Mi dulce flor, mi delicada princesa, la menor de mis vástagos, tierna y sutil, juega y alboroza junto a sus hermanos. Sus trinos y gorjeos llegan a mis oídos mientras leo en mi habitación, mi santa esposa ha salido, todo va como la seda, hasta que me sorprende su cristalina vocecita que dice a su hermano Manolo: ¡gilipollas!
Por un momento creo que es un malentendido, una pesadilla, pero no, sus hermanos lo corroboran- ¡Lo que ha dicho, lo que ha dicho! cantan entre horrorizados y jubilosos.
El momento diez se ha roto. Mi primer impulso es hacerme el longuis... pero mi deber de padre se impone, además el resto no dejan pasar la oportunidad. ¡Lo que ha dicho, lo que ha dicho!- claman como el coro de una tragedia griega.
Debo acudir sin demora, esto no se puede consentir, si a los seis años es capaz de soltar esas perlas, si no la atajo, corro el riesgo de que a los dieciséis aparezca vestida, qué se yo... como las niñas de Zapatero, o que se convierta poco más adelante en concejala del Ayuntamiento de Madrid... Por lo tanto dejo mi cómoda poltrona, cierro mi interesante libro, aclaro mi garganta y con una voz profunda y cavernosa exclamo: ¿Qué he oído?
Se masca la tragedia, Manolito, el corifeo, continua ¡lo que ha dicho, lo que ha dicho!- Pilar tiembla, se escabulle, se esconde en su cuarto al que me dirijo con voz tonante, la pobre agazapada, intenta justificarse -es que, es que...-
- Es que nada, qué nunca vuelva a oír yo esa palabra en esta caaasa- Debo evitar que la risa se me note en los ojos y debo haberlo conseguido, puesto que la pobre de Pilar, consciente de tamaña culpa, rompe a llorar desconsolada, tratando de justificarse.
Santi y Manolo se regodean en la desgracia ajena y ríen desde la puerta. ¡Madre mía! merecen otra filípica por su falta de solidaridad filial. ¡En fin, esto es la educación! -¡cada uno a su cuarto!-concluyo cual ogro feroz y escapan, aunque sin dejarse engañar del todo.
Parece que todo se ha calmado. Regreso a mi habitación, a mi libro.
Al momento vuelve a escuchar la pelota botar ante el espejo dorado del vestíbulo. Por fin ha regresado la paz... hasta la próxima.
sábado, 27 de junio de 2015
viernes, 26 de junio de 2015
YO SOY LUNÁTICO
Me alegraré infinito de que nuestros hermanos ortodoxos no acepten la fecha fija de la Pascua y sigamos como siempre al albur de la luna.
Por nuestra parte, los católicos, parece que hay un consenso, para renunciar a una tradición tetra milenaria. (No sabemos lo que tenemos, ni lo que perdemos)
Sin entrar en las teológicas, me disgusta tal cambio, por razones estéticas y poéticas.
¿Cómo va a ser lo mismo celebrar la Pasión bajo la luna enorme de Parasceve, brillante, redonda y misteriosa, la misma que plateó los olivos grises y los cabellos oscuros, los surcos de agua y sangre del rostro de Jesús en Getsemaní, que en una noche cualquiera?
¿Cómo va a ser lo mismo sentir que bajo esa misma luna, huyeron de Egipto los judíos hace 4000 años, y desde entonces una tradición ininterrumpida nos une íntimamente al pueblo que buscaba la tierra prometida y que sigue esperando al Mesías?
¿Cómo va a ser lo mismo estar unidos al ritmo de la naturaleza, cuando se ofrecía a Dios, al inicio de la primavera, las primeras reses del ganado menor?
¿Cómo va a ser lo mismo depender de “la primera luna llena de primavera, según los astros: la luna, la tierra y el sol” si eso es pura poesía?
y el bastón, y la sangre en las jambas, y el pan sin levadura, y las prisas del 14 de Nisan... Mah Nishtanah ¿porqué es diferente "esta noche" de todas las noches?
