martes, 27 de junio de 2017

¡Fin de semana de libro!

Gracias a Ángel Ruiz, he asistido a algunos actos del Congreso sobre Flannery O´Connor en Sevilla.
El sábado por la mañana hubo una conferencia de Trapiello.
Trapiello para mi es lo más. Cada vez que viene a Sevilla procuro asistir a sus conferencias. Su salón de los pasos perdidos  es de lo mejor que existe en la literatura española de todos los tiempos. Con una fórmula personal ha creado un tipo literario singular. Leer estos “diarios” es un disfrute y además del humor, la ironía, y ponernos al día de todos los chismes de la vida literaria española, nos deleita con pasajes de un lirismo inmenso con escenas que son poemas auténticos, de emoción incontenible.
Trapiello es un tipo simpatiquísimo, lo cual se nota en sus conferencias. El otro día pudimos tomarnos una cerveza con él y en la cercanía no hizo sino reforzarnos esa imagen de persona sensata, sin aires de suficiencia, que bien pudiera, y de una cercanía nada frecuente, de una naturalidad descomunal. Su mujer Miriam, a la que conocíamos por su diarios, es de un encanto también extraordinario. Entablar conversación con un alguien al que se tiene mitificado es algo memorable y cuando éste se baja del pedestal y se comporta como un ser humano de carne y hueso como los demás, uno lo eleva aun más en el que lo tenía.
Junto a Rivero Taravillo, los acompañamos a coger un taxi, con un calor de muerte, 48 grados en los termómetros callejeros.
 Menos mal que vino uno pronto, si no hubiesen muerto y abominado de esta Sevilla nuestra infernal.
Con Antonio RT, al que admiro y sigo en su blog, seguimos caminando hasta la puerta de Jerez, yo con mi bici a cuestas, donde nos separamos. Fue otro grato placer entablar conocimiento personal con él.
Por la tarde asistimos, con el aire acondicionado a todo meter, gracias a Dios, a la presentación de una película sobre FO. A pesar de mi mal inglés, aumentado por el acento sureño de muchos de los partícipes en el documental, me gustó mucho. Tras este atisbo del personaje en estos días,  estoy dispuesto a leer lo que me queda de ella con renovado interés.
La conferencia de Trapiello de la mañana fue espléndida, amenísima, interesante y divertida y creo, que incluso a los especialistas en la cuestión que allí estaban presentes, les aportó una mirada valiosísima e inteligente sobre su obra.

El calor tras salir de la Fundación Madariaga era insoportable. Anduvimos Ángel y yo hasta casa y nos detuvimos en las imponentes esculturas de Mercadante de las puertas de la catedral.
Prefirió quedarse en casa que asistir a la cena del congreso, lo cual fue todo un detalle por su parte, sobre las diez y media tenía programado un espectáculo flamenco en Los Gallos al que teníamos previsto asistir.
Un vendaval bochornoso sacudía los toldos de mi azotea como a velas desbocadas. Mi casa estaba vacía, cosa extraña, porque este fin de semana nos quedábamos en la de de mi suegra a dormir y allí estaban todos.
Después de colocar en este blog las anécdotas de mis hijos y la locura que en que a veces se convierte la casa, le advertía a mi amigo que eso no era lo habitual, y si no fuera porque aparecieron dos de ellos a recoger alguna cosa, Ángel podría pensar que todo era una mera invención, pues calmado el viento y poniéndose el sol, allí estuvimos tranquilos y pacíficos charlando de lo divino y humano, de tal modo que se nos pasó el tiempo, y dejamos el flamenco para mejor ocasión… con una improvisada cena vulgaris con pizza congelada y sobras de la nevera, cerveza y un buen tinto, nos dieron las doce como si nada.
Fin de semana estupendo: he conocido a los poetas Félix-Díaz y Antonio Rivero Taravillo, al magnífico Trapiello y sobre todo al incomparable Ángel Ruiz, y si quieren disfrutar como yo entren en esa deliciosa maravilla que está En Compostela.


