La Asociación Sevillana de Amigos de la Ópera ha digitalizado al completo la revista Fígaro que publicó semestralmente desde 1993 a 2009. Fue mi padre uno de los miembros del consejo editor desde sus inicios y por ello me pidieron que escribiera algo para unirlo a los artículos de sus compañeros de edición y que se han incluido en el cuadernillo en el que se adjunta el CD.
jueves, 22 de febrero de 2018
viernes, 16 de febrero de 2018
La mentira de la lucha de la mujer por la igualdad.
La igualdad de la mujer ya existe desde el punto y hora que se establecen legalmente los mismos derechos y deberes en el ordenamiento jurídico.
La igualdad real no hay que imponerla vendrá, o no (que será que no), cuando la sociedad evolucione en un sentido u otro. Si están los instrumentos legales lo demás hay que dejarlo al libre arbitrio de aquella.
Todo este tema de la brecha salarial, la lucha por los derechos de la mujer, es una falacia. Empezando por la relectura de la historia al respecto.
Nos quieren hacer creer que la mujer ha estado sometida por el hombre a lo largo de los siglos. Lo cual es falso y además diría muy poco de la aptitud e inteligencia del sexo femenino.
Que existía una gran diferencia social entre hombres y mujeres es totalmente cierto, pero que fuese ilegítima o que hubiese una situación de sometimiento es mentira. Era aceptada de forma pacífica generalmente indiscutida e incuestionable.
Ahora son muchas las que se jactan de la larga lucha de la mujer en pos de sus derechos. Cómo si hubiesen luchado arduamente por ello. Ni ellas ni sus antepasadas. Porque no ha habido combate alguno. No existen miles de mujeres muertas en guerras contra los hombres en encarnizadas batallas por la igualdad. Lo que ha habido es un cambio social progresivo, incruento y pacífico. Ha sido un proceso natural.
Mi abuela vivía feliz, y mi bisabuela también y mi madre no digamos.
Tras la dictadura de Franco comenzaron a votar mujeres y hombres por igual, sin lucha, como corolario de una evolución en las mentalidades. En plena dictadura franquista, en el referéndum de 1966, ya votaron todos y todas.
La sociedad por condicionantes diversos, ha culminado una igualdad jurídica, que es justa hoy, pero que hubiese sido disparatada y anacrónica en otros siglos.
Que no traten de engañarnos, la mujer no ha ganado nada frente al hombre.
Todos hemos llegado hasta aquí.
La igualdad real no hay que imponerla vendrá, o no (que será que no), cuando la sociedad evolucione en un sentido u otro. Si están los instrumentos legales lo demás hay que dejarlo al libre arbitrio de aquella.
Todo este tema de la brecha salarial, la lucha por los derechos de la mujer, es una falacia. Empezando por la relectura de la historia al respecto.
Nos quieren hacer creer que la mujer ha estado sometida por el hombre a lo largo de los siglos. Lo cual es falso y además diría muy poco de la aptitud e inteligencia del sexo femenino.
Que existía una gran diferencia social entre hombres y mujeres es totalmente cierto, pero que fuese ilegítima o que hubiese una situación de sometimiento es mentira. Era aceptada de forma pacífica generalmente indiscutida e incuestionable.
Ahora son muchas las que se jactan de la larga lucha de la mujer en pos de sus derechos. Cómo si hubiesen luchado arduamente por ello. Ni ellas ni sus antepasadas. Porque no ha habido combate alguno. No existen miles de mujeres muertas en guerras contra los hombres en encarnizadas batallas por la igualdad. Lo que ha habido es un cambio social progresivo, incruento y pacífico. Ha sido un proceso natural.
Mi abuela vivía feliz, y mi bisabuela también y mi madre no digamos.
Tras la dictadura de Franco comenzaron a votar mujeres y hombres por igual, sin lucha, como corolario de una evolución en las mentalidades. En plena dictadura franquista, en el referéndum de 1966, ya votaron todos y todas.
La sociedad por condicionantes diversos, ha culminado una igualdad jurídica, que es justa hoy, pero que hubiese sido disparatada y anacrónica en otros siglos.
Que no traten de engañarnos, la mujer no ha ganado nada frente al hombre.
Todos hemos llegado hasta aquí.
lunes, 5 de febrero de 2018
Conferencia sobre Falstaff
Podría decir que la conferencia fue un éxito pues al terminar sólo se acercan aquellos a los que les ha gustado y te felicitan. A los que no, no te lo dicen.
