martes, 10 de junio de 2025

EL ANGEL NEGRO

La providencia está ahí y uno nunca sabe la serie de causalidades que se dan para que sigamos con nuestra rutina diaria. Hasta que un día un hecho determinado te pone ante los ojos tu fragilidad y la suerte de estar vivo.

Hay un negro que desde hace muchos años, quince o veinte, vende pañuelos de papel en el semáforo camino de mi trabajo.

En veinte años le habré dado dinero alguna vez, pocas porque casi nunca llevo. El hombre es alegre y simpático y siempre sonríe haga frío o calor, a mi me da un apuro horroroso estar parado junto a él y no darle nada, pero él sigue sonriendo. "Ho-la a-mi-go", dice siempre.

Así cada día.

¿Para qué estará ese hombre allí, cómo es su vida, enviará dinero a su familia en África, que hace el resto de horas cuando deja el semáforo?. No lo sé. Pero en la trama de circunstancias que tejen una vida, mi vida en este caso, ya ha supuesto un hilo fundamental, tanto que sin él todo el tapiz se hubiese venido abajo, porque hoy me la ha salvado.

Justo iba a cruzar un semáforo de peatones con la bicicleta, ya en verde para mi, dos coches se paran en los carriles más lejanos y oigo un grito desde la otra acera, eso me hace detenerme un instante, con la rueda delantera ya en el borde y el pie impulsando el pedal, y un Mercedes negro pasa a gran velocidad delante de mi peinándome el flequillo.

No me dio tiempo ni de ver al hideputa que conducía pero era un verdadero canalla.

No sé cual es la misión en la vida de ese negro que todos los días veo en el semaforo vendiendo Kleenex.

Pero hoy ha salvado mi vida.

Para mi inexplicablemente, ha estado veinte años día tras día, esperando este momento, para evitar que a las 8:39 haya dejado a una familia desolada. 

¡Gracias a-mi-go!

Laus Deo


jueves, 5 de junio de 2025

De palacio en palacio



 No sé si un príncipe de siglos anteriores pasearía en Sevilla por tantos y maravillosos palacios como yo lo hice ayer.

Con EGM, JMM y AF, brillantes todos y cada uno de ellos, fuimos caminando desde las Teresas, magnífico palo cortado, por las calles del Barrio de Santa Cruz. Allí estaba Crístian en La Fresquita, otra taberna, que para que voy a contar..., y en ese afortunado tropiezo nos acompañó a su casa, patio del XVI, mármoles de Itálica, azulejos de arista, mosaicos romanos, uff!

Cuando salimos caminamos al RC Labradores, patio barroco de Figueroa, con mascarones, atlantes y pilastras salomónicas...


Más tarde, escuchando a Contreras (soberbio) en la fantástica casa de los Pinelo. Rica mansión de comerciantes de Indias, de nuevo patios renacentistas con yeserías y fuentes y artesonados pintados. Tuve que dejar, con gran dolor, a medias la conferencia pues tenía que explicar una visita en Dueñas. 

No hay palabras para describir ese palacio al atardecer con el encanto único de la mezcla armoniosa del refinamiento islámico y la estética europea gótico renacentista...

¡Ah, se me olvidaba, también pisamos sobre el opus sectile del zaguán de la Casa de la Condesa de Lebrija, traído de Itálica, por donde seguramente caminaron Trajano y Adriano!

¡En fin, como un gran señor, acompañado de ilustres personajes, de palacio en palacio!  













martes, 3 de junio de 2025

Carmen la cigarrera mítica

Ha sido una pasada. Lo que he disfrutado en las conferencias sobre la ópera Carmen en el Museo de Bellas Artes.

Hablar sobre la famosa cigarrera, Bizet, Merimee, Sevilla, la fábrica de Tabacos... delante del cuadro espectacular de Gonzalo Bilbao es una experiencia fascinante. Mira que estoy todo el día dando conferencia, ponencias, clases, visitas culturales a cual más satisfactoria, pero esto ha sido muy especial gracias al espacio, uno de las mejores salas de uno de los mejores museos de Europa y acompañados de dos artistas superiores, el pianista Manuel Navarro Bracho y la mezzo Alicia Naranjo, que además había recibido uno de los premios del Certamen de Nuevas Voces de este año que organizamos desde la ASAO.

Es un tema tan apasionante que el público estaba embebido, de telón de fondo las jóvenes cigarreras pintadas por Bilbao con una soltura y belleza inigualables: esos arcos, esa luz, ese aire que nos recuerda a las Hilanderas velazqueñas, y a medida que nos adentrábamos en el argumento de la fascinante obra lírica, los artistas iban interpretando las arias más conocidas, la Habanera, la S
eguidilla, el tema de las cartas... 




Cuando terminábamos todos sentíamos que habíamos asistido a un acto exclusivo y único donde se combinaban todas las artes, pintura, música, voz, literatura

Han sido seis "representaciones" con llenazo total. Un privilegio, un experiencia inolvidable. Un lujo.