viernes, 23 de junio de 2017

Otras maravillas de Sevilla



Al final la paciencia de mi esposa se colmó, se levantó enfadada y terminó por castigarles, a uno sin ir a entrenar, al otro sin el cumpleaños de un amigo en una pizzería. A medida que iba desgranado los castigos , yo desde atrás me llevaba las manos a la cabeza y me daban ganas de gritar: ¡no, no! ¡detente!, pero ya era tarde. Una vez lanzada la maldición es irremisible. A pesar de que traté de aminorar el castigo y que, como la bella durmiente, la muerte fuese paliada por el sueño, no lo conseguí. Como no se puede desautorizar al otro me tragué mis reconvenciones aún pensando que era un castigo excesivo por no habernos dejado descansar  en la siesta, máxime cuando me dijo: porque tu ahora te vas toda la tarde y soy yo la que tengo que apechugar con ellos,  y evidentemente me tuve que callar, porque la razón la desbordaba.

Efectivamente iba a recoger a Ángel Ruiz que de estar por la mañana En Compostela, llegaba al aeropuerto sevillano. Menos mal que ha bajado el calor, pues estos días atrás, infernales, me hacían temer que aquél nunca más volvería a esta ciudad tras ser asado vivo.

Hay una mezcla de ilusión y expectación cuando se va a conocer personalmente a alguien al que ya realmente conoces muy bien, aunque siempre haya un atisbo de incertidumbre. En mi caso, no la había y mis certezas y expectativas se confirmaron.

Para dejar a Ángel en su hotel recorrimos con el aire acondicionado puesto, todo el centro de Sevilla. Yo ya empecé a disfrutar, mostrando los encantos de mi ciudad a una persona de la exquisita sensibilidad de éste.

A partir de ahí todo fue un cúmulo de momentos inolvidables.

Tras dejar a Ángel en su hotel, recogí a Enrique García-Máiquez,  que estaba saboreando un helado cerca de la Magdalena, para celebrar la doble negación del doctor. Le acompañaba Abel Feu, al que siempre es un placer encontrar, aunque tuvo que irse pues sus deberes paternofiliales y deportivos le acuciaban, y de nuevo con Ángel, comenzamos un periplo por las calles de Sevilla, al fresquito de la tarde y de los aires de las tiendas de la calle Sierpes, que entusiasmaban a Enrique, tras su reciente y cálida experiencia real.

Dejo a Ángel, si lo tiene a bien, relatar lo que queda, el Salvador, la entrada de rondón en la casa del eminente arquitecto, la divertida presentación en la galería del columpio, (siempre se vuelve a la escena del crimen) las tapitas en la plaza y el cóctel (con y sin) a la vera de la Giralda.

Hay noches espléndidas, interesantes, divertidas, mágicas y únicas,  tal ayer.




jueves, 22 de junio de 2017

A LA UNA, A LAS DOS Y A LAS...

oil on canvas
63.7 x 53.3 cm.
¡Aun estáis a tiempo! 
Por dos o tres millones de libras podéis adquirir esta maravillosa obra de Murillo en Sotheby´s el próximo 5 de julio. Es espléndida, merece la pena hacer el esfuerzo.
Perteneció a la colección del Duque de Villahermosa, cuyos herederos lo vendieron ya en el siglo XVIII a un coleccionista inglés y este a un clérigo a traves de Christie´s y así hasta los herederos actuales.
Si os la quitan, no os preocupéis porque al día siguiente podéis  recurrir a esta otra, que sale en Durán, pero que no tiene la misma calidad y es obra con participación de taller, claro que el precio está tirado, 35.000 euretes...
¡Suerte!

lunes, 19 de junio de 2017

Tres aberraciones, tres.

Los tres grandes males que nos asolan y contra los que tenemos que luchar con denuedo:

La aceptación social del aborto
El animalismo-ecologismo
La ideología de género

Los tres están íntimamente unidos y crean una sinergia perversa.

Son tres aberraciones que nos están introduciendo a machamartillo contra las que hay que oponerse férreamente.

