martes, 31 de diciembre de 2019

Es la hora de las rosas ¡Felices veinte!

Dios nos  ha dado un tiempo tasado, limitado, para hacer el bien antes de la eternidad. Carpe diem.

Henry Fantin Latour. Rosas.

Soneto "Para Helena"
(Pierre Ronsard. S, XVI)
Cuando seas anciana, de noche, junto a la vela
hilando y devanando, sentada junto al fuego,
dirás maravillada, mientras cantas mis versos:
«Ronsard me celebraba, cuando yo era aún hermosa»,
Ya no tendrás sirvienta que tales nuevas oiga
y que medio dormida ya por la labor
se despierte al oír el sonido de mi nombre,
bendiciendo el tuyo con inmortal alabanza.
Yo estaré bajo tierra, y fantasma sin huesos
reposaré junto a la sombra de los mirtos,
y tú serás una anciana junto al hogar encogida.
Lamentando mi amor y tu desdén altivo
Vive, créeme, no aguardes a mañana:
Coge desde hoy las rosas de la vida.

lunes, 23 de diciembre de 2019

FELIZ NAVIDAD 2019



Una mula con su aliento
calienta la noche fría

Qué contenta esta María
con el niño en su regazo

El buey no les hace caso
y se entretiene en mirar
la pluma de un angelito
que ha caído sobre su hocico
y le hace estornudar

San José con mucho esmero
(se nota que es carpintero)
y no se le escapa una
con tablones olvidados
y tres clavos oxidados
le hace a su hijo una cuna

(Ay,  dos tablas y tres clavos...)


Y comienza a lloviznar
en el establo hay goteras
San José se desespera
y pide al niño un milagro.
El sol sale por ensalmo
y todo empieza a brillar.
Reluce el oro del heno
como a la Virgen su pelo
fulgen los ojos del niño
como si fueran luceros

¡Todo es un puro esplendor
todo un ascua de candor
un remanso de humildad
todo luz, todo verdad!

Pero no olvide el que pase
y sé admire de esta escena
qué entre una mula que pace
y un buey, esta Nochebuena
es todo un DIOS el que nace.


jueves, 5 de diciembre de 2019

Spem in alium nunquam habui praeter in te


Marta, Marta, andas inquieta y preocupada con muchas cosas; solo una es necesaria. (Lc 10 38-42)



Ayer salió elegida la candidatura de la Junta del Círculo de Labradores de la que formo parte como vocal de cultura. La semana pasada fue el Certamen de Nuevas Voces Ciudad de Sevilla, donde me estrenaba como presidente de la ASAO. Son días intensos de organización, preparativos…
Estos son grandes satisfacciones, qué duda cabe, pero a ello se ha juntado el cam
bio de mi puesto de trabajo; me llevan a asesoría jurídica, una labor rutinaria que detesto.
Ayer me llegó  en un grupo de wassap una foto de mi hijo mayor, hoy hace Primero de Telecomunicaciones, con cuatro o cinco años, junto a tres amigos, en la feria, sentados en un cacharrito, con las piernecillas colgando y unas sonrisas conmovedoras , ingenuas y francas, tras ellas los huecos de los dientes que se llevó el Ratón Pérez. Me afectó por lo que tiene de tempus fugit, ido, inaprensible, irretornable…
Espero el Cielo, que me consuela de esta desolación de lo presente.
Mientras estaba en la Asamblea y el escrutinio, toda la tarde de ayer, a mi hija que está en COU, nuestro COU, le imponían una medalla de hija de María como despedida del Colegio, que llevará toda la vida y recordará con emoción como testimonio de estos tiempos puros y gráciles de la juventud.
Yo no estuve allí y veo los vídeos de las canciones a María, en que aparece junto a sus amigas, oh, los amigos irremplazables del colegio, con la mirada elevada al altar, como flores recién abiertas, frescas y bellas.
Y me viene a la cabeza, como un ritornello, Marta, Marta…


(Mientras escribía escuchaba el maravilloso Spem in alium de Tallis, que con mis mejores deseos para el adviento pongo aquí:




jueves, 7 de noviembre de 2019

Balcón privilegiado.

Por mis huesos, que ya me gustaría a mí estar junto a la varandilla por siempre ¡y mis sucesores también!



sábado, 2 de noviembre de 2019

Día de otoño en Sevilla


Antes lo difícil era dejar a los niños en casa para salir, ahora lo difícil es conseguir que alguno de los mayores no salga para que se queden con los pequeños. Hoy hemos tenido suerte y como Ignacio (que acaba de entrar en Teleco) tenía que estudiar se ha quedado con Pilar, también Manolito porque había Betis en la Tele.
Hemos comprado nuestras entradas on line, la mejor fila y ya sin agobios, en nuestras bicicletas, Reyes y yo nos hemos ido ¡al cine! Sólo la ponían en el Nervión Plaza, justo al lado, como los romanos en el circo, se escuchaban las voces de los enfervorizados hinchas del Sevilla.
Mi Coca Cola, mis Pasarratos y mis kikos…Umm, nada comparable a cuando se apagan las luces y comienza la sesión.