Comprendo que la unidad de los cristianos es un bien grande y el escándalo de la división es patente, pero esa división no viene de la fecha de la Pascua, que es mera anécdota. Además el problema lo tienen nuestros hermanos ortodoxos, que, ciertamente, no han adaptado la fecha de la Pascua al calendario gregoriano, y cada vez se alejarán más del equinoccio de primavera, por el desfase de los 11 minutos anuales del calendario juliano. Pero nosotros ya nos adaptamos, como era lógico. Y es bien conocido el hecho de que Santa Teresa murió un 4 de octubre de 1582 y se enterró al día siguiente, un 15 del mismo mes, precisamente porque le cogió de pleno la adaptación.
En fin, que no me gusta nada eso de cambiar una tradición litúrgica ancestral.
Supongo que los turoperadores, restaurantes y delegaciones de festejos de ayuntamientos y municipios estarán encantados de tener todo tan ordenadito y no depender de lunas y lunáticos y que podrán programarse los eventos lúdicos de modo eficaz, eficiente y efectivo; sistemático, sintético, y práctico; técnologico, lógico y analítico; telemático, económico y electrónico… y siga usted poniendo esdrújulos…
Dicho esto, doctores tiene la Iglesia, y apechugaremos, en su caso, con la merma estética y poética, porque una cosa está fuera de toda discusión, independientemente de lunas y estrellas, quien verdaderamente orienta nuestras vidas es Cristo «Oriens, splendor lucis æternæ et sol iustitiæ».
Por nuestra parte, los católicos, parece que hay un consenso, para renunciar a una tradición tetra milenaria. (No sabemos lo que tenemos, ni lo que perdemos)
Sin entrar en las teológicas, me disgusta tal cambio, por razones estéticas y poéticas.
¿Cómo va a ser lo mismo celebrar la Pasión bajo la luna enorme de Parasceve, brillante, redonda y misteriosa, la misma que plateó los olivos grises y los cabellos oscuros, los surcos de agua y sangre del rostro de Jesús en Getsemaní, que en una noche cualquiera?
¿Cómo va a ser lo mismo sentir que bajo esa misma luna, huyeron de Egipto los judíos hace 4000 años, y desde entonces una tradición ininterrumpida nos une íntimamente al pueblo que buscaba la tierra prometida y que sigue esperando al Mesías?
¿Cómo va a ser lo mismo estar unidos al ritmo de la naturaleza, cuando se ofrecía a Dios, al inicio de la primavera, las primeras reses del ganado menor?
¿Cómo va a ser lo mismo depender de “la primera luna llena de primavera, según los astros: la luna, la tierra y el sol” si eso es pura poesía?
y el bastón, y la sangre en las jambas, y el pan sin levadura, y las prisas del 14 de Nisan... Mah Nishtanah ¿porqué es diferente "esta noche" de todas las noches?
Comprendo que la unidad de los cristianos es un bien grande y el escándalo de la división es patente, pero esa división no viene de la fecha de la Pascua, que es mera anécdota. Además el problema lo tienen nuestros hermanos ortodoxos, que, ciertamente, no han adaptado la fecha de la Pascua al calendario gregoriano, y cada vez se alejarán más del equinoccio de primavera, por el desfase de los 11 minutos anuales del calendario juliano. Pero nosotros ya nos adaptamos, como era lógico. Y es bien conocido el hecho de que Santa Teresa murió un 4 de octubre de 1582 y se enterró al día siguiente, un 15 del mismo mes, precisamente porque le cogió de pleno la adaptación.
En fin, que no me gusta nada eso de cambiar una tradición litúrgica ancestral.
Supongo que los turoperadores, restaurantes y delegaciones de festejos de ayuntamientos y municipios estarán encantados de tener todo tan ordenadito y no depender de lunas y lunáticos y que podrán programarse los eventos lúdicos de modo eficaz, eficiente y efectivo; sistemático, sintético, y práctico; técnologico, lógico y analítico; telemático, económico y electrónico… y siga usted poniendo esdrújulos…
Dicho esto, doctores tiene la Iglesia, y apechugaremos, en su caso, con la merma estética y poética, porque una cosa está fuera de toda discusión, independientemente de lunas y estrellas, quien verdaderamente orienta nuestras vidas es Cristo «Oriens, splendor lucis æternæ et sol iustitiæ».
martes, 23 de junio de 2015
De paraísos perdidos
Lo expresa muy bien Cernuda:
"Llega un momento en la vida cuando el tiempo nos alcanza. (No sé si expreso esto bien.) Quiero decir que a partir de tal edad nos vemos sujetos al tiempo y obligados a contar con él, como si alguna colérica visión con espada centelleante nos arrojara del paraíso primero..."
