martes, 25 de septiembre de 2012

A vueltas con Mahoma

Bendita libertad de expresión, sí, pero... este derecho no es absoluto.
Ahora bien, dejemos a los tribunales que  determinen en cada caso si su ejercicio ha  vulnerado otros tan respetables como aquel: la dignidad, los sentimientos religiosos, la intimidad, el honor...
Los jueces deberían tomarse esto en serio. La verdad es que a todo el mundo le toca las.... narices que le mienten a la madre.
Esto parece de cajón ¿no? Pues no lo tienen tan claro unos y otros…

lunes, 24 de septiembre de 2012

Domingo

Cada vez que veo más mundo
más me gusta
la misa de doce

viernes, 21 de septiembre de 2012

Sorpresa de verano ( Slawomir Mrozek )

Por pura casualidad, rebuscando en la biblioteca de Sanlúcar, cogí el pequeño tomo: “El elefante y otros cuentos”. Así, simplemente, acabo de descubrir un autor que merece la pena y del que buscaré otras obras. Polaco contemporáneo, nació en 1930, es sarcástico, surrealista, inteligente y crítico feroz de la estupidez circundante, del totalitarismo absurdo y la burocracia alienante. Su afilada disección de la condición humana es genial, ácida, humorística, a veces tierna y poética y sorprendente siempre.

miércoles, 19 de septiembre de 2012

Carrillo

Hay hechos que el paso del tiempo no debe trivializar, hay hechos que no pueden nunca estar justificados alegando la inconsciencia de la juventud. Paracuellos del Jarama es uno de ellos. Si Carrillo, hoy fallecido, participó en ellos, es un hecho infame con el que un hombre ha de cargar toda la vida y ha de estar pidiendo perdón humildemente, desgarradamente,  hasta su muerte. Todo el mundo debe ser perdonado si se arrepiente de corazón,  si trata de reparar, en la medida de lo posible, las consecuencias de su maldad, aunque sean crímenes execrables. La redención existe.
Pero lo que no se puede, ni debe, es frivolizar sobre lo acaecido. Hace tanto tiempo que ya no es para tanto…
Fue para tanto y más. La matanza de personas inocentes en la guerra fue una tragedia inolvidable, infame, horrible, cruel, abyecta, miserable que cometieron personas concretas con nombres y apellidos. No fueron las derechas o las izquierdas,  los nacionales o los rojos, sino hombres y mujeres de uno y otro bando. Carrillo, parece,  fue uno de ellos. Su trayectoria posterior y su larga vida no invalidan su pasado, esos crímenes claman justicia. Que yo sepa Carrillo nunca se ha arrepentido públicamente de ellos, nunca ha pedido perdón, ha actuado frívolamente, como si nunca hubiese sucedido, o peor aún como si habiendo sucedido eso ya no tuviese importancia.
No, su evolución posterior y el tiempo transcurrido no limpian, no justifican la sangre derramada.
Dios tenga misericordia de él, como la tenga de mí, en la hora de la muerte.

domingo, 16 de septiembre de 2012

Los cielos que perdimos

He estado en la sierra el fin de semana.
He sentido la noche, he escuchado cantar el gallo y ladrar los perros lejanos.
Menos de cien años lleva la humanidad sin ver las estrellas. Pero se comprende, sólo en la oscuridad del monte, ajeno a la luz eléctrica, se comprende cómo se ha dejado guiar por ellas, como ha creído en los horóscopos, como ha regido las vidas de las civilizaciones.
Es que están ahí, con una intensidad sobrecogedora. Cómo no iban a cantar los poetas a los luceros y trasegar con ellos mil metáforas.
Hoy nos tenemos que contentar con las farolas...

viernes, 14 de septiembre de 2012

¡Vaya con la abuelita!

Continuando con mi descubrimiento de ayer...
Alucinante el nivel intelectual de la época. Lo pongo aquí porque me parece que la universidad de hace casi cien años era otra cosa... O sea, que lo de lo que la humanidad es un continuo progreso, como que no...