En Un día lluvioso en Nueva York, recuperamos al mejor Woody Allen. Qué delicia, que frescura, que chispeante; los diálogos, los escenarios de una ciudad espléndida, los actores jóvenes. Lo mediocre de WA, al menos para mí, es mejor que la mayoría de lo que hoy podemos ver, lo bueno es que es buenísimo. Frente al pesimismo de sus últimas películas este maestro de hoy nos recuerda al jovial de las primeras, alegre, positivo, brillante. Hemos salido del cine encantados.
Para celebrarlo nos hemos tomado una copa en una abacería cercana a casa, De Bellota, en la plaza de la Pescadería, cuyo local nuevo acaban de inaugurarl. Sus chacinas son exquisitas y sus quesos y pates.  Me he tomado una ostra (sí, sólo una) que estaba de muerte y el próximo día me he prometido tomar 10 gramos de caviar. Hoy me ha parecido excesivo. Realmente por un módico precio podré escribir una entrada de este blog titulada “Entre ostras y caviar” que suena tan glamuroso como las escenas de la propia película de Allen.
En casa Pilar dormida en el sofá, con ese hermoso descuido de un niño que sueña, y el Betis, ha empatado nada menos que con el Madrid en su casa. Estamos de enhorabuena, Manolito de buen humor.
¡Esta noche todo parece rodado!  






jueves, 17 de octubre de 2019

Triduo a Santa Teresa





Tras la puerta tachonada el silencio.
Queda fuera el ajetreo mundano, el trasiego de turistas. Tal hace más de cuatro siglos tiemblan las candelas alrededor de la Custodia y temblamos también nosotros.
Oscuridad, penumbra, sosiego, oración. Un olor a cera, incienso, jazmines del compás invade la atmósfera callada.

Está abierta la pequeña celda donde se exponen los objetos que usó la madre Teresa, sencillos, humildes, encantadores como ella y el único retrato de una mujer que a sus 61 años aún tiene el resabio coqueto de considerar que no le hace justicia.

NADA TE TURBE
NADA TE ESPANTE
DIOS NO SE MUDA







Verdadero retrato de santa Teresa pintado por Fray Juan de la Miseria. La Santa a sus 61 años se encontró"fea y legañosa"


Capa con la que murió la Santa en Alba de Tormes en 1582, que se ponen las embarazadas para pedir un feliz alumbramiento.

Autógrafo de Las Moradas

Constituciones del convento de la Encarnación de Ávila de antes de la reforma teresiana.






Cilicio de cerda usado por la Santa.


Tambor que usaban en las fiestas la Santa y sus religiosas.

Ladrillo de la celda de la Santa en el convento de la Calle Zaragoza

jueves, 10 de octubre de 2019

HERBARIO DE SOMBRAS


Asistimos ayer a la presentación de "Herbario de Sombras" el último poemario de José María Jurado.
Una edición exquisita de Abel Feu y "Los papeles del sitio". Cuidadísima, papel de calidad, sobrecubierta, tipografía escogida, colofón con corona de hiedras y guiños a Juan Ramón y a Humboldt. Da gusto tener entre las manos un ejemplar tan delicado, tan mimado por autor y editor en su diseño. Recuerda a esas impresiones de la Edad de Plata española de principios de siglo pasado.
Pero es que el contenido no le va a la zaga. JMJ es un poeta de una gran profundidad  y una musicalidad y un ritmo fuera de serie. Se leyeron poemas subyugantes que crearon una atmósfera de silencio y emoción. "Todo pierde su peso cuando muere quien lo ama" qué hallazgo. Inmenso "Cerrar una casa" dedicado a la muerte del padre. (Para la segunda edición de EGM del imprescindible "tu sangre en mis venas")
Los presentadores, Marta, el decano, muy bien y Lutgardo, como siempre fuera de serie, su "retrato" del autor, ingenioso, certero, divertido e insuperable.
Beades, Lamillar, Victor Jiménez, entre otros, al final de la cervecita Gonzalo Gragera, se reunieron en este evento, el propio Abel y el grandísimo Toi Junco, poeta de la imágen y la palabra.
Suerte de haber estado allí.
Recomiendo adquirir el libro antes de que se agote.




viernes, 4 de octubre de 2019

Vida cotidiana


Estoy en la oficina y me llegan los mensajes del grupo "familia":

[4/10 11:01] Manolito: Mama
[4/10 11:01] Manolito: Los bocadillos de chorizo no me gustan
[4/10 11:02] Manolito: Sabes

[4/10 11:02] Mamá: Cambiaselo a santi
[4/10 11:02] Mamá: Te has llevado el de santi
[4/10 11:02] Mamá: Los tuyos son de mortadela con aceituna
[4/10 11:02] Mamá: Sabes?



viernes, 27 de septiembre de 2019

Una habitación de hospital

Todo esterilizado, higiénico. Pasillos relucientes, ascensores de acero, luces frías.
En la habitación, como una llama débil, yace la anciana.

Abre a veces los parpados y deja vagar su mirada vacía. Es como el pábilo a punto de extinguirse, con esa luz azulada que parece acabada y al instante se reaviva con una tenue candela agotada y trémula.

Sabemos que lleva así varios años, aunque ahora ya no admite alimentos, esos que les han sido aportados diariamente varias veces al día con paciente minuciosidad.

Con tres hijas pequeñas muy seguidas, la familia, vio como la abuela, activa y jovial, se convertía en una niña más, pero mientras aquellas espigaban esta desaprendía.

