miércoles, 15 de enero de 2014

15 de enero.

Como un niño ante el escaparate de la pastelería, veo un montón de libros alineados en la estantería del despacho de mi amigo. Como me suenan, me dirijo a ellos flechados, y efectivamente, alli está flamante, la colección de la Isla de Siltolá, con sus bellas ediciones ajedrezadas.
Como al niño al que le dicen entra y atiborrate, me incita a que me lleve todos los que quiera. ¡Umm!. No se por donde empezar. Me gustaría decir: ¡todos! pero mi esmerada educación me lo impide y elijo apresuradamente, como al desgaire: Enrique Baltanás, Suso Ares, Corina Dávalos...
Ya en casa abro el de Pablo Moreno Prieto,http://siltola.blogspot.com.es/2011/04/pablo-moreno-y-juan-pena.html, que yo no conocía y me deslumbra.

15 de enero

El corazón tiene una forma extraña
de nombrar lo perdido. A cualquier hora,
sin saber bien qué aroma o sortilegio
la despierta, te ronda la inquietud
de una imágen antigua y que creías
olvidada. Han vuelto en esta tarde
otras tardes guardadas no sé dónde,
un trajín de peroles al fondo, con su olor
inmemorial a leche hirviendo en la cocina.
"Así huele mi infancia", pienso con inquietud
al comprobar la fecha de este día:
hoy hubiera cumplido abuela Antonia
los cien años.

P. Moreno Prieto.

2 comentarios:

  1. Muy buen poema, pero se ha dejado los dos mejores: Sergio F. Salvador y Jesús Cotta.
    Saludos,
    Pedro.

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    1. ¡Deseando estoy! En la próxima iré a por ellos, sin duda. Gracias.

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