domingo, 25 de abril de 2021

PROFETA EN SU TIERRA. III RECITAL ASAO

Qué voz tan maravillosa. Francisco Fernandez Rueda tiene una técnica tan depurada que ha conseguido efectos con la garganta verdaderamente prodigiosos. El repertorio de hoy ha variado desde las canciones de Manuel García a Turina o Gounod, pasando por Mozart y Massenet. Una programa esplendido en el que el tenor sevillano de Estepa ha mostrado porque es ahora uno de los más requerido en los teatros europeos. Se le ha visto cómodo y pletórico por cantar en su tierra. Sé de buena tinta cómo ha ensayado junto a Francisco Soriano, el pianista acompañante, y claro, el resultado ha sido perfecto, un acoplamiento sincrónic. El instrumento ha acompañado, resaltado, mimado a la voz, de modo que esta ha brillado en toda su pureza. Es la clave de un buen acompañante, exaltarla, embellecerla, como el marco que complementa el cuadro. Es por ello, ha quedado patente, que el maestro Soriano se ha convertido en una de las figuras más destacables en España hoy, de esta difícil labor que es el acompañamiemto lírico. Sus piezas en solitario alcanzaron cumbres de sensibilidad y belleza. La tarde ha sido mágica. Floris, con letra de Quevedo, qué delicia. Se reivindicó la autoría de la cancion de Lindoro que aparece como de Rossini, siendo de nuestro paisano García. Con la divertida aria de la opera unipersonal de Manuel del Populo, "El poeta calculista" llegó a unas cotas de virtuosismo y sutilezas, con cambios de modulación, formidables, con una gracia en la interpretación, con el difícil tartamudeo incluido... memorable. Se inició el aria de Lucia con una entrada sola del teclado que nos dejo anonanados, como el que deja el toro colocado en una perfecta pirueta con el capote, así Soriano dejó al maestro la lidia, sólo en el ruedo. Un silencio cargado de expectación tras los acordes briosos se rompio con la afilada sutileza de una daga que se clava en los sentidos, que asi fue la voz aguda y pura que se expandió por la sala asombrando al publico, enjenándolo, elevándolo, haciendolo llorar de emoción en una faena impecable, magna, apolínea e insuperable . Qué tarde aquella recordaremos pasados los años... Un orgullo para esta Ciudad que tres sevillanos, Manuel García, Francisco Fernandez Rueda y Francisco Soriano, unidos a la misteriosa e inefable Pauline, hayan conseguido la alineación de los astros en una conjunción inigualable. La armonía de las esferas, hoy, en Sevilla, desde Sevilla y para Sevilla. Enhorabuena.

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