En este lugar nosotros aprendemos mucho. Los héroes sencillos nos enseñan donde está la verdad.

Cuando a los niños no se les deja nacer, ahora que a los viejos se les quiere apresurar la muerte, veo la mano delicada de la hija sobre la frente de la anciana demente que le peina los escasos cabellos lánguidos.

Salgo reconfortado, tras presenciar, en una aséptica habitación de hospital, toda la belleza y toda la esperanza del mundo.

jueves, 19 de septiembre de 2019

Conversaciones en el Salvador

Mientras se ponía el sol en el Aljarafe, comenzamos a charlar de lo divino y humano. Sin darnos cuenta, seis cervezas mas tarde, había oscurecido por completo. 
Foto de JMJ
Con José María Jurado, gran poeta, ingeniero de telecomunicaciones, mente privilegiada, estuve en amena conversación durante dos horas en mi azotea.
Es una maravilla dejarse llevar, saltando los temas, sin cansancio, sin apercibirse del paso del tiempo. Pasa cuando hay una afinidad espiritual en la que  el tiempo se desliza y el tono se acompasa.
Me ha ocurrido ayer y otras veces... recuerdo la calurosa tarde de junio con AR en este mismo sitio o con AP o con EGM, con los que tras largas parrafadas, aún nos quedan cosas en el tintero con las que largo y tendido.
Más tarde abrí uno de los libros que me regaló, Gusanos de Seda, fue el culmen de una tarde magnífica.
Qué bien.

lunes, 16 de septiembre de 2019

SAN ISIDORO DEL CAMPO

Hay en Sevilla joyas que casi desconocemos. San Isidoro del Campo es una de ellas. Monasterio fundado en el siglo XIII, por Guzmán el Bueno, panteón de esta familia hasta nuestros días acoge en su interior obras maestras. Traigo aquí fotos del patio mudéjar, una espléndida Virgen de la Antigua y sobre todo del inmenso retablo de Montañés. Hay cientos de obras que merecen la pena. Esto es sólo para abrir boca.









domingo, 8 de septiembre de 2019

VIVIR ASÍ...

¡Oh pobre Paqui! cómo lloraba voluptuosamente reclinada en el sofá-cama.

Había terminado de recoger la cocina, se había quitado el uniforme y las lágrimas recorrían su lindo rostro de diecinueve años como si de una dolorosa del barroco sevillano se tratase.

El niño que la sorprendió salió precipitadamente lleno de asombro y tristeza.
¿Qué podía hacer sufrir así a la dulce muchacha?

"Siempre me voy a enamorar de quien de mi no se enamora"... a través de las ondas, desde la habitación de servicio,  llegaba la voz aflautada y melancólica de Camilo Sesto.


domingo, 1 de septiembre de 2019

Último día de verano




Dónde están las risas de los niños que juegan en las olas 
Dónde la pandillas adolescentes que  intercambian corazones
las sombrillas de colores
Donde el señor que lee el periódico 
y el olor a bronceador, los gritos de la gente entre la espuma, las infinitas  piernas morenas, el negro que vende los pareos y las gafas de sol y relojes baratos.
Donde  esta la señora con la sandía y el que disfrutó de los filetes empanados bajo el tenderete, dónde estoy yo, el de la foto con diez kilos menos y mil cien ilusiones por cumplir
Dónde fuiste verano
En la puesta de sol de la playa vacía las gaviotas se ríen de mí melancolía.
Ya llegará otra vez el verano que viene.

domingo, 25 de agosto de 2019

Sanlúcar, puesta de sol.




El día se despide del mar con el beso del sol que en el horizonte descansa levemente sobre la línea azul. Cuando la tangente entre plano y esfera es perfecta se produce un instante de sosiego y sobrecogido el mundo, callan  las nubes, las olas y las aves.
Entonces comienza a sumergirse inexorablemente.
La brisa mueve las olas y las gaviotas sobrevuelan oscuras en bandadas que graznan sobre el mar de plata.
Unos muchacho juegan entre las ondas fúlgidas con un balón y se perfilan sus figuras núbiles llenas de vida sobre la tarde malva. Salpican su euforia adolescente y de repente asombrados se detienen cautivados por el enorme fuego que termina de desaparecer tragado por las aguas.
Manso el mar, calmo el aire, tibio el cielo entintado de sangre derramada y oro derretido, se siente intensamente la existencia fugitiva.

martes, 20 de agosto de 2019

Cuando llegue el Apocalipsis que Dios me coja confesado, y punto.


Estoy encantado con el cambio climático. En Sevilla llevamos dos veranos maravillosos en los que las noches infames en las que la que gente sacaba los colchones a las azoteas han desparecido. Estamos empezando a usar las “rebequitas” en los atardeceres de julio y dentro de poco quizá hasta tengamos que hacernos con ropa de entretiempo, esa que hace tan elegante a la gente de San Sebastián cuando pasean por la Concha. En fin, una delicia.
Nunca he reciclado nada (¡ni Dios lo premita! como decía nuestra gran Lola de España) y visto lo visto pienso seguir así. ¡Qué reciclen ellos! (esta vez Unamuno).