Mi hija Pilar todavía, ¡todavía!, no ha sido expulsada . ¿Cuanto tiempo le queda? Como la rosa en sazón, esa inocencia pura es breve.
Me pregunta la hora continuamente. Yo, al principio, muy formal la miraba y se la decía exacta, hasta que me dí cuenta de que para ella el tiempo no existe aún a los seis años. Sus estaciones vienen marcadas por las vacaciones, y sus horas por el aburrimiento y los juegos, por las galletas con nocilla de la merienda o la tostada del desayuno, palabras que todavía confunde y utiliza indistintamente.
Somos sus padres los amos del tiempo, el sol, que decimos cuando hay que acostarse o levantarse o incluso, cuando hace calor o cuando hay que ponerse el jersey.
Hago la prueba y cuando me pregunta le digo la primera hora que me viene a la cabeza, la hora de Nueva York, quizá, y ella contesta, muy conforme, ¡ahh! y sigue, con sus muñecas o dibujando casitas torcidas y pájaros como grandes y redondeadas "m" en un cielo que es una franja azul en la parte de arriba del papel...
En los niños, el barró de la creación aún está fresco, los años nos endurecen, no puede ser de otra manera, para sobrevivir.
Pero, al final, retornaremos a ese tiempo sin tiempo, de tierra húmeda y rosa, otra vez.
viernes, 19 de junio de 2015
Serias conversaciones
Pilar es una charlatana y no le importa equivocarse. Cuando más la escucho es cuando voy y vengo con ella en bicicleta, en que no tengo más remedio. Y me pone la cabeza bomba.
Su amiga no puede venir hoy a casa porque está en una cabaña. Lo dice muy seria y convencida y lo repite cuando yo le pregunto extrañado.
-Sí, papá, en una cabaña, con su agenda y todo.
- ??
- Que sí, para aprender inglés. Una cabaña de inglés.
-¡Una academia.!
- Eso, eso. Da lo mismo, papá. Cuando uno no sabe una palabra se inventa una parecida y ya está.
- ¡Aaaah!
Su amiga no puede venir hoy a casa porque está en una cabaña. Lo dice muy seria y convencida y lo repite cuando yo le pregunto extrañado.
-Sí, papá, en una cabaña, con su agenda y todo.
- ??
- Que sí, para aprender inglés. Una cabaña de inglés.
-¡Una academia.!
- Eso, eso. Da lo mismo, papá. Cuando uno no sabe una palabra se inventa una parecida y ya está.
- ¡Aaaah!
miércoles, 17 de junio de 2015
Pongamos que hablo...
Y todas las madres dejaron sus antiguos
empleos de médicos, abogadas o juezas, de dependientas de Zara o de El Corte
Inglés u otras empresas explotadoras y fueron contentas, armadas con cubos y
fregonas, a la lucha por una Nueva Ciudad.
Y los colegios de sus propios
hijos fueron limpiados por sus amorosas manos. Donde antes se quitaba el polvo
sin emoción, ahora se oían conmovedores cánticos de solidaridad. Cada
limpiadora depositaba un beso y una flor en el pupitre de su vástago, que estos
encontraban, sorprendidos y arrobados al comenzar el nuevo día en esta nueva
Arcadia feliz.
Los alumnos, como no podía ser de
otra manera, multiplicaron sus rendimientos y desapareció el fracaso escolar.
Las miembras de las cooperativas
de limpieza elaboraban el nutriente primero de su progenie (lo que antes era
el bocadillo de la mañana) con pan de espelta natural relleno de verduras que
ellas mismas autocultivaban en los huertos ecológicos en los que se habían
convertido los grandes y antiguos campos de golf de Puerta de Hierro y las
plazas de toros, donde ahora pastaban libres, vaquitas, corderos, entre pepinos
y calabazas biológicas y orgánicas.
Tras la jornada de limpieza,
todas de la mano se dirigían a los nuevos Templos, donde antes se celebraban
cultos oscuros de antiguas religiones, y danzaban (por supuesto con los pechos
descubiertos) en loor de la diosa Razón, instaurada como influencia letífica en
estatuas esculpidas con la cara de la nueva alcaldesa.
