martes, 28 de enero de 2014
DIDO Y ENEAS (Purcell)
Aunque no conozcas el mito
sientes la música,
el lamento
que se clava
y regresas
a un mundo de claves
de sol
de luces
delicado.
Y la Hélade
que siempre va contigo
que nunca abandonaste
se despierta
te ata
te desata con el
sutilísimo
hilo
del manto de Penélope
bordado
de nostalgias.
viernes, 24 de enero de 2014
En el restaurante de moda.
Fuimos al restaurante de moda, donde nos recibió un negro con un turbante, no tan alto y tan sofisticado como el de otro restaurante de moda de la ciudad, pero en fin, daba el toque distinguido que se pretendía. (No sé como solicitarán este trabajo en los anuncios: " se necesita negro decorativo y buena presencia para recepción", no creo que este permitido...).
No es muy grande y estaba muy buen puesto, con sus mesas demasiado pegadas al vecino, y unas copas de cerveza enormes como cubas.
En medio del local, supongo que será de lo más in, había un tío con unos cascos y una mesa de esas de música, con muchos botones, cables y alta tecnología, emitiendo música ambiental. El problema de la cercanía de los comensales se resolvía sólo, ya que no se escuchaba ni a unos ni a otros, siendo todo una elegante algarabía. Daba apuro rogar que se bajara la música ya que era como no saber apreciar la ultraprogresía con la que nos regalaban...
La carta ininteligible, lo dulce salado y lo salado dulce, el bombón de no sé qué era una papada de cerdo, el no sé qué al chocolate, era una carrillada, el crujiente de lomo relleno, era un San Jacobo... como los camareros, jovencísimos, delgadísimos, supongo que con varios idiomas y másteres diversos, (se buscan camareros anoréxicos y espirituosos, dirá el anuncio) eran amables nos tradujeron la cuestión al castellano tradicional y pedimos una comanda que fue muy acertada.
La comida muy buena. Los postres excelentes y el ruido ensordecedor.
Como era una reunión de los amigos de siempre, de los que hacía largo tiempo que no veíamos, nos reímos de todo, charlamos de todo, y parecía que estábamos todavía en la cafetería de la facultad.
En resumen, una velada muy agradable a pesar de la modernidad...
No es muy grande y estaba muy buen puesto, con sus mesas demasiado pegadas al vecino, y unas copas de cerveza enormes como cubas.
En medio del local, supongo que será de lo más in, había un tío con unos cascos y una mesa de esas de música, con muchos botones, cables y alta tecnología, emitiendo música ambiental. El problema de la cercanía de los comensales se resolvía sólo, ya que no se escuchaba ni a unos ni a otros, siendo todo una elegante algarabía. Daba apuro rogar que se bajara la música ya que era como no saber apreciar la ultraprogresía con la que nos regalaban...
La carta ininteligible, lo dulce salado y lo salado dulce, el bombón de no sé qué era una papada de cerdo, el no sé qué al chocolate, era una carrillada, el crujiente de lomo relleno, era un San Jacobo... como los camareros, jovencísimos, delgadísimos, supongo que con varios idiomas y másteres diversos, (se buscan camareros anoréxicos y espirituosos, dirá el anuncio) eran amables nos tradujeron la cuestión al castellano tradicional y pedimos una comanda que fue muy acertada.
La comida muy buena. Los postres excelentes y el ruido ensordecedor.
Como era una reunión de los amigos de siempre, de los que hacía largo tiempo que no veíamos, nos reímos de todo, charlamos de todo, y parecía que estábamos todavía en la cafetería de la facultad.
En resumen, una velada muy agradable a pesar de la modernidad...
viernes, 17 de enero de 2014
La tarde se puso íntima...
La bici me pesaba como un muerto, algo debe rozar. A las cinco había que recoger a Manolito de un cumpleaños y llevarlo acto seguido a un partido y recogerlo después otra vez. En fin un trasiego con esta maldita bicicleta que si no me mata terminará por convertirme en alguien elegantemente estilizado…
Pero la tarde nos depara sus momentos.
Ha empezado a llover casi al llegar a casa. Esta vacía. Todos están fuera.
Y la lluvia, que todo lo transforma, que todo lo matiza,que todo lo estrena, cubre con una pátina de soledad a la tarde limpia.