Con ellos me refiero a la progresía  de siempre y a los príncipes que no quieren tener familias numerosas por no emitir Co2 pero que van de un casoplón a otro en aviones privados, o que prestan sus yates a niñas imbéciles para que vayan a América. Pobre Greta, como siga así, en pocos años la veremos como esas muñecas destripadas que alguien dejó olvidada tras el arcón polvoriento.

Otra de las grandes alegrías que nos depara el terror milenarista de moda, siempre tiene que haber una espada de Damocles que penda de la humanidad, es la fobia a los aviones. Dentro de poco cuando volemos lo haremos sólo la gente normal que comemos y bebemos y tenemos los niños que podemos sin grandes problemas de conciencia. Aviones vacíos en los que nos  servirán copas de vino y filetes poco hechos azafatas tontas y hermosas, de larguísimas piernas como las de antes, o a ellas, azafatos rubios y atléticos, totalmente zotes también.

Qué maravilla, entonces sí que merecerá la pena viajar. Seremos tan pocos que podremos llevar, sin problemas de espacio, nuestras grandes maletas de pellejo de antílope, y nuestras esposas, sus lustrosos abrigos de piel de nutria, visones o martas cibelinas.

Por tanto que nadie ose quitarme mi gran cubo de basura multiusos donde junto a las mondas de patatas, latas, papeles y envases de todos los tipos y materiales, encesto otro botellín de cerveza vacío. Y van ya... 

lunes, 19 de agosto de 2019

La entrega de las llaves


De una manera natural llega el momento en que dejamos a los hijos solos en casa. Nosotros en Sanlúcar no hemos tenido que llevarlos. Cogen su autobús, duermen en Sevilla y hoy salen para hacer el Camino de Santiago los dos mayores.
Reyitas que fue a ver el Betis (yo me pasmo desde luego de tamaña afición, que a mí me parece disparatada y más en una niña, pero en fin) es la última que saldrá y esperemos que todo lo deje recogido, apagado, cerrado…
Hace escasos años comenzamos por bajar a tomar una cerveza  justo abajo, pronto el circulo se fue abriendo cien, quinientos metros… el móvil siempre conectado. Al final la zona se amplió a toda la Ciudad y desde ayer, ya, han tomado posesión de las llaves y se quedan en casa sin nosotros.
Esto significa que ya no somos padres de pañales y cochecitos (por otra parte, gracias a Dios) lugar que ocupa otra generación. La entrega de las llaves significa que somos indubitablemente ¡padres maduros!

lunes, 12 de agosto de 2019

NO ERAN PRECISAMENTE ALEJANDRO MAGNO



Tras la última carrera de caballos, que es un momento fugaz de una hermosura inigualable, se levanta el viento y la playa se va quedando vacía.
Es mi momento. En mi silla playera veo ocultarse el sol tras la línea del mar y pintarse las nubes de todos los tonos del amarillo al rosa: naranja, bermellón, malva, violeta, cárdeno.
Pongo en mi móvil un lieder de Strauss, un aria de Puccini, un nocturno de Chopin… verdaderamente impagable.
Hoy estaba solo, casi solo…
Una última familia rezagada plegaba la sombrilla y recogía los bártulos cuando la niña llego quejándose de que no encontraba las chanclas. Eso fue el acabose.
Todos se pusieron histéricos como si la pequeña de seis años hubiese cometido el mayor de los delitos.
Los gritos, las quejas, los insultos, las amenazas.
El sol se iba poniendo lentamente mientras veía al contraluz moverse a la panda de ordinarios, padres, tíos y sobrinos, de un lado a otro y vociferando sin cesar en busca de las puñeteras chanclas. Ellos pronuncian shanclas.
Tuve que apagar la música, era inútil.
El padre: No sabes la mala leshe que tengo por el cuerpo ahora
Y se lo repitió tres o cuatro veces con ira. La chiquilla se encara y le grita con todas sus fuerzas ¡¡¡que yo no las he perdiooooooo!!!
La madre gorda y vasta: La huscha se va queda vasia. Eso lo paga tú. No se te puede comprá na de marca!!!
La tía desde lejos:  ¡¡¡dejarlo ya coñooo!!!
El padre: ¡¡¡pero cómo es que vas a la orilla y vuelves descalza!!!¡¡¡ Que hija de puta!!!  Y repetía- no sabes la mala leshe que tengo dentro.
Mira y señalaba una foto del móvil -en la última carrera las llevaba puestas- ¿Pero donde las metíoooo?
Miraban en las bolsas, escarbaban en la arena… ¡que no, que no, que eso se lan llevao! - decía la tia gorda y embarazada. Voy a mirá en esos montoncitos de arena donde las niñas han meao
Yo no daba crédito. Estaba junto a mi hijo Ignacio los dos callados y asombrados en la penumbra. No nos queríamos ni mover.
La pobre niña (que debía estar acostumbrada porque ni lloraba ni nada) se acercó -¿habéis visto unas schanclas der Betii?
En fin un despropósito. Me daban ganas de haberles dicho ¡¡¡tomad el dinero de las dichosas chanclas y quitad vuestras sucias manos de mi sol!!