Ya no existen multinacionales de
limpieza, ni de comida rápida, ni automóviles, pues todos y todas circulan en
bicicleta, las carreteras son plantadas de lechugas, y la ciudadanía no necesita
salir de su distrito, donde se autoabastece de los productos primarios y teje
sus propios vestidos bajo los almendros en flor…
Como consecuencia los antiguos
trabajadores/oras de esas horribles empresas explotadoras, limpiadoras,
exempleados/adas de Mc Donalds… vagan como zombis purgando su pasado en campos
de adaptación, mientras se busca alguna manera de introducirlos a todos y
todas, junto con otros disidentes y sacerdotes de antiguas religiones, en un
seiscientos.
Pongamos que hablo…
de MADRID.
de MADRID.
lunes, 15 de junio de 2015
ADIOS AL BAZAR VICTORIA
Sevilla se está quedando sin alma. El desarrollismo de los sesenta la maltrató de manera inmisericorde, cargándose palacios y monumentos irremplazables, pero no aprendemos.
Se van a trasladar varios comercios de toda la vida y con ello se llevan parte de la esencia de la ciudad, que no son sólo sus grandes monumentos, sino estos pequeños trozos donde se venera la tradición y la nostalgia.
Se va el Bazar Victoria, después de cien años de surtir de clavos, puntillas, sartenes y botijos y jaulas de grillo y huevos de madera para zurcir calcetines, a media Sevilla.
Poder ir a comprar el bote de pegamento para los trabajos de "pretecnología" de mis hijos en el mismo lugar donde mi abuelo compraba un trompo cuando tenía su edad es un lujo. Sentar a un niño en el largo mostrador de madera gastado, en el mismo sitio, en la misma madera donde a su bisabuelo lo sentó su padre tiene un valor intangible, pero no menos cierto, que un cuadro de Murillo.
Ahora van a destruir todo eso para, triste paradoja, poder ampliar el recinto destinado al "museo" que pretende hacer la Cajasol en ese lugar. ¿Qué sentido tiene crear un museo destinado a exponer obras de arte y destruir una obra de arte viva e imposible de reemplazar?
Pero esto es lo que hay.
sábado, 13 de junio de 2015
AYER COMO SIEMPRE...
p. ¿Cuáles son los pecados que se dicen clamar al cielo?
R. Los pecados que se dicen clamar al cielo son cuatro:1º. el homicidio voluntario; 2º. el pecado impuro contra el orden de la naturaleza. 3º. la opresión del pobre; 4º. la defraudación o retención injusta del jornal del trabajador.
Del catecismo de mi tia abuela Amalia (q.p.d) que ha aparecido por mi casa. Edición de 1921 prescrito por la Santidad del Papa (san) Pío X en 1905.
No parece que la opción por los pobres y las "periferias" sea algo de ahora. Por su manifiesta y grave iniquidad la injusticia social clama al cielo desde hace luengos años...
R. Los pecados que se dicen clamar al cielo son cuatro:1º. el homicidio voluntario; 2º. el pecado impuro contra el orden de la naturaleza. 3º. la opresión del pobre; 4º. la defraudación o retención injusta del jornal del trabajador.
Del catecismo de mi tia abuela Amalia (q.p.d) que ha aparecido por mi casa. Edición de 1921 prescrito por la Santidad del Papa (san) Pío X en 1905.
No parece que la opción por los pobres y las "periferias" sea algo de ahora. Por su manifiesta y grave iniquidad la injusticia social clama al cielo desde hace luengos años...
miércoles, 10 de junio de 2015
GRIPE
Escucho la Patética de Tchaikosky medio tumbado en el sofá. Las voces de Santiago no cesan se me clavan como dardos. Llevo todo el día con fiebre y un mal cuerpo tremendo. No he ido a trabajar, pero no he podido hacer nada de lo que uno haría si le dieran una mañana de asueto, ya que un gran cansancio no me lo permitía. Me levanté a la una, con dolor de cabeza y me he arrastrado al sofá. Nada me satisface. Estoy leyendo a Trapiello, "La Manía", a pesar de mi languidez y de que todo me molesta, me gusta, aunque me cansa leer más de unas hojas y lo dejo.
Cuando se está enfermo, nos damos cuenta de lo que dependemos de este dichoso cuerpo nuestro.
Reyes ha salido con las niñas. Se había hecho algo en el pelo que le favorecía, le he amonestado por ello. Yo aquí, enfermo y tu preparándote ya para cuando yo falte.