Me encanta asomarme al balcón y ver palpitar las gotas en los adoquines, crepitar, bajo las luces amarillentas de las farolas, las sombras reflejadas de los viandantes con paraguas, correr a algunos que han sido sorprendidos y se refugian bajo los soportales de las columnas viejas.
He enchufado el brasero.
Pongo un CD de Jacqueline du Pre. Su violonchelo arranca a Bach, sonidos untuosos y lentos. La tarde se hace perfecta. Los libros esperan.
Sólo me falta encender la chimenea.
Pero como no tengo, me conformo con prender una vela temblorosa.
jueves, 16 de enero de 2014
PACÍFICO: España y la aventura de la Mar del Sur.
http://www.mecd.gob.es/exposicion-pacifico/presentacion.html;jsessionid=76F49F7109A3111CC681BA6320154846
Asombro y admiración es lo que siento cuando regreso de visitar la exposición del Archivo de Indias. El descubrimiento de América y la exploración del Pacífico por parte de los españoles fue una odisea incomparable, única en la historia y desgraciadamente casi desconocida para los españoles de hoy.
Cuando se nos muestra el mapa del mundo con las rutas descubiertas entre Acapulco y Manila, inverosímiles, peligrosísimas, realizadas en penosas circunstancias y con medios técnicos escasos, uno no puede menos que preguntarse cómo pudieron. E iban y venían, de España a America, a Asia, otra vez de vuelta…batallas, luchas, hambres, enfermedades, escorbuto,
Y a la vez que se colonizaba un inmenso continente recien descubierto, América, se quería seguir con la ruta hacia las islas de las especias, Las Molucas, y se descubre y atraviesa un océano desconocido, el Pacífico y a la vez desde la Península se luchaba en toda Europa, y Flandes, y Nápoles y el Mediterráneo. ¿Pero cómo se pudo llevar a cabo tal cúmulo de hazañas en tan poco tiempo y simultáneamente? De donde salió tanta gente y con ese impulso, esa valentía, ese espíritu…
La vida de cualquiera de los miles de personas que embarcaron a Ámerica dan para rellenar cientos de páginas novelescas y multitud de películas. Del Oeste americano nos lo sabemos todo y de nuestra epopeya magnífica y grandiosa nada. Eso sí, la leyenda negra de las aberraciones cometidas con los indios (que las hubo, porque el mal siempre campa a sus anchasen cualquier actividad humana) late perennemente en el imaginario colectivo y sale a relucir a cada momento.¡ Ahí nos la han colado pero bien! Pero de la grandeza y la heroicidad, del sacrificio y el valor nada.
Basten unas palabras de la reina Isabel dirigidas a Colón para despejar dudas sobre la filosofía de la Corona al respecto del trato a los indios: “de aquí en adelante traten muy bien y amorosamente a los indios, sin que les hagan enojo alguno” y en el codicilo del testamento de la misma: “Suplico al Rey mi Señor y a la dicha Princesa mi hija y al dicho Príncipe su marido, que así lo hagan y cumplan y que este sea su principal fin y que en ello pongan mucha diligencia y no consientan ni den lugar que los indios, vecinos y moradores de las dichas Indias y Tierra Firme, ganadas y por ganar, reciban agravio alguno en sus personas y bienes, mas manden que sean bien y justamente tratados; y si algún agravio han recibido, lo remedien y provean”.