Copio y pego de la Memoria CORRESPONDIENTE
A LOS CURSOS 1924-5 Y 1925-6

D. Conferencias, conciertos y excursiones.
Conferencias del Concité Hispano-Inglés .—El Comité
Hispano-Inglés, que preside el excelentísimo señor Duque
de Alba, con el que colabora estrechamente la Residencia de
Estudíantes, invita todos los años a personalidades relevantes
de la intelectualidad inglesa, las cuales dan cursos
y conferencias len el local de la Residencia.
Dieron conferencias los señores :
Mr. Walter Starkie.—"El Teatro inglés contemporáneo."
Mr. Howard Carter.—"El descubrimiento de la tumba
de Tutankamen . "
The Hon. general C . G. Bruce.—" Los asaltos al Everest
" (con proyecciones, en el teatro del Cisne de una cinta
cinematográfica, precedida de una, conferencia de don C.
Bernaldo de Quirós).
Mr. Gilbert Keith Chesterton.— " La Caballería Andante

en la Historia ."

Como quien no quiere la cosa, escuchando de primera mano al descubridor de la tumba de Tutankamon, al artífice de la primera expedición al Everest, al erudito irlandes Satarkie, y...a Chesterton. ¡Toma ya!

jueves, 13 de septiembre de 2012

Qué suerte las conferencias a las que asistía mi abuela (qué mala suerte que no la conocí)

Sabía que mi abuela materna estudió farmacia en Madrid en los años veinte. Pero no que vivió en la famosa Residencia para señoritas María de Maeztu, de la Residencia de Estudiantes. (Que me enteré ayer) Por curiosidad he echado un vistazo en internet, y además de su nombre mencionado en unas investigaciones científicas de alumnas, encontré ¡¡vaya nivelazo!! los ciclos de conferencias que se impartían. No me resisto a incluir un extracto de la Memoria correspondiente
A LOS CURSOS 1928-9 Y 1929-30
MADRID
1930
de la 
JUNTA PARA AMPLIACIÓN DE ESTUDIOS
E INVESTIGACIONES CIENTÍFICAS
PRESIDENTE
Ramón y Caja¡ (D. Santiago) .

D. Conferencias.

Lo mismo que en años anteriores ha seguido organizando
la Residencia de Señoritas su curso de Conferencias,
de las cuales unas son públicas y otras están reservadas
a las alumnas de la Casa ; estas últimas se dan una
vez por semana, siempre los sábados . Unas y otras han
estado a cargo de los señores siguientes :
Don Pedro Sáinz Rodríguez .—Una Conferencia sobre
"Ascetismo y humanismo en la Literatura española ".
Don Luis de Zulueta .—Una Conferencia sobre "El
hogar se apaga " .
Doña Clara Campoamor .—Una Conferencia sobre "La
mujer ante el derecho".
Don Eugenio D'Ors.--Una Conferencia sobre "El secreto
de la biografía".
Don Salvador de Madariaga.—Una Conferencia sobre
"Ingleses, franceses y españoles (ensayo para una psicología
comparada)".
Doña María de Maeztu.—Una Conferencia sobre "Feminidad
y feminismo ".
Una Conferencia sobre "Cándida ", de Bernard Shaw.
Dos Conferencias sobre " Las mujeres en la novela
v en el teatro de Galdós ".

Curso de 1929-193o Don Gustavo Pittaluga .—Una
Conferencia sobre "La; vida doméstica y la formación de
la personalidad ".
Señorita María Luz Morales .—Una Conferencia sobre
" Amor en las románticas ".
Don Américo Castro .—Una Conferencia sobre "Las
tres vidas en Jorge Manrique " .
Don Luis de Zulueta .—Una Conferencia sobre "Brújula
y huracán".
Don Pedro Salinas .—Una Conferencia sobre " Mundo
real y mundo poético (con referencia a la historia de la
poesía) ".
Don Rafael Alberti .—Una Conferencia sobre " Poesías
y comentarios" .
Don José Bergamín.—Una Conferencia sobre "La decadencia
del analfabetismo".
Señorita María de Maeztu .—Una Conferencia sobre
"Los doce mejores libros ".
Una Conferencia sobre "Los libros que más han influído
en mi vida ".
Una Conferencia sobre "Impresiones de un viaje a
Cuba" .
Una Conferencia sobre "Exaltación emotiva ; el entusiasmo
; el amor" .