sábado, 10 de agosto de 2019

Primera vuelta


Estoy hoy día 10 de agosto de 2019 en Sanlúcar de Barrameda. Acabo de llegar de Portugal donde los grandes navegantes habían descubierto nuevas rutas circunnavegando África.
Desde la terraza que da la Calzada veo las cúpulas de las iglesias y el blanco convento de Capuchinos y sobre todo se elevan las araucarias salpicando aquí y allá el caserío como heraldos de la vinculación ultramarina de esta ciudad.
Como hoy es la conmemoración de la salida de Sevilla de las naves que dieron la primera vuelta al mundo todo cobra significación. Estos arboles vinieron de allende los mares. Aquí terminaron de pertrecharse las naos y salieron definitivamente para la gran epopeya. Como español me siento orgullosos de ello.
Desde la desembocadura del Guadalquivir evoco la memoria de los héroes y honro su audacia y valentía.
¡Luminosas almas, Salve!

lunes, 29 de julio de 2019

Hijo único

El fin de semana Santiago se queda como hijo único, lo cual no le ha sucedido en sus once años de vida. Siempre rodeado de hermanos que le quitan protagonismo.
Se siente feliz, aunque él siempre es feliz, pero ahora más. Pega brincos, charla, y no para de exigir:
un helado, un paseo, un montadito... A todo accedemos, total por una vez lo convertimos en un niño mimado, sin que sirva de precedente.
Nos obligó, a su madre y a mi, a salir ayer domingo a las seis y media de la tarde. Estaba Sevilla vacía. Qúe pereza, pero lo logró. Iba encantado, nos tomamos un pastel de trufa y nata en La Campana y paseamos por la vieja judería visitando los patios secretos y silenciosos de las callejas vacías, la verdad que una delicia.
Después de misa se tomó unas tapas, mientras yo tomaba una cerveza y terminamos viendo una película en la azotea, Green Book, proyectada en la pantalla grande de la pared encalada, cual un cine de verano, entre las matas de jazmines y glicinias. Al final hasta tuvimos que taparnos con las mantas pues corría un aire maravilloso para estas fechas.
De madrugada regresó Manolo de su regata en Pontevedra ¡a las cinco de la mañana lo tuve que recoger en bicicleta! y esta tarde llega Pilar. Poco a poco la casa va recobrando el bullicio de siempre. Reyes llega el martes de su campamento e Ignacio parte mañana para los Mundiales en Rumanía.
Santiago vuelve a ser uno más.
 No está mal recordar que somos únicos de vez en cuando, pero sin olvidar nunca que somos uno más ¡ni más, ni menos!

jueves, 4 de julio de 2019

Papá mío, historias americanas de ida y vuelta.

Exposición sobre correspondencia americana en el Archivo de Indias.
Nuevo Mundo digno de ser novelado.

Territorios vastísimos, costumbres exóticas, lenguas desconocidas...se construyeron ciudades, con su plaza, su iglesia, su universidad, su imprenta, la civilización, en definitiva,
Todo eso se vislumbra en esas cartas que se exponen. Cada una un tesoro, una caja de sorpresas que encierran historias fascinantes.
La organización de los correos, los barcos, las estafetas, los uniformes, de diario o de gala con alamares bordados en oro y botones con el emblema oficial...todo minuciosamente ordenado.
Vemos los autógrafos de Cristobal Colón, Pizarro, Hernán Cortes, ahí mismo tras la vitrina y no podemos dejar de emocionarnos, pero lo que realmente nos conmueve son las cartas sencillas, ingenuas de los hijos pequeños de un comerciante de Indias.
Tienen seis o siete años y comienzan con un enternecedor Papá mío.
Los veo en un balcón de su casa de la Alameda en Cádiz, mirando al mar. La madre les corrige y les anima a escribir.
Ese papa mío soy yo o cualquier padre de cualquier época. Ese papa mío es la palanca que ha movido el mundo a lo largo de los siglos.
Tomás Ruiz de Apodaca las recibiría en Vera cruz y al ver las letras grandes y torpes de sus hijos pequeños le acuciaría un deseo vehemente de regresar a casa. ¿Cuántos de nosotros no nos habremos preguntado alguna vez en un hotel extranjero, en la habitación solitaria del viaje de trabajo, que demonios hago yo aquí  y no en la salita de casa rodeado de niños que gritan?


Papá mio- dice una-yo me esmero mucho en cumplir con mi obligación en todo para que vm quede gustoso... Su humilde hija María theresa.  Miguelito le reza todos los dias a la Virgen que está en el estrado para que benga con salud y traiga vm una espada para jugar a los toros. Pepita no le pide nada, si no que se cuide vuesa merced. 



No pudo ser. Leo en internet que Tomás Ruiz de Apodaca murió en VeraCruz en 1767 al poco de recibir esas cartas que le acompañarían en sus últimos días.
Pepita, Miguelito y Teresa no lo volvieron a ver.
¿Recibiría su espada a pesar de todo el pequeño Miguel? ¿la embarcarían con sus últimas pertenencias en una galeón y se recibiría en el puerto gaditano, junto a unas piezas de tafetán rosa para los vestidos de Teresa y Pepita, y un mantón bordado traído de la China en el Galeón de Manila, que todavía hoy guardan sus descendientes en una cómoda de caoba de Cuba y cuyas rosas bordadas estallan aun en las noches de feria o cuelgan de la baranda de un palco en una tarde de toros en la Maestranza?