Los comentarios "ecologistas" ante la muerte de Ivan Fandiño indican el camino por el que nos despeñamos.

domingo, 18 de junio de 2017

Tantum ergo

A pesar de los treinta y tantos grados que ya hacía a las 9 de la mañana me enfundé el chaqué, con su chaleco y todo. Cuando ya salía, ay, la corbata, abróchese usted el último botón de la camisa y ahóguese con el lazo de seda.
Los dos niños con sus trajes, uno de terciopelo y galones dorados, muy fresquito también, el otro una sotana granate con dos mil botones y una capelina sobre ella, además de unas medias rojas, que anoche, me acordé, tuve que comprar en el Corte Ingles a las diez menos cinco de la noche...
Manolito echaba chispas, además de que no se quería levantar, se negaba a llevar esos ropones extraños, y mientras caminábamos por la calle era un continuo protestar; cualquiera que lo viera, un angelito rubio, vestido de esa guisa y relatando como un carretero.
Cuando llegamos me puse delante de un ventilador sudando a chorros.
Íbamos a acompañar al Santísimo, y a nadie se le ocurriría cambiar ni un ápice del rito secular por mor de las temperaturas para ponerse "más fresquito" es decir para adaptarse a la "coyuntura actual" a los "signos de los tiempos". No, no, ahí todo el mundo como toda la vida de Dios, unos con chaqués de lana, el sacerdote con pesadas capas pluviales de oro bordado,  otros con dalmáticas de damasco, aquellos con cuellos de encaje.

En fin que salió la procesión gloriosamente, con toda la calor, como siempre, espléndida, sin contemporizar, a pesar de los elementos.

Y encima regresamos todos vivos.


martes, 13 de junio de 2017

Línea directa ahora...

Entre los Antonios de mi agenda de wassap veo su foto y me sobresalto.
No voy a borrarlo, aunque ya ese teléfono no tiene receptor. Aparece junto a su mujer que mira a la cámara mientras él la mira a ella, al fondo un río y una ciudad preciosa sobre una colina.
Supongo que ya estaba enfermo entonces, aunque no lo parezca. Tiene el mismo aspecto que en la facultad, alto y delgado, cuando era el primero en todo y sacaba matrícula tras matrícula.
Ha sido el primero en morir.
Era una cabeza privilegiada y sacó las oposiciones a judicatura de un tirón. Era un optimista nato. Desde el hospital- me cuentan- daba órdenes para cuando volviese a casa, cuando ya todos sabían que nunca lo haría.
Ha muerto en paz, con su fe intacta.
Es inexplicable que perdure en mi agenda su teléfono y su foto y él no esté. Es absurdo que haya muerto ahora y que el jueves pasado fuésemos a su funeral y hoy, 13 de junio, se celebre su onomástica y no podamos enviarle un wassap.
Yo sé que él ya lo entiende todo y sé que su mujer y sus dos hijos están más protegidos ahora que él los mira desde el cielo, pero es dura la ausencia hasta el reencuentro.
Antonio, amigo, intercede por nosotros hasta que volvamos a vernos.
Un abrazo.


miércoles, 7 de junio de 2017

Ignacio Echeverría, Grande de España

Y hay un tipo, un machote, un valiente, español, con nombre de santo vasco, que en lugar de huir, que es lo que te pide el cuerpo, y al día siguiente colocar una velita con mensaje melifluo, se baja de su bici y se lía a mamporros con un terrorista que asesinaba a una mujer.
Me reconcilia con la humanidad. Ya quisiera ser yo como él, y tener las agallas de dar mi vida por defender a otros. Si hubiera así muchos otro gallo nos cantaría...
No sé todavía si está vivo o muerto, la negligencia de Scotland Yard es verdaderamente lamentable, la imagen del Imperio Británico se nos está desmoronando por momentos.
Rezo porque viva y se le pueda otorgar el título de nobleza que merece Conde del Puente de la Torre y Grande de España.

(En su escudo de armas: sobre campo de gules, monopatín de plata)