¡NO HAY CRIMEN PERFECTO!

Siempre quedan huellas después del crimen. Aunque se traten de borrar minuciosamente nada escapa a los ojos de una mujer de su casa.
Manolo y Reyes ya habían sido advertidos de que si no deponían su actitud, (dejar de jugar al baloncesto en el salón a grito pelado en la hora de la siesta) serían duramente castigados por su madre. Se quedarían sin chocolate y sin ir a la piscina. Pero, ay, reincidían, hasta que vinieron, atemorizados, a solicitar mi complicidad para ocultar el delito.. ¿Pero qué habéis hecho?- exclamé al ver como el Cola Cao se extendían en colinas infinitas por la encimera de la cocina.- Manolito me ha empujado sin querer...-
El delito era grave, la sanción estaba asegurada. La tarde de piscina peligraba. Aun arriesgándome a ser descubierto en plena faena, mientras los niños vigilaban en la puerta, yo como un poseso limpiaba el lugar de los hechos. No dejé nada al azar. Levante hasta la thermomix y la freidora, introduje la bayeta en los intersticios más recónditos, froté el suelo, incluso no olvide enjuagar bien el trapo para que no quedaran restos comprometedores. Todo quedó impoluto, aséptico, ingenuamente puro. Así debió resplandecer el mundo el primer día de la creación.
Cuando entró mamá en la cocina para preparar las meriendas era como si nada hubiese nunca sucedido. ¡Qué paz, qué armonía, qué sosiego!
A los dos minutos el sereno silencio fue abruptamente desgarrado: ¿Es que no se os puede dejar solos? ¿Quién ha hecho esto?
Nos miramos asustados. ¿Cómo nos había descubierto? Acudimos, apresurados, temblorosos. Como una Erinia señalaba los cajones. No veíamos nada. ¡Aquí, aquí! indicaba con mirada de lince. ¡Oh, Dios mío, quedaban restos de polvo de cacao en los tiradores!  Sólo un halcón se hubiese percatado. Pero una mujer limpia deja en pañales al mismísimo Sherlock Holmes. Ve la mota allí donde ojos ordinarios están ciegos.
Los niños me miraban conteniendo la risa, estuve a punto de estallar y tuve que escapar. -Encima no os riais- escuché- ¡Anda, vámonos, vámonos… antes de que tenga que castigaros…!
¡Uf! suspiramos aliviados. ¡Si tú supieras…! se decían los niños para sus adentros.
¡Al final nos habíamos salvados!

