No sé si un príncipe de siglos anteriores pasearía en Sevilla por tantos y maravillosos palacios como yo lo hice ayer.
Con EGM, JMM y AF, brillantes todos y cada uno de ellos, fuimos caminando desde las Teresas, magnífico palo cortado, por las calles del Barrio de Santa Cruz. Allí estaba Crístian en La Fresquita, otra taberna, que para que voy a contar..., y en ese afortunado tropiezo nos acompañó a su casa, patio del XVI, mármoles de Itálica, azulejos de arista, mosaicos romanos, uff!
Cuando salimos caminamos al RC Labradores, patio barroco de Figueroa, con mascarones, atlantes y pilastras salomónicas...
Más tarde, escuchando a Contreras (soberbio) en la fantástica casa de los Pinelo. Rica mansión de comerciantes de Indias, de nuevo patios renacentistas con yeserías y fuentes y artesonados pintados. Tuve que dejar, con gran dolor, a medias la conferencia pues tenía que explicar una visita en Dueñas.
No hay palabras para describir ese palacio al atardecer con el encanto único de la mezcla armoniosa del refinamiento islámico y la estética europea gótico renacentista...
¡Ah, se me olvidaba, también pisamos sobre el opus sectile del zaguán de la Casa de la Condesa de Lebrija, traído de Itálica, por donde seguramente caminaron Trajano y Adriano!
¡En fin, como un gran señor, acompañado de ilustres personajes, de palacio en palacio!
No hay comentarios:
Publicar un comentario