lunes, 31 de enero de 2022

LUNES

 

Hoy me levanto perezosamente y, no sé porqué,  me acuerdo de aquella cancioncilla que me cantaba mi tata cuando le decía que no tenia ganas de ir al colegio. 


Yo no quiero ir  la escuelaaaa

porque el maestro me pegaaaa

y me quita la pringaaa

y me da con la correaaa


¡A la escuela peeerro!


Debe de tener más de cien años el soniquete y sólo las palabras lo atestiguan.

Escuela y no colegio, maestro y no profesor, correa en vez de cinturón.

Es un testimonio de cómo ha cambiado todo, de la letra con sangre entra  a las denuncias al profesorado y de cuando se llevaba la pringá al colegio, tan sabrosa como esta canción de los lunes.


jueves, 20 de enero de 2022

Musica en la calle Sierpes

 Ser delegado de Cultura del Círculo de Labradores de Sevilla es, desde luego un honor, por la historia de esta institución señera de la Ciudad, que lleva más de 150 años su espaldas,  pero además es que le permite a uno asistir a conciertos como el de esta noche, que de otro modo, con el trasiego que llevamos, nunca encontraría tiempo para ello. 

Además es un verdadero lujo poder presentarlo,  conocer al artista invitado y sobre todo darle personal y efusivamente las gracias cuándo termina.

Cuando se le ve tocar desde tan cerca, otro privilegio, realmente queda uno asombrado y piensa como un ser humano puede llegar a tal grado de técnica y virtuosismo, cuántas horas, cuánta dedicación, es un verdadero ejemplo ver cómo la voluntad y el esfuerzo pueden llevar a esa excelencia. Verdaderamente es un acicate para todos. En fin ha sido un verdadero disfrute escuchsar a este joven polaco. Como estaban las ventanas del salón de actos abiertas me han dicho que desde la calle Sierpes la gente escuchaba parada, embobada, bajo ellas y que aplaudieron entusiastas  cuando finalizó. Qué bien, porque no está hecha la lámpara para ponerla debajo del celemín. Música free!

lunes, 17 de enero de 2022

VIVA ER BETIS

Que el futbol ha degenerado y es un foco de mala educación lo vemos todos los días. Todo a su alrededor desmedido e inmoderado.

Mi hijo Manolo es un fanático, y ayer fue la gota que colmó el vaso.

Grita, se enfada con el arbitro, se encara con los jugadores... y el resto de la familia lo escuchamos desde todos los rincones de la casa. Inadmisible. 

No hace mucho dio un golpe de rabia sobre la mesa de camilla y rompió el cristal, ayer cuando ganó su equipo bajaba las escaleras como un verdadero cafre, gritando barbaridades en contra del Sevilla, disparado hacia el balcón para gritar enloquecido, pero, ay, resulta que de tanto ímpetu, se dio un golpe en el dedo del pie, iba descalzo, y se le quedo como un acordeón.

Le debió de doler tela marinera. Le dije que yo no le llevaba al hospital, que se buscase él la vida, que era su (falta de) responsabilidad. El pobre insistía, hasta que al final su hermano mayor, que ya conduce (ventajas de las familias numerosas) accedió a llevarlo.

Como yo iba a ver a mi madre, desde su casa, cercana al hospital me acerqué a ver como iba (padre al fin) y allí estaba esperando los resultados de la radiografía: luxación en uno de los dedos del pie.

La médico de familia, jovencita y agradable trato de colocarlo en su sitio. Le dio unos palos, de esos de la garganta,  como en las películas del oeste. para morder ¡qué dolor! yo le cogí la mano, qué lastima daba, y el pobre apretaba mientras le tiraban del dedo y trataban de componerlo. Fue en balde. Al final vino la traumatóloga y con un ligero movimiento lo puso en su sitio, ¡lo que es la técnica y la experiencia!

Espero que todo este trauma y traumatismo le sirva de lección, aunque acto seguido entró en casa de su abuela cojeando y gritando desaforado, ¡VIVA ER BETIS! 

domingo, 2 de enero de 2022

MARÍA TERESA

Ha muerto mi suegra. Esto es un suceso que ocurre todos los días. Una señora mayor que muere. Pero hay muchas maneras de morir y la de la madre de mi mujer ha sido el coronamiento merecido de toda una vida. María Teresa era una persona  de una gran bondad. De una delicadeza extrema. De una prudencia exquisita. Nunca una palabra más alta que otra, ninguna crítica. Jamás desde que la conozco, y hace de esto ya muchos años,  la he oído hablar mal de nadie. Esta semana muy enferma y casi obnubilada respondía siempre con un agradecimiento en los labios. ¿Estás bien mamá?- le decían- y ella que nunca se quejaba de nada, que ha sido una mujer fuerte, respondía - sí, gracias.  ¿Quieres algo? No, gracias. Hubiese bastado un si o un no, casi no le salían las palabras, pero hacía el esfuerzo terminaba la frase agradeciendo. La ingresan en la clínica y sólo se preocupaba de preguntar a sus hijas si han comido. No de sus dolencias,  sino de cómo están los demás. Siempre ha sido así, delicada hasta en el morir.  Nos ha regalado una semana a sus hijos y nietos en una gran lección de muerte que lo ha sido de vida. Fue confortada con el sacramento de la Unción  rodeada de sus hijos y nietos, consciente, santiguandose cuando correspondía con el brazo tembloroso. Estos días pasaba el rosario entre sus dedos continuamente y rezaba. Cuántos ha desgranado. Incontables. Cuántas veces ha rogado a la Virgen "ahora y en la hora de nuestra muerte " y ha tenido esa buena muerte que esperaba. Lo ha hecho el día de una festividad grande de  Maria y ha coincidido con el santo de su esposo, Manuel, que tanto se celebraba en aquella casa y con tanto esplendor. Ha sido todo providencial. La Nochebuena la pasó junto a nosotros tan feliz y al día siguiente amaneció con síntomas preocupantes. Una semana después se ha ido, pero estos días han sido un regalo para todos, hijos y nietos que han podido despedirse de ella. Cómo sonreía cada vez que alguno entraba en la habitación, las manos siempre asidas por cualquiera de ellos, entre los dedos las cuentas de pétalos de rosas oscurecidas por el rozar de los años...

Morir todos tenemos que hacerlo pero cuando se pide una buena muerte es así como se desea, como corolario de una vida, como  culmen de una trayectoria cumplida con creces. Serena. Tranquila, rodeada de los suyos, apagandose lentamente, cuando ya todo se ha hecho, discretamente, sin aspavientos, como toda su vida, con una exquisita delicadeza. "Como parra fecunda
en la intimidad de tu casa; tus hijos como ramas de olivo en torno a tu mesa".
En el día de la Madre de Dios, ella te ha recogido, a ti, también Hija suya, cuya medalla llevabas desde que la recibiste aquel lejano mayo en tu antiguo Colegio.
Descanse en paz. Amén.

Última Nochebuena tras poner el Niño Jesús