Esas pequeñas historias que tejen el tapiz de los siglos no la sabemos, pero somos conscientes de que son la autentica y verdadera trama de la humanidad que la hace perdurar en el tiempo.



domingo, 30 de junio de 2019

Tarde exangüe de junio


Está la tarde lánguida. No se acaba de ir la luz que remolonea en la pared encalada, se refleja en el cristal de la ventana y me hace cerrar los ojos. Hay un silencio denso mientras el sol desciende este domingo. La plaza esta extrañamente vacía, bajo los toldos pasean personas solitarias, algunas en pareja, como notas musicales unidas, salpicadas en un pentagrama.
Manolito ve el fútbol, la final de la Eurocopa sub 21. Por ahora España vence. Reyitas se va a dar un paseo con una amiga. Ignacio está concentrado en Trasona preparándose para los mundiales de Rumanía. Los pequeños juegan con el dichoso móvil y Reyes trastea con grandes bolsas de ropa sopesando qué tallas les vienen bien a unos y otros para este verano.
Abro el libro, lo cierro. Me aburro, demasiada tranquilidad, y deseo que algo ocurra o al menos oscurezca,

viernes, 14 de junio de 2019

Buen humor

Qué bueno es Woody Allen. El otro día pusieron Annie Hall en la Dos. Hacía años que no la veía, no la recordaba bien. Es un WA más joven, año 79, y menos pesimista, más piadoso con el mundo. La melancolía que tiñe la obra tiene un atisbo de esperanza, la del que todavía tiene años de vida por delante, la que ha perdido en su vejez.

Creo que no había leído  ¡Gracias Jeeves! Qué grande Wodehouse, cómo nos llenan de alegría sus novelitas, con esa mirada jovial sobre el mundo. El final es una descripción magnifica de una hierofanía, entre Francisco de Asís y Marinetti:

No es fácil hallar palabras en esos supremos momentos, si es que entienden ustedes lo que quiero decir. Y lo que quiero decir es que en un momento así- supremo, como bien se puede asegurar-, todas las nubes se disipan, y el bello sol brilla sobre todas las cosas, y su luz relampaguea en las bruñidas superficies de todos los buenos coches de seis cilindros, y uno se siente...¡Bueno eso quiero decir, maldita sea!

Necesitaba un chute de buen humor.
Gracias, Jeeves.

martes, 11 de junio de 2019

AYUNO (IN)VOLUNTARIO

Resulta que en la bandeja de filetes empanados que acabo de sacar de la freidora sólo había uno comestible, los demás, ¡ah, no se sabe por qué misterio de las artes culinarias! tienen un color más oscuro del deseado o una forma que no cuadra con el concepto de lo que según mis dos hijos debe ser un filete perfecto. Será la curva parabólica de los bordes o el tono dorado del pan rayado, yo no lo sé pero ellos los tiene clarísimo porque se pelean a voces delante de mi porque uno, Santiago, ha elegido la preciada pieza. Los demás, para mi de excelente factura, calentitos y crujientes también, no son dignos de sus exquisitos paladares.
Y ahí lo tenemos lucha a muerte por un trozo de carne, cual neandertales ante la última presa encontrada en un desierto helado.
Gritos, vueltas alrededor de la mesa. Trato de mediar ¡Mitad para cada uno!
Santiago llega a coger el filete, aun caliente, con las manos y corre por la cocina. Manolo lo persigue, cuando me enfado y grito que ya está bien, al ver que puede perder su trofeo, el pequeño saca la lengua y marca su territorio, chupa el bistec para hacerlo suyo para siempre.
En estas ha llegado la madre que en un segundo termina con el asunto: ¡Se acabaron los filetes. A la cama sin cenar!
Menos mal que apareció.
Las cosa son más fáciles de lo que parecen.
Se fueron a dormir hambrientos y a la mañana siguiente desayunaron con apetito. Mientras tantos todos los demás con gran tranquilidad y alegría cenamos espléndidamente y cupimos a más filetes. (el chupado incluido)

miércoles, 5 de junio de 2019

HOY ANDREA CHENIER



Ayer tuvimos la mesa redonda en el Maestranza, y hoy  se estrena la opera fascinante de Giordano.

Se trata de un espectáculo muy visual, aquí si que habría que aplicar el termino tan usado de "espectacular"… salones palaciegos, cabezas cortadas, pelucas empolvadas, trajes de seda, la plebe sedienta de sangre, las pasiones mas descarnadas, el odio, el deseo, la lujuria y como no el amor… el amor que todo lo sublima, como sublime es la música en esas escenas delicadísimas en que los dos amantes se declaran sus mas íntimos sentimientos en medio de una vorágine revolucionaria de terror y muerte.
El amor que sobrevuela como un el ala de un ángel y transforma la oscura mazmorra en un lugar delicioso, donde los amantes se elevan sobre la mezquindad de la vida real, como ocurre siempre con el enamoramiento, porque el amor es ciego, ciertamente y solo ve lo que quiere ver…
Es una obra donde la rueda de la fortuna gira y convierte al criado en autoridad y a la delicada dama, cuyas manos níveas solo habían tocado las marfileñas teclas del clave de taracea o asido las exquisitas porcelanas de Limoges en la hora del té, en una joven temerosa, huida y en inminente peligro. ¡Ay, la que vivía rodeada de cien lacayos y doncellas que cumplían el mas mínimo de sus deseos apenas atisbado, ay, de la ingenua y bella Magdalena de zapatos de raso, altos tocados de plumas y chales de finísimos encajes como espumas sobre los hombros suaves de nácar. Ahora, la vemos descalza, miserable, tomando un trozo de pan basto, comprado al precio del cuerpo voluptuoso de la criada devota…
Esa tragedia de amor y guerra y venganza y lujuria, de revolución y sincronizados pasos de minué, seguro que nos arrebatará de nuevo, así lo esperamos… no duden, si aun no tienen su entrada en adquirirlas porque la música, la pasión, la muerte, el duelo y la tragedia no les van a defraudar.



viernes, 31 de mayo de 2019

Y de repente...