lunes, 10 de septiembre de 2012

La casa deshabitada

El sábado pasé por una casa ruinosa.
Nunca imaginé que pudiese ver esa casa semiderruida. Para el niño que fui, esas habitaciones inmensas, esos techos altísimos, esos patios umbríos, esas altas azoteas, eran eternas, como lo eran los padres, los abuelos, que siempre habían estado allí. ¿Por qué nada había de cambiar? Todo debía permanecer, porque todo estaba bien. Todo debía renacer cíclicamente como siempre florecía el jazmín leñoso que ascendía desde el jardín de abajo para perfumar todos los veranos. Ese jazmín cuyas flores flotaban en un cuenco de plata en la mesilla de noche o sobre la cómoda de la galería y dejaban un olor pesado, profundo, íntimo en la habitación cerrada. Ese olor que está tan unido a las noches cálidas en esa azotea  que cuando lo presiento, cierro los ojos y me transporto a unos atardeceres alegres, correteando por una casa habitada, con las sillas sacadas al fresco, donde los mayores toman un café y charlan de sus cosas mientras el niño juega o explora el desván polvoriento donde hay baúles con libros viejos, cortinas ajadas, braseros oxidados, y un sin fin de objetos en desuso llenos de misterio y polvo.
-¡Cuidado con mancharse !- Siempre nos reprenden-  ¡bajad ya, que ahí no hay más que cachivaches!. ¿Cachivaches? Habrá algo más emocionante que esos arcones donde reposan los sombreros viejos, botes de cristal, un microscopio de la antigua farmacia,  la bicicleta de hierro, la mecedora rota, las cajas de lata con estampas de primera comunión de Dios sabe quien, de fotos en blanco y negro sobre duro cartón con el sello grabado del retratista, donde esa niña vestida de blanco nos mira asustada desde lo alto de su caballito, con un gran sombrero y un lazo, o esas de bodas con la novia vestida de negro porque aún había luto en la casa por un padre que murió hacía ya tantos años...
Era la antigua casa de mi madre, donde cada Domingo, mis hermanos y yo tomábamos nuestra merienda favorita. Era la casa de mi abuela, siempre llena de aventuras y siempre inexplorada.
Se vendió hace pocos años. La crisis inmobiliaria paró la reforma y allí está esperando con el cielo por techo, entrevisto por los cristales rotos, polvorientos, que vengan mejores tiempos. Pero ya no será lo mismo. Ya no serán los nuestros.

viernes, 7 de septiembre de 2012

La perfección es circular

La maravillosa tarta de galletas y chocolate permanece en su molde de cristal ovalado dentro de la nevera.
Mi hijo se asoma impaciente: Ojú todavía no está terminada.
Si, ya debe estar- responde su madre.
Se cerciora incrédulo, mira de nuevo y, negando con la cabeza, grita: ¡Noo, todavía no se ha puesto redonda!

jueves, 6 de septiembre de 2012

¡BIEN!

Santa María... ¡Bien! Santa Virgen de las Vírgenes... ¡Bien!
Pilar, a sus tres años, ha encontrado su forma particular de responder a la oración. Le corrijo. Pero ella sigue, a su bola, cada vez más contenta.
Torre de David... ¡Bien! Torre de marfil... ¡BIEN!

miércoles, 5 de septiembre de 2012

Y puntos...

Pues si me equivoqué.
El único traumatólogo estaba ocupado desde hacía tres horas con una operación delicada.
La amable enfermera con una bata de dibujitos se disculpo. Ignoraba cuanto podía tardar aún. Pensé en regresar al día siguiente, pero me indicaron que los puntos deben realizarse antes de que los bordes de las heridas se deterioren.
Pues esto es lo que hay.
Y no es mala experiencia esperar en una sala rodeado de padres con niños en la misma situación, se crea una complicidad ante la adversidad. Cada uno es de su padre y de su madre, pero a todos nos une la criatura vulnerable que portamos en brazos. Uno con una herida en la mano, otro con un suero porque espera un posible diagnostico de apendicitis, aquella que se ha clavado un cristal, el otro  que se cayó de un columpio. Se ven tan indefensos, sobre todo a los padres, que se crea un vínculo de solidaridad con la humanidad doliente. Son los padres los que se ven impotentes ante el dolor de sus hijos. Una niña de cuatro años animaba a su madre, no llores mamá, que te pones muy fea- decía- ya no me duele…
Y aunque le dieron un número a cada niño, al poco ya los conocíamos por sus nombres…
Tras varios cuentos y besos, por fin llegó el médico.
Fueron pasando por turno cada lesionado e iban saliendo, ora con un brazo en cabestrillo, ora con un dedo vendado, una rodilla…
El traumatólogo, joven, que debía de estar cansado, no lo dejaba percibir. Con buen humor y mucho tacto embaucaba al niño. Yo no podía estar en el quirófano, y allí quedó mi hijo tumbado en una camilla, rodeado de médicos y enfermeras. -Te va a picar un mosquito-, oía yo tras la puerta,- avísame, y le clavaron la inyección anestésica. Un leve llanto se escuchó tras la puerta, que inmediatamente fue consolado.
Tardaron si, en atenderle, pero qué bien lo hicieron.
Salí agradecido. Santi, orgulloso con su tobillo vendado, explicándome lo valiente que había sido.
Bueno, el resto, visto y no visto: coche, casa; 10 minutos. Ducha, afeitado,  vestirse, peinarse, seleccionar y hacerse el nudo de la corbata,  calcetines, zapatos, cordones: 4 minutos. Con los  gemelos luché  como pude camino de la iglesia que, suerte, estaba cerca de casa.
Y llegue… a la comunión.  Pude escuchar las palabras emocionadas de los hijos desde el ambón y la hermosa Salve final que cantó el coro y elevar una oración de acción de gracias y de petición por la felicidad de esa familia veinticinco años más.
 Conclusión: tres puntos a mi hijo. Diez para el médico y el resto del equipo.