Pongo voz plañidera y le digo a Manolito que me ayude a levantarme y me apoyo en su hombro. -Papá, no te pases- me dice.
Ahora tengo 38 y me sigue doliendo la cabeza. He cambiado a Mozart, el concierto para clarinete.
Santiago ha dejado de gritar, loado sea Dios, y juega con Pilar al ajedrez. Suena el clarinete despacio y largamente en el segundo movimiento. Fuera hace mucho calor y el viento de levante mueve las persianas.
Cada vez estoy más congestionado.¿donde he puesto el pañuelo? ¡Attchiiisss!
Cuando se está enfermo, nos damos cuenta de lo que dependemos de este dichoso cuerpo nuestro.
Reyes ha salido con las niñas. Se había hecho algo en el pelo que le favorecía, le he amonestado por ello. Yo aquí, enfermo y tu preparándote ya para cuando yo falte.
Pongo voz plañidera y le digo a Manolito que me ayude a levantarme y me apoyo en su hombro. -Papá, no te pases- me dice.
Ahora tengo 38 y me sigue doliendo la cabeza. He cambiado a Mozart, el concierto para clarinete.
Santiago ha dejado de gritar, loado sea Dios, y juega con Pilar al ajedrez. Suena el clarinete despacio y largamente en el segundo movimiento. Fuera hace mucho calor y el viento de levante mueve las persianas.
Cada vez estoy más congestionado.¿donde he puesto el pañuelo? ¡Attchiiisss!
lunes, 8 de junio de 2015
Reina del Santísimo Rosario, ruega por nosotros.
Hoy leo el blog de AR, cuyas aportaciones cotidianas son impagables y veo esta entrada, que, oh, casualidad, está relacionado con mi impresión de ayer no más.
Estaba en la Parroquia de la Magdalena, asido a un varal de plata del palio del Santísimo, que tras la procesión del Corpus, íbamos a acompañar hasta el altar mayor para la espléndida bendición solemne.(Mis impresiones de otro año aquí y aquí).
Miraba el cuadro de la Batalla de Lepanto de Lucas Valdés, que luce restaurado con vivos colores. Me entretuve en contar cuantos navíos surcaban los mares, unos setenta había pintado. Hubo cientos.
Pensé que hoy muchos considerarán políticamente incorrecto este cuadro, en este sitio y despreciarán la grandeza de haber vencido al Turco en 1571.
Gracias a la sangre derramada por tantos entonces, podemos nosotros disfrutar de nuestra civilización occidental y García Morente lo sabía.
Hoy ignoramos nuestra historia o lo que es peor la traicionamos. Renegamos de la Reconquista por la que nuestros antepasados nos introdujeron voluntariamente en la modernidad, recuperando la vieja Hispania duramente, palmo a palmo, y hay quien añora un islam falso y mitificado. Ese movimiento andalucista, tan propio de los nacionalismos utópicos decimonónicos, y que, gracias a Dios, no llegó a nada en nuestra tierra, (bueno, la triste bandera blanca y verde, el himno, y poco más), pero que ha sido tan trágico en Cataluña y Vascongadas, bebe de esas fuentes absurdas.
Ayer contemplando el cuadro de la batalla heroica, como el "viejo" profesor, yo también, con una mezcla de orgullo y desolación, clamaba: España, España, España.
miércoles, 3 de junio de 2015
MÁLAGA, IMPARABLE.
El sábado estuve en Málaga, cuya visita demuestra cómo una buena gestión puede levantar una ciudad.
Pudimos visitar el Pompidou, el Thyssen, el Museo Ruso y el Museo del Automóvil. La comparación con Sevilla es inevitable. Pensar que Carmen Cervera quiso poner su museo en Sevilla y por una mala gestión se fue a Málaga... Allí había una exposición, "Días de verano" deliciosa, con unos Sorollas, Meifrén, Plá, Picassos estupendos.
El Ruso te permite recorrer toda la historia de la pintura de este país desde los iconos hasta el siglo XX.
Aunque desconocidos para nosotros la mayoría de autores, había cuadros espléndidos. El siglo XIX con unos paisajes nevados y una pintura "paneslavista" maravillosas, la de propaganda comunista muy interesante, y cómo no, las vanguardias, de Chagall a Kandinski, Malévich...