Adoptar esta postura en una época en la que la mentalidad esclavista estaba a la orden del día es loable, admirable y digno de elogios. No conozco otra nación de la época o posterior que pueda ufanarse de algo así. Habrá que esperar casi cuatrocientos años para que se dirima la cuestión de la esclavitud en Estados Unidos y la respecto de la consideración de los ingleses con respecto a los autóctonos de sus colonias en siglos posteriores, mejor ni hablar…
Esto es sólo una parte de las elucubraciones a que me ha llevado esta visita pero habría mucho que hablar de las maravillas que hay en ella, como el original del Tratado de Tordesillas, o la Bula inter Etcetera de Alejandro VI, o cartas manuscritas de Nuñez de Balboa, o porcelanas Ming extraidas del pecio del Galeón hundido San Diego…
Las anécdotas sobre la vida los aventureros, héroes y descubridores de entonces, Magallanes, Elcano, Urdaneta, Legazpi, Isabel Barreto, la primera y única mujer Almirante, (con un carácter que se las traía) Arias de Saavedra, López de Salcedo, Fernandez de Quirós, Gómez de Espinosa…dan para estar escribiendo cien días seguidos…
Concluyo con una referencia al momento cumbre del descubrimiento del Pacífico:
«De pronto, como a eso de las diez de la mañana, uno de los indios que servían de guía se volvió hacia el jefe y le señaló con el dedo una cresta pelada. [...] Balboa mandó entonces hacer el alto. Y luego, ante la expectación ansiosa de sus hombres, continuó subiendo solo hacia la cumbre señalada. De improviso lo vieron clavar la vista en el espacio, quitarse el sombrero empenachado y caer de rodillas, en uncioso recogimiento [...] Con lágrimas de gozo estos endurecidos aventureros abrazaron a su capitán y juraron seguirle hasta la muerte. El padre Andrés entonó un "Te Deum Laudeamus" y las voces de los soldados, ennoblecidas y puestas al unísono con la grandeza del momento se elevaron solemnes aquel glorioso domingo [...] Entonces con voz estentórea y temblante de emoción, Vasco Núñez de Balboa anunció a todos los vientos que tomaba posesión de aquellas tierras bañadas por el mar del Sur en nombre de los soberanos de Castilla. Y mientras algunos soldados daban gritos y vivas de contentos, otros se pusieron a cortar un gran árbol, hicieron con él una cruz, grabaron el ella los nombres de los Reyes Católicos y la clavaron con los brazos extendidos hacia los dos océanos» (Méndez Pereira)
Por eso, y no sólo porque gane la selección, es por lo que muchas veces me siento íntimamente orgulloso de ser español.
Asombro y admiración es lo que siento cuando regreso de visitar la exposición del Archivo de Indias. El descubrimiento de América y la exploración del Pacífico por parte de los españoles fue una odisea incomparable, única en la historia y desgraciadamente casi desconocida para los españoles de hoy.
Cuando se nos muestra el mapa del mundo con las rutas descubiertas entre Acapulco y Manila, inverosímiles, peligrosísimas, realizadas en penosas circunstancias y con medios técnicos escasos, uno no puede menos que preguntarse cómo pudieron. E iban y venían, de España a America, a Asia, otra vez de vuelta…batallas, luchas, hambres, enfermedades, escorbuto,
Y a la vez que se colonizaba un inmenso continente recien descubierto, América, se quería seguir con la ruta hacia las islas de las especias, Las Molucas, y se descubre y atraviesa un océano desconocido, el Pacífico y a la vez desde la Península se luchaba en toda Europa, y Flandes, y Nápoles y el Mediterráneo. ¿Pero cómo se pudo llevar a cabo tal cúmulo de hazañas en tan poco tiempo y simultáneamente? De donde salió tanta gente y con ese impulso, esa valentía, ese espíritu…
La vida de cualquiera de los miles de personas que embarcaron a Ámerica dan para rellenar cientos de páginas novelescas y multitud de películas. Del Oeste americano nos lo sabemos todo y de nuestra epopeya magnífica y grandiosa nada. Eso sí, la leyenda negra de las aberraciones cometidas con los indios (que las hubo, porque el mal siempre campa a sus anchasen cualquier actividad humana) late perennemente en el imaginario colectivo y sale a relucir a cada momento.¡ Ahí nos la han colado pero bien! Pero de la grandeza y la heroicidad, del sacrificio y el valor nada.
Basten unas palabras de la reina Isabel dirigidas a Colón para despejar dudas sobre la filosofía de la Corona al respecto del trato a los indios: “de aquí en adelante traten muy bien y amorosamente a los indios, sin que les hagan enojo alguno” y en el codicilo del testamento de la misma: “Suplico al Rey mi Señor y a la dicha Princesa mi hija y al dicho Príncipe su marido, que así lo hagan y cumplan y que este sea su principal fin y que en ello pongan mucha diligencia y no consientan ni den lugar que los indios, vecinos y moradores de las dichas Indias y Tierra Firme, ganadas y por ganar, reciban agravio alguno en sus personas y bienes, mas manden que sean bien y justamente tratados; y si algún agravio han recibido, lo remedien y provean”.
