FERIA II
Es una fiesta inexplicable. Hay que vivirla.
Han sido unos días esplendidos. Me lo he pasado en grande. Me he reencontrado con amigos que no veía hace mucho. He bailado con mis hijas, que han amortizado las clases de sevillanas, también con mi madre y con mi mujer.
Un día de feria es una eternidad, cuando uno se refiere a ayer parece que fue hace un siglo , de tal modo se acumulan las experiencias vividas en tan pocas horas…
A Pilar se le cayó su primer diente en la caseta. Lloraba porque lo había perdido y el Ratón Pérez no le iba a traer nada. Hubo que convencerla de lo contrario y costó lo suyo.
En la caseta del Círculo, (ya sin niños) cantaba flamenquito un tal Juan Peña, de Jérez, con bastante gracia, por cierto. Una señora famosa, ex esposa de un famoso, estaba sentada, en una mesa. Veo asombrado, como otra señora (ésta no famosa aunque sí muy arreglada) le insta a hacerse una foto con ella, a lo que amablemente accede, en vez de mandarla a tomar viento fresco… gajes del oficio supongo.
Mi pasmo fue en aumento, porque al rato, entre copas y bailes, veo a mi mujer con sus amigas muertas de risa, retratándose también con ella. Foto que ha circulado por los whatsapp de unas y otras.
Pero no queda ahí la cosa, al poco veo, entre el baile y la jarana, a mi amigo VL, siempre tan serio y comedido cual maestrante de caballería que es, prácticamente abrazado a la guapísima famosa, que, a pesar de los años, hay que reconocer que está esplendida. ¡Los efectos del rebujito!. Otra foto que corre, entre guasas, por los whatsapp de las amistades…
Saludo a un compañero del colegio que no veía desde el idem… Hace una friolera de años ya…
Y me asombro se colmó cuando, al día siguiente, me entero de que ese compañero de clase es el actual novio de la bella famosa del papel couché. ¡Cosas de la vida, cosas de la feria!
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