Como no fue mi madre, que es bastante crítica y me dice todos los defectos, no supe como estuve. Tampoco Reyes, al menos eso creí. Llegó al principio y se fue cinco minutos antes.Yo no la vi pues la sala estaba todo a oscuras y un foco sobre mi mesa me deslumbraba. En casa me sorprendió al decirme que sí estuvo. Con lo cual le pude preguntar si no había sido demasiado aburrida o me había visto demasiado pedante. Ni lo uno ni lo otro. Como cuando es al revés me lo dice, me quedé más tranquilo.
Estuve una hora y casi tres cuartos hablando de Falstaff. No es así realmente, sino me hubieran echado a patadas, hay que contar con que en estas conferencias se escuchan extractos musicales , vídeos y se proyectan imágenes, que acompañan al texto.
De antemano me resulta difícil encontrar el tono porque el publico puede ser de los mas heterogéneo. En principio pretendo sea una conferencia divulgativa, una aproximación a la ópera, para cualquiera. Pero hay que pensar que pueden asistir aficionados muy entendidos a los que no les puedes defraudar con banalidades. Si se contenta a estos se puede aburrir soberanamente a los otros y viceversa, de ahí que haya de conseguir un equilibrio complicado.
Al avezado no le cansa escuchar unos segundos de un aria cinco veces seguida interpretadas por cinco barítonos distintos, es más incluso por el mismo en diversas grabaciones, pero al que no lo es, le resultaría infumable.
Falstaff es una opera con cierta dificultad en el sentido de que es un continuo musical sin números cerrados, es una genialidad de Verdi y quizá, al ser su ultima obra, la más perfecta técnicamente, pero por ello menos accesible en un primer acercamiento.
El libreto de Arrigo Boito, que recrea fielmente el espíritu de las obras de Shakespeare, es magistral, Basado en las alegres comadres de Windsor, recoge también diálogos de los Enriques IV y V, como la loa al vino de Jerez, (que ha dado pie a la reciente creación de una Hermandad) que leí y cuya aria escuchamos in situ. Magnífico el final cuando el Jerez se introduce en sus venas y le eleva el ánimo decaído, es de admirar como el acompañamiento orquestal sugiere la dulce energía que penetra en sus miembros. Aquí subtitulada:
Sobre el personaje de Falstaff habría mucho qué decir. Ha cautivado a muchos, empezando por la reina Isabel I de Inglaterra que dicen instó al escritor a continuar con sus aventuras, a Orson Wells con sus Campanadas a Medianoche,
o a Harol Bloom, que lo venera,
Yo no puedo estar de acuerdo con éste en que Shakespeare lo prefiriera al príncipe Harry reformado. Falstaff no deja de ser un patán, aunque simpático y sobre todo, he ahí lo que lo redime, de una ingenuidad asombrosa.
Ciertamente Falstaff es un personaje, el último de una Inglaterra aún católica, que no tendrá cabida en la puritana posterior. Shakespeare, cripto catolico según parece, es comprensivo con las debilidades humanas, confesables, consecuencia de la caída.
Vimos varias versiones con escenografías fieles al libreto y otras de recreaciones transportadas al Londres de los cincuenta o a la época de entreguerras.
Abrí mis intervención con una recreación del día del estreno, 9 de febrero de 1893, acompañada de fondo con el canto de la escena de las hadas e imágenes (power point) de la Scala de Milán, pinturas de damas del XIX , fotos originales de Verdi y su familia...
Cerré con la fuga final, única, genial de la obra, la ultima carcajada de Verdi. Los aplausos, lógicamente, fueron merito de él.
Como no fue mi madre, que es bastante crítica y me dice todos los defectos, no supe como estuve. Tampoco Reyes, al menos eso creí. Llegó al principio y se fue cinco minutos antes.Yo no la vi pues la sala estaba todo a oscuras y un foco sobre mi mesa me deslumbraba. En casa me sorprendió al decirme que sí estuvo. Con lo cual le pude preguntar si no había sido demasiado aburrida o me había visto demasiado pedante. Ni lo uno ni lo otro. Como cuando es al revés me lo dice, me quedé más tranquilo.
Estuve una hora y casi tres cuartos hablando de Falstaff. No es así realmente, sino me hubieran echado a patadas, hay que contar con que en estas conferencias se escuchan extractos musicales , vídeos y se proyectan imágenes, que acompañan al texto.
De antemano me resulta difícil encontrar el tono porque el publico puede ser de los mas heterogéneo. En principio pretendo sea una conferencia divulgativa, una aproximación a la ópera, para cualquiera. Pero hay que pensar que pueden asistir aficionados muy entendidos a los que no les puedes defraudar con banalidades. Si se contenta a estos se puede aburrir soberanamente a los otros y viceversa, de ahí que haya de conseguir un equilibrio complicado.