El Pompidou, es un laboratorio experimental donde junto a las mamarrachadas típicas, te encuentras una "Musa Dormida" de Brancusi, unos Giacomettis, De Kooning... En todo caso, te dejas llevar por el cuenta cuentos que explica las obras, ininteligibles si no, y uno se mete en el juego pseudointelectual y se divierte.
Vídeos de tías en pelotas reivindicando la liberación femenina, espantajos colgados del techo, en fin lo tradicional, un batiburrillo postmoderno con grano y paja, pero un lujo para cualquier ciudad. Por lo pronto, me encontré una alumna de un curso de museología de hace dos años, que está allí trabajando. Nada más que por eso ya merece la pena.
El Museo de Automóviles, al que entré sin especial ilusión, me fascino, vehículos desde el año 1900 hasta ahora. Están expuestos con "glamour" y recrean la época del gran Gatsby, junto a vestidos y diseños coetáneos.
El Puerto nuevo espectacular, las calles limpias, restauradas... Una ciudad que ha dado un cambio en los últimos años inimaginable. Hay que ir.
Envidiable.
Pudimos visitar el Pompidou, el Thyssen, el Museo Ruso y el Museo del Automóvil. La comparación con Sevilla es inevitable. Pensar que Carmen Cervera quiso poner su museo en Sevilla y por una mala gestión se fue a Málaga... Allí había una exposición, "Días de verano" deliciosa, con unos Sorollas, Meifrén, Plá, Picassos estupendos.
El Ruso te permite recorrer toda la historia de la pintura de este país desde los iconos hasta el siglo XX.
Aunque desconocidos para nosotros la mayoría de autores, había cuadros espléndidos. El siglo XIX con unos paisajes nevados y una pintura "paneslavista" maravillosas, la de propaganda comunista muy interesante, y cómo no, las vanguardias, de Chagall a Kandinski, Malévich...
El Pompidou, es un laboratorio experimental donde junto a las mamarrachadas típicas, te encuentras una "Musa Dormida" de Brancusi, unos Giacomettis, De Kooning... En todo caso, te dejas llevar por el cuenta cuentos que explica las obras, ininteligibles si no, y uno se mete en el juego pseudointelectual y se divierte.
El edificio "El Cubo" me gustó mucho. |
Muñecos hechos de papel de plata |
Sorprenden vistos por delante, al estar vacíos, lo que conlleva una profundísima simbología sobre las tres religiones llenas de esperanza, según nos dijeron... |
Diseñado por Sonia Dalaunay |
El Puerto nuevo espectacular, las calles limpias, restauradas... Una ciudad que ha dado un cambio en los últimos años inimaginable. Hay que ir.
Envidiable.
martes, 2 de junio de 2015
AGAPIMU
A una mañana de Reyes
magos, de la mano me llevan,
los sones de la música
Y todo vuelve
La cinta del cassette sonando, Agapimú
El olor de la madera barnizada del teatro
de juguete
y el aire de los ángeles de la familia
que sobrevolaban sobre los regalos
desenvueltos
Papá, máma y el eco
de la dicha completa
como una naranja
dulce y cerrada.
lunes, 1 de junio de 2015
Ahí estamos
¿En serio? Así contestan mis hijos ahora cuando se les dice algo. Estará de moda, supongo. También la pequeña.
-Hay helado de postre.
- ¿en serio? -contestan.
Sí, totalmente en serio.
Otra coletilla que utilizan ahora todos para confirmar algo: Ahí estamos.
-La verdad es que ha sido un pedazo de partido.
- Ahí estamos.
A veces yo les contesto igual.
-Tienes que ayudarme con los deberes de cono- me dice Manolito.
-Ahí estamos- contesto.
Pero no debe ser muy adecuado su uso para padres por que me dicen con un dejo despectivo:
¡Papá, no te motives!
-Hay helado de postre.
- ¿en serio? -contestan.
Sí, totalmente en serio.
Otra coletilla que utilizan ahora todos para confirmar algo: Ahí estamos.
-La verdad es que ha sido un pedazo de partido.
- Ahí estamos.
A veces yo les contesto igual.
-Tienes que ayudarme con los deberes de cono- me dice Manolito.
-Ahí estamos- contesto.
Pero no debe ser muy adecuado su uso para padres por que me dicen con un dejo despectivo:
¡Papá, no te motives!