lunes, 1 de abril de 2019

Grande Luri

Gregorio Luri es un intelectual de primer orden, de los que España necesita. Su sensatez, su inteligencia, su lucidez, su bonhomia y su simpatía llenaron la sala del Circulo de Labradores donde se presentó su libro La imaginación conservadora
Es difícil asistir a un acto tan lleno de enjundia.
Entre los asistentes el gran Aquilino Duque
Cuando se dio paso al turno de preguntas fue una celebración de la razón y el juicio.
Desde la lejanía también estuvieron presentes, Ángel Ruiz, Armando Pego y Enrique García-Máiquez, cuyas cuestiones también fueron resueltas por el maestro Luri.
Nos hubiéramos quedado más tiempo enzarzados en disquisiciones interesantísimas, pero debíamos desalojar la sala.
En petit comité continuamos en el bar del Círculo, tan british y pintoresco,  Luri y Pilar, su mujer, Aquilino y la suya y Eduardo Jordá, amenísimo, que se unió al grupo.
Entre cervezas, Aquilino, cuya memoria es prodigiosa y Luri fueron intercalando anécdotas e historias llena de gracia e interés y si no hubieran cerrado allí estaríamos todavía.
Qué bien lo pasamos.
Esos momentos mágicos que surgen sin habérselo uno propuesto. 
Salimos caminando por una Sevilla tibia y oliendo a azahar.
Nos despedimos en la plaza del Salvador, con la iglesia iluminada e imponente.
Qué gran noche.

1 comentario:

  1. Justo acabo de leer en la Vida que hizo gratis Luis de Granada que en esa Iglesia predicó su primer sermón san Juan de Ávila: me ha dado alegría saberlo

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