SUÁREZ
Admirable:
Yo destaco, entre muchos, tres momentos:
Cando le dice a su hijo, aún en el colegio, que está amenazado de ser secuestrado por ETA y que llegado el caso, no podrá hacer nada por evitar su muerte, ya que no está dispuesto a transigir con los asesinos.
Cuando se quedó sentado en el escaño, afrontando su posible muerte ante los disparos de los golpistas, en un hemiciclo aparentemente vacío. Épico.
Su comportamiento abnegado, de amorosa entrega, en la larga enfermedad de su mujer.
Así se comportan los hombres.
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