de siempre, de los que hacía largo tiempo que no veíamos, nos reímos de todo, charlamos de todo, y parecía que estábamos todavía en la cafetería de la facultad.
En resumen, una velada muy agradable a pesar de la modernidad...

2 comentarios:

  1. Camareros anoréxicos... Qué curioso. Copio tu entrada en mi sección de fichas sobre el ensayo que más me gustaría escribir: Hambre y hombre.

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  2. Creo que existe una guía de Londres con los restaurantes en los que no ponen música, supongo que también la habrá con los de aquí. Mucho supongo, creo. Ojalá.

    Un abrazo

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