Ya tengo un hijo bachiller. Ha terminado lo que llamábamos COU con unas notazas. La ceremonia de graduación, con su misa y su entrega de becas fue muy emocionante.
Cuando uno tiene esa edad de 18 años ve lejísimo, casi mítico, el futuro. Y algún día terminaré, la carrera y me casaré y a lo mejor tengo un hijo o dos... Todo ciencia ficción porque el tiempo pasa tan lentamente.
Pues ya está aquí. Yo ya soy un señor maduro con gafas de cerca y mi hijo soy yo hace nada de tiempo, pero nada...

lunes, 20 de mayo de 2019

De ángeles negros, mar y piragüismo.

Fin de semana intenso.
Conferencia sobre legislación de de patrimonio histórico en Rota.
Qué pocas ganas de coger el coche… la ponencia muy bien, pero lo mejor un paseo por la playa y por la calleewqscitas encaladas del pueblo mientras iba y venía del aparcamiento.aqrxxfffrddfewggfw Nada 20 gftg de gfeminutos, pero qué maravilla. Vivir cerca del mar es un privilegio. Mirar el fragor de  las olas desgffteintoxica.gfteewf

El sábado pasó la Virgen de los Ángeles por mi puerta tras su coronación. Los hermanos de la cofradía de los Negritos, con una ilusión bárbara habían pedido permiso para decorar los balcones y echar pétalos al paso del paso. Cómo no.
Fue la apoteosis: flores, cantos, campanas, vivas a la Virgen… en fin, un algo desorbitado, pero esas manifestaciones de religiosidad popular también tienen su aquél, como dice mi amigo EGM, el 
pábilo vacilante no lo apagará

Ayer tarde, pasaba la Virgen de la Salud. Una procesión discreta y clásica. Esta imagen muy venerada en el barrio, pertenece a la parroquia de San Isidoro, de la que fueron feligreses grandes  personajes, Murillo entre otros. Ante ella, fueron presentados mis dos hijos menores tras su bautizo, ya que nacieron en esta collación.
Pasó la Virgen frente a la residencia de ancianos de San Juan de Dios, donde se asomaban aquellos y rezaban ante el paso que se les volvía.




Un matrimonio joven con un hijo impedido, en una silla de ruedas, de unos 12 años, la veían pasar. La Señora de la Salud, frente a un niño con una enfermedad congénita e incurable. Qué ejemplo de amor, de entrega, la de esos padres. Ella le cogía la mano deforme y la apretaba y la elevaba ante el paso de la Virgen.
El padre le abrazaba por los hombros.
Sí, terriblemente emocionante, hermosamente edificante.


Al last but not least…, Ignacio ha sido seleccionado para los juegos Europeos de Piragüismo, en el selectivo que ha tenido lugar en Pontevedra además viene de vuelta con dos medallas de bronce en K1 200 y K2 500. Todo un éxito.




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miércoles, 17 de abril de 2019

NOTRE DAME DE LAS TRISTEZAS

Foto ABC

Esperando a salir de nazareno nos enteramos de que Notre Dame ardía. Estábamos en lo que fueron baños de la Reina Mora, con sus lucernarios de colores, que después fue convento y hoy anexo a la capilla de la Vera Cruz, donde forma la cofradía.
Sería porque estaba donde tenía que estar y todo se relativiza, que no me impactó tanto como pudiera esperarse.
Salimos a la calle bajo el antifaz, rezando y cumpliendo el rito de siglos. Con la cruz al hombro, descalzos, en el mismo tramo mi hijo mayor conmigo, en el anterior Manolo, por primera vez con su cruz también, en silencio, mirando al frente sin girar la cabeza, hierático, penitente.
Reyitas, con cirio y el largo capirote, tras la Cruz de Guía. Delante del paso Santiaguito, vestido de paje a la usanza del siglo XVIII, muy serio y formal y tras el palio, acompañando al preste mi hija Pilar, la pequeña, que, según me cuenta su madre, cuando pasaba a su lado, ponía cara de que estaba cansadísima...
Foto ABC. El paje que se ve entre los ciriales es Santiaguito.
Como aconsejan las reglas, todos hemos comulgado en la misa previa. Mientras arde París voy rezando, por todos y por todo, también por París, pero muy sereno.
Esta catedral ambulante que sale por las calles de Sevilla es indestructible, también Notre Dame que, en todo caso, ya fue profanada y destrozada por los revolucionarios que erigieron la diosa razón en su altar... y a pesar de todo ahí sigue. Esa catedral es mucho mas que sus piedras o que la aguja, nueva,  ascendente que construyó Viollec le Duc en el el XIX y que podrá volver a resurgir de entre las cenizas.

