Aunque no conozcas el mito
sientes la música,
el lamento
que se clava
y regresas
a un mundo de claves
de sol
de luces
delicado.
Y la Hélade
que siempre va contigo
que nunca abandonaste
se despierta
te ata
te desata con el
sutilísimo
hilo
del manto de Penélope
bordado
de nostalgias.
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