lunes, 14 de abril de 2014
LAS MEDIAS DEL DOMINGO DE RAMOS.
Como no le ha dado tiempo de comprarse las medias que necesita para el Domingo de Ramos, amable y valientemente le digo a Reyes que yo iré el sábado por la mañana, que ella trabaja.
La tienda es una muy antigua y con gran sabor que hay en la calle José Gestoso. Se trata de una vieja y destartalada casa de patio y parece que te retrotraes a los años 30 o 40 del pasado siglo.
Yo, confiando en las nuevas tecnologías, pensaba llamar con el móvil una vez fuese atendido y evitar problemas y confusiones.
Como es una tienda muy baratita, está siempre hasta los topes.
Iba con la lección aprendida de memoria. Porque no crean que comprar unas medias es algo sencillo, hay tallas, colores, espesor, modelos…
El dependiente, me dice que no las hay del 30, solo del 15 o del 50. Me dispongo a solucionar tan peliaguda cuestión y móvil en ristre me marco el número de mi mujer. Ahí vino el problema. En esa tienda, será por la antigüedad, no hay cobertura ¡Cómo si estuviésemos en lo más alto de las montañas alpinas!. He de salir a la calle y mientras se me van colando montones de señoras y caballeros que disponen a comprar calcetines y calzoncillos y fajas y demás prendas interiores y exteriores para estrenar el Domingo de marras.
Si no son reductoras no importa- me dice cuando al fin consigo conectar- del 40 bueno, pero del 50 no.
Me voy de nuevo al mostrador, larguísimo, gastado, de caoba, lleno de gente y de dependientes que no dan abasto… Mire usted, y le transmito la información, ah, -se me olvidaba- y unas de rejillas, pero pequeñitas, de color “camel” (sic).
El hombre me saca unas cajas enormes llenas de envoltorios de “pantys” para que vaya buscando el color y el nº de gramaje, mientras atiende a otra señora…
En un momento dado tengo dudas si hay mucha diferencia entre las del 30 o 50 y me dice, -hombre, usted ya sabe…- Me quedo mirándole y muevo la cabeza, no precisamente mi problema es que yo no sé nada de esto- le respondo.
Al fin salgo de la tienda con mi cargamento de medias, a mitad de precio que en el Corte Inglés. Doy por buena la dura batalla. Cruzo un patio cubierto con montera, todo lleno de estanterías y cajas y muestras de piernas mostrando medias de colores diversos, todo en un batiburrillo increíble, atravieso un zaguán de azulejos, una cancela, una puerta y regreso de nuevo ¡uf, al fin siglo XXI!
NOTA: Aunque tengo unas fotos buenísimas, hace ya casi un mes que no puedo colgarlas en el blogg, no sé porqué. Tampoco puedo ponerle el título a las Entradas. En fin, un rollo, de ahí que últimamente, con tantos obstáculos escriba menos. Espero repararlo algún día.
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Genial!!!!!!!!!!!. Que bueno eres Ignacio!
ResponderEliminarun beso
Oye, escríbeme algo de la expo, anda,....
ResponderEliminarEres un bendito!!! Anda que el mío me iba al hacer ese recado!!
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