Viene la pequeña con el diábolo hecho una maraña con las varillas y la cuerda.
Papá, ¿Me lo desenlías?
No quiere que se lo deslíe o que se lo desenrede, sino ambas cosas a la vez.
El embrollo es de tal calibre que, aunque la corrijo, quizá tenga razón y sea necesaria una nueva palabra para tal desaguisado.
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