Este doctor en geología es una eminencia con la que da gusto hablar.
Ha realizado descubrimientos apasionantes y lleva una vida, para nosotros los sedentarios, verdaderamente interesante. Es un Indiana Jones actual. Lo mismo está en Naica (México) que en Etiopía, que en Harvard, New York, o los desiertos más extremos, donde el PH se parece en algo al de hace 4500 millones de años en la tierra. (la cabeza explota , sí).
Ha hecho descubrimientos fascinantes, que explicó de manera que hasta yo pude entender. Básicamente uno de sus grandes hallazgos, que revoluciona las teorías más admitidas (la oposición de la comunidad científica internacional no pudo ser más abierta y agresiva, como el contó) sobre la antigüedad de la vida en la tierra, que él estima unos pocos de millones de años posterior a lo establecido, debido a que lo que se consideraban fósiles orgánicos no son tales puesto que esas formas "aparentemente" orgánicas las ha podido crear él en el laboratorio y son estructuras puramente cristalinas, inorgánicas a pesar de su apariencia.
En fin, después estuvimos tomando unas tapas por Sevilla y es una suerte departir con un tipo, que bien puede ser premio nobel, pero tan sencillo como el que más.
Otra de las cosas que me fascinó fue la relación, que se está estudiando, entre la cristalografía y el arte del Siglo XX. (Qué cómo se come esto? Ya investigaré sobre el asunto y os diré, porque realmente se las trae)
Una cosa que me dejó impresionado es la importancia del orden. Es el orden y la simetría lo que distingue a una gema de una vulgar piedra. ¡Oh, que razón tiene mi mujer, todo el día intentando sacar el brillante que hay en mi!
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