martes, 4 de septiembre de 2012

¡Corriendo pa urgencia!

Deberían hacer un abono con entrada preferente a los usuarios más fieles de las urgencias del hospital.
O bien unas zonas de "sírvase usted mismo" como cuando quieres envolver tu regalo en Decathlon o Ikea. (Ahí te las den todas, el paquete termina, no es Loewe, no, hecho un guiñapo). Pues algo así, a modo de pequeño quirófano de uso rápido donde se  tenga todo lo necesario para dar unas puntadas: aguja, hilo, tiritas, betadine, puntos de aproximación… para padres con experiencia. Desgraciadamente es mi caso. ¡Ay, Dios mío, cuando no es uno es otro! Un chocazo, una caída, un resbalón y corriendo a la casa de socorro. Qué susto ver a una criaturita propia chorreando sangre hasta que, uff…, se da uno cuenta de que, afortunadamente los niños son de otra pasta,  no llega la sangre al río. Hay quien en esos momentos ayuda con gran valor, como una que yo me sé, que huye, se tapa los ojos y mira desde lejos a través de las rendijas…
Sábado tarde. Todo preparado para asistir las bodas de plata de mi cuñada: la canguro localizada, la tortilla de patatas preparada para la cena, tapada con su plato, los pijamas de cada niño encima de su cama, sus pelis favoritas seleccionadas...Pero, ay, el hombre propone y Dios dispone: Santiaguito, a sus cuatro años, metió el pie en la rueda de la bici cuando veníamos de la piscina.
Lloraba a mares cuando veía la sangre correr. -Es que no he estado pendiente, papá- decía el pobre compungido. -Bueno ya no duele- trataba yo de consolarlo- No…- hipaba- pero me da mucho asco. Y era verdad, qué repeluco ver su piececito moreno hendido por el maldito radio. Y le abrazaba. Los hermanos alrededor en corro: ¡pobrecito, pobrecito…!
¡Pero qué le vamos a hacer, otra vez a Urgencias! Eran las cinco y media, y yo en bermudas y sin afeitar. La misa era a las siete. Llegué a casa como pude, con los niños, el herido y la bicicleta, dejé al resto de la peña, cogí el coche y me fui pitando. Tuve suerte, aparqué a la primera y no había gorrillas, (que no llevaba un duro, como suelo, y además con las prisas) Como me sé el camino de memoria entré directo. Lo encontraron rápido en la base de datos, es reincidente (una brecha en la ceja el día del Pilar del año pasado, justo cuando acudíamos a celebrar el santo de mi madre) Me asignaron el número 7454. -Bueno, esto no tardará mucho-pensé, no había excesiva bulla en la sala de espera. ¿Llegaré a tiempo al evento? Seguro que si, son las seis menos cuarto... ¿Qué si me equivoqué?...

Eso mañana, en la segunda parte...

lunes, 3 de septiembre de 2012

Mis lecturas de Agosto III

Releí también el tratado "Conciencia y Verdad" de Benedicto XVI de sus tiempos de cardenal.
Un resumen espléndido en: http://compostela.