Adoptar esta postura en una época en la que la mentalidad esclavista estaba a la orden del día es loable, admirable y digno de elogios. No conozco otra nación de la época o posterior que pueda ufanarse de algo así. Habrá que esperar casi cuatrocientos años para que se dirima la cuestión de la esclavitud en Estados Unidos y la respecto de la consideración de los ingleses con respecto a los autóctonos de sus colonias en siglos posteriores, mejor ni hablar…
Esto es sólo una parte de las elucubraciones a que me ha llevado esta visita pero habría mucho que hablar de las maravillas que hay en ella, como el original del Tratado de Tordesillas, o la Bula inter Etcetera de Alejandro VI, o cartas manuscritas de Nuñez de Balboa, o porcelanas Ming extraidas del pecio del Galeón hundido San Diego…
Las anécdotas sobre la vida los aventureros, héroes y descubridores de entonces, Magallanes, Elcano, Urdaneta, Legazpi, Isabel Barreto, la primera y única mujer Almirante, (con un carácter que se las traía) Arias de Saavedra, López de Salcedo, Fernandez de Quirós, Gómez de Espinosa…dan para estar escribiendo cien días seguidos…
Concluyo con una referencia al momento cumbre del descubrimiento del Pacífico:
«De pronto, como a eso de las diez de la mañana, uno de los indios que servían de guía se volvió hacia el jefe y le señaló con el dedo una cresta pelada. [...] Balboa mandó entonces hacer el alto. Y luego, ante la expectación ansiosa de sus hombres, continuó subiendo solo hacia la cumbre señalada. De improviso lo vieron clavar la vista en el espacio, quitarse el sombrero empenachado y caer de rodillas, en uncioso recogimiento [...] Con lágrimas de gozo estos endurecidos aventureros abrazaron a su capitán y juraron seguirle hasta la muerte. El padre Andrés entonó un "Te Deum Laudeamus" y las voces de los soldados, ennoblecidas y puestas al unísono con la grandeza del momento se elevaron solemnes aquel glorioso domingo [...] Entonces con voz estentórea y temblante de emoción, Vasco Núñez de Balboa anunció a todos los vientos que tomaba posesión de aquellas tierras bañadas por el mar del Sur en nombre de los soberanos de Castilla. Y mientras algunos soldados daban gritos y vivas de contentos, otros se pusieron a cortar un gran árbol, hicieron con él una cruz, grabaron el ella los nombres de los Reyes Católicos y la clavaron con los brazos extendidos hacia los dos océanos» (Méndez Pereira)
Por eso, y no sólo porque gane la selección, es por lo que muchas veces me siento íntimamente orgulloso de ser español.
miércoles, 15 de enero de 2014
15 de enero.
Como un niño ante el escaparate de la pastelería, veo un montón de libros alineados en la estantería del despacho de mi amigo. Como me suenan, me dirijo a ellos flechados, y efectivamente, alli está flamante, la colección de la Isla de Siltolá, con sus bellas ediciones ajedrezadas.
Como al niño al que le dicen entra y atiborrate, me incita a que me lleve todos los que quiera. ¡Umm!. No se por donde empezar. Me gustaría decir: ¡todos! pero mi esmerada educación me lo impide y elijo apresuradamente, como al desgaire: Enrique Baltanás, Suso Ares, Corina Dávalos...
Ya en casa abro el de Pablo Moreno Prieto,http://siltola.blogspot.com.es/2011/04/pablo-moreno-y-juan-pena.html, que yo no conocía y me deslumbra.
15 de enero
El corazón tiene una forma extraña
de nombrar lo perdido. A cualquier hora,
sin saber bien qué aroma o sortilegio
la despierta, te ronda la inquietud
de una imágen antigua y que creías
olvidada. Han vuelto en esta tarde
otras tardes guardadas no sé dónde,
un trajín de peroles al fondo, con su olor
inmemorial a leche hirviendo en la cocina.
"Así huele mi infancia", pienso con inquietud
al comprobar la fecha de este día:
hoy hubiera cumplido abuela Antonia
los cien años.
P. Moreno Prieto.
Como al niño al que le dicen entra y atiborrate, me incita a que me lleve todos los que quiera. ¡Umm!. No se por donde empezar. Me gustaría decir: ¡todos! pero mi esmerada educación me lo impide y elijo apresuradamente, como al desgaire: Enrique Baltanás, Suso Ares, Corina Dávalos...
Ya en casa abro el de Pablo Moreno Prieto,http://siltola.blogspot.com.es/2011/04/pablo-moreno-y-juan-pena.html, que yo no conocía y me deslumbra.
