La Virgen María
que es madre mía
me mira desde arriba
con su mirada hermosa
Me va diciendo cosas
que no quiero escuchar
Y siento mis pecados
Rosario doloroso:
mire para otro lado
O miré demasiado
O aquello me fue ajeno
O no quise ni estar…
Y como es buena madre
me da un empujoncito
hacia ese cura serio
que en el confesionario
muy cerca del Sagrario
me quiere perdonar.
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