Al avezado no le cansa escuchar unos segundos de un aria cinco veces seguida interpretadas por cinco barítonos distintos, es más incluso por el mismo en diversas grabaciones, pero al que no lo es, le resultaría infumable.
Falstaff es una opera con cierta dificultad en el sentido de que es un continuo musical sin números cerrados, es una genialidad de Verdi y quizá, al ser su ultima obra, la más perfecta técnicamente, pero por ello menos accesible en un primer acercamiento.
Sobre el personaje de Falstaff habría mucho qué decir. Ha cautivado a muchos, empezando por la reina Isabel I de Inglaterra que dicen instó al escritor a continuar con sus aventuras, a Orson Wells con sus Campanadas a Medianoche,
o a Harol Bloom, que lo venera,
Yo no puedo estar de acuerdo con éste en que Shakespeare lo prefiriera al príncipe Harry reformado. Falstaff no deja de ser un patán, aunque simpático y sobre todo, he ahí lo que lo redime, de una ingenuidad asombrosa.
Ciertamente Falstaff es un personaje, el último de una Inglaterra aún católica, que no tendrá cabida en la puritana posterior. Shakespeare, cripto catolico según parece, es comprensivo con las debilidades humanas, confesables, consecuencia de la caída.
Vimos varias versiones con escenografías fieles al libreto y otras de recreaciones transportadas al Londres de los cincuenta o a la época de entreguerras.
Abrí mis intervención con una recreación del día del estreno, 9 de febrero de 1893, acompañada de fondo con el canto de la escena de las hadas e imágenes (power point) de la Scala de Milán, pinturas de damas del XIX , fotos originales de Verdi y su familia...
Cerré con la fuga final, única, genial de la obra, la ultima carcajada de Verdi. Los aplausos, lógicamente, fueron merito de él.
viernes, 2 de febrero de 2018
Nuevas tecnologías y nuevas generaciones.
Santiago llora desconsoladamente. La tablet que le han echado los Reyes, alguien misterioso - yo no, yo no- dicen todos, la ha dejado en un descuido entre las sábanas de la cama deshecha y Manolito al trotar por encima de ella la ha partido.
Ha durado 4 días. Eso le pasa a los Magos por traerle "juguetes" tan caros y delicados a un niño de 11 años. La suerte es que en la tienda insistieron con un seguro "gratis el primer mes" y que Melchor suscribió con la idea de darse de baja el segundo...
Al día siguiente al mayor se le cayó el móvil del bolsillo desde la bicicleta y un coche pasó por encima. Siniestro total. Todavía no están terminadas de pagar las cuotas...
Se resigna y se apaña con el viejo que tenía guardado, que no estaría tan mal digo yo. Aunque se queja de vez en cuando no se atreve a pedir uno nuevo, así a las claras.
Como veo que al final tendremos que sustituirselo hago gestiones para conseguir con los puntos de las cuotas uno nuevo para mí y traspasarle el mío, que a mi parecer está flamante y tiene mil prestaciones que ni sé usar.
Pensando darle un sorpresa le comento la jugada. La sorpresa me la llevo yo. Mi teléfono no es digno de ser llevado por su señoría... por lo visto está desfasado (no tiene aún dos años) y pretende que el nuevo sea para él. "Tu lo que quieres es cambiar de móvil a mi costa" (sic).
Así las cosas le he dicho que reúna y cuando pueda él mismo se compre el teléfono de última generación que más le guste.
Ya contaré como termina la cosa...
Ha durado 4 días. Eso le pasa a los Magos por traerle "juguetes" tan caros y delicados a un niño de 11 años. La suerte es que en la tienda insistieron con un seguro "gratis el primer mes" y que Melchor suscribió con la idea de darse de baja el segundo...
Al día siguiente al mayor se le cayó el móvil del bolsillo desde la bicicleta y un coche pasó por encima. Siniestro total. Todavía no están terminadas de pagar las cuotas...
Se resigna y se apaña con el viejo que tenía guardado, que no estaría tan mal digo yo. Aunque se queja de vez en cuando no se atreve a pedir uno nuevo, así a las claras.
Como veo que al final tendremos que sustituirselo hago gestiones para conseguir con los puntos de las cuotas uno nuevo para mí y traspasarle el mío, que a mi parecer está flamante y tiene mil prestaciones que ni sé usar.
Pensando darle un sorpresa le comento la jugada. La sorpresa me la llevo yo. Mi teléfono no es digno de ser llevado por su señoría... por lo visto está desfasado (no tiene aún dos años) y pretende que el nuevo sea para él. "Tu lo que quieres es cambiar de móvil a mi costa" (sic).
Así las cosas le he dicho que reúna y cuando pueda él mismo se compre el teléfono de última generación que más le guste.
Ya contaré como termina la cosa...