15 de enero
El corazón tiene una forma extraña
de nombrar lo perdido. A cualquier hora,
sin saber bien qué aroma o sortilegio
la despierta, te ronda la inquietud
de una imágen antigua y que creías
olvidada. Han vuelto en esta tarde
otras tardes guardadas no sé dónde,
un trajín de peroles al fondo, con su olor
inmemorial a leche hirviendo en la cocina.
"Así huele mi infancia", pienso con inquietud
al comprobar la fecha de este día:
hoy hubiera cumplido abuela Antonia
los cien años.
P. Moreno Prieto.
jueves, 9 de enero de 2014
RESET
Sobre el arte contemporaneo sevillano es la exposición que muy acertadamente ha comisiariado Pepe Yñiguez en la Fundación Madariaga y que he visitado esta tarde.En esta primera parte se incluyen los pintores figurativos que se rebelaron contra el manido academicismo imperante en la postguerra. Son obras últimas, del año pasado incluso. El catálogo explica el objetivo y el concepto de la muestra que se puede descargar en internet.Me han gustado especialmente el paisaje del Coto desde Sanlucar, para mi tan conocido, las maravillosas vistas de Río de Joaquín Sáenz, la poesía de los bodegones de Duclós, los sugerentes azules de las barcas de Cárdenas, o los bodegones casi metafísicos de Claudio Díaz. Como he ido acompañado de Victoria Hernández Díaz, perteneciente al grupo, he podido disfrutar de primera mano de las explicaciones sobre esa època, difícil, de los artistas sevillanos. El grupo La Rábida, que impulsa Florentino Pérez Embid, la primera Galería de arte en Sevilla, la mítica Pasarela...
La casualidad quiso que, hace unos días, leyendo a Romero Murube, encontrase un artículo publicado en ABC, en las fechas de la inauguración de dicha Galería, enero del 65, dirigido a una joven Carmen Laffón que allí exponía, y dice cosas tan interesantes como estas:"una inquietud noble y sincera puede conducir a pasar la barrera de lo estético. Y el arte- aquí la pintura- convertirse en un campo experimental alejado totalmente de su fin" "Ese resurgir de la belleza sobre la confusión, sobre el noble, aunque excesivo, proposito que rebasa las lindes del arte, es mi solicitud a las juventudes. La pintura entra por los ojos, no por el entendimiento.No convirtamos la rosa en problemas"
http://www.fundacionvmo.com/centro-de-arte-contemporaneo/exposiciones/exposicion-actual
http://www.fundacionvmo.com/images/exposiciones/RESET%20baja.pdf
La casualidad quiso que, hace unos días, leyendo a Romero Murube, encontrase un artículo publicado en ABC, en las fechas de la inauguración de dicha Galería, enero del 65, dirigido a una joven Carmen Laffón que allí exponía, y dice cosas tan interesantes como estas:"una inquietud noble y sincera puede conducir a pasar la barrera de lo estético. Y el arte- aquí la pintura- convertirse en un campo experimental alejado totalmente de su fin" "Ese resurgir de la belleza sobre la confusión, sobre el noble, aunque excesivo, proposito que rebasa las lindes del arte, es mi solicitud a las juventudes. La pintura entra por los ojos, no por el entendimiento.No convirtamos la rosa en problemas"
http://www.fundacionvmo.com/centro-de-arte-contemporaneo/exposiciones/exposicion-actual
http://www.fundacionvmo.com/images/exposiciones/RESET%20baja.pdf
martes, 7 de enero de 2014
Vísperas de Reyes
Diversas cuestiones metafísicas de los niños estos días:
(Desde Sevilla la llana) ¿Papá, estamos en Navidad? Sí, hija.
¿Y dónde está la nieve?
¿Y a la gente que no cree en Dios le traen juguetes los Reyes Magos?
¿Y los Reyes cuando ponen los juguetes son invisibles?
¿Y Papa Noel existió? porque no sale en la Biblia.
¿Papá, puedo dormir esta noche con vosotros?
¡Ojú!
(Desde Sevilla la llana) ¿Papá, estamos en Navidad? Sí, hija.
¿Y dónde está la nieve?
¿Y a la gente que no cree en Dios le traen juguetes los Reyes Magos?
¿Y los Reyes cuando ponen los juguetes son invisibles?
¿Y Papa Noel existió? porque no sale en la Biblia.
¿Papá, puedo dormir esta noche con vosotros?
¡Ojú!