Seguimos caminando por la Ciudad, entre las calles oscuras y la multitud callada. Una saeta, las voces de los himnos fúnebres, la campana de un reloj dando las horas...
Foto ABC
No nos enteraremos hasta más tarde que mientras tanto las torres de Notre Dame peligraban hasta el punto de derrumbarse. No importa, la fe que hizo a Europa está latente, yo lo he vivido con mis hijos, caminando, anónimos y descalzos, tras la cruz humilde de mi Cristo antiguo y los parisinos cantando el Ave María frente a la enorme catedral ardiente. Mientras haya quien se juegue la vida por salvar las Sagradas Formas de las llamas y se arriesgue a ser devorado por ellas antes que perder las reliquias de la Corona de Cristo, que trajo el Rey Santo de las Cruzadas, nada está perdido.



Cansados, en la capilla oscura, los pasos detenidos con las velas gastadas, el Cristo muerto con la cabeza reclinada, la Virgen, en sus Tristezas, con sus lágrimas temblorosas tras los pábilos vacilantes. Todos sobrecogidos.

Foto ABC. Notre Dame en llamas.

Con el antifaz aún puesto, mis hijos, que han ido entrando cada uno en sus tramos, me reconocen, entre las fantasmales figuras negras, por Santiago al que llevo cogido de la mano. Entre el alto bosque de afilados y prietos capirotes atisbamos las velas del altar donde se expone el Santísimo. Cansados, formamos una piña, la campanita tintinea y la custodia se eleva, casi no la vemos, pero nos sentimos bendecidos, mientras uno mis manos a la de mis hijos en la penumbra,  a los pies de la Vera Cruz y bajo la mirada líquida de Nuestra Señora. Sí,  Notre Dame, en llamas, que nos salva.







lunes, 15 de abril de 2019

Otro año más...

Hoy lunes santo por la mañana estamos con el cuerpo roto tras tantas horas de pie sin parar.
Han pasado apenas 24 horas desde el sábado pero es todo un mundo.
Comencé escuchando el oratorio de Haendel, "Israel en Egipto" interprteado por The Sixteen. ¡Qué maravilla! Cómo tocaron, cómo cantaron, qué virtuosismo, que compacto, las voces como un solo instrumento, la dirección magistral. Duró dos horas y apenas se notó, cuando terminó queríamos mas. Algo sublime.

Sing ye to the Lord, for He hath triumphed gloriously; 
the horse and his rider hath He thrown into the sea.

Tras salir del Maestranza y cenar en casa, en la que Reyes trabaja sin cesar para que el Domingo de Ramos esté todo perfecto y recibir a la gente, bajé al Salvador a la misa de las doce de la noche a la luz de las candelerías de los pasos. Toda la iglesia apagada, sólo los tres pasos, como tres ascuas en la mole inmensa de bóvedas tenebrosas. Escuchar la lectura de la Pasión entera viendo representada la entrada en Jerusalen y el Cristo muerto del Amor delante, impresiona.



Y el domingo triunfal amaneció radiante como un sueño. Cielo azul, palmas rubias, colgaduras en los balcones, todo de estreno, como la ilusión que recuperamos como si fuéramos niños.



Cómo Santiago va de Carráncano en la procesión de la Catedral, los madrugones son de aupa. Pero está Sevilla tan limpia y reluciente que merece la pena. Entre las ojivas altas los cánticos de los canónigos,
la Giralda como otra palma de oro recién acuñado, se eleva entre los ramos.


De nuevo en casa todo está preparado, las túnicas de los dos pequeños que salen en la Borriquita, los manteles listos, las cervezas fresquitas, las rosas en los jarrones...
Y me podría pasar horas escribiendo el cúmulo de sensaciones que al sevillano tendrá a lo largo de la tarde. El gozo de la Borriquita bajando por la rampa, triunfal y luminosa.
El Cristo de la Humildad con la espalda en carne viva como nuestros sentimientos a flor de piel.
Mi hijo Santiago ayudando a su abuela entre la bulla y señalandole los escalones para que no de un traspiés. El contraguía que dedica una levantá a ambos porque los ve ensimismados ante la Virgen de la Hiniesta y emocionado  da dos besos a mi sorprendida madre cuando se va, que mientras se aleja el manto se enjuga a su vez una lágrima.

La Amargura pasa por la plaza y al son de su marcha vemos alejarse el palio por al calle Cuna, mi hijo y yo no nos movemos hasta que el último varal dobla el recodo. ¡Ya! suspiramos los dos, hasta el año que viene. Qué dulce, qué melancólico ver el palio que se aleja. Hemos estado unos minutos, que son horas, que son segundos, transidos, como en el cielo y volvemos a la realidad...




Viene el Amor, todo de negro los nazarenos, como espadas afiladas en la oscuridad, y el crucificado muerto, silencioso, rodeado del fuego de las llamas de los candelabros, como una flecha, exaltado, y hundido, vencido, pero aun así sanador, vencedor.

Por la rampa oscura sube el paso. Hasta el año que viene si Dios quiere. Gran Domingo de Ramos. Cansados, agotados, transfigurados, sentimos como se cierran las puertas cuando el Salvador entra, avanzada ya la madrugada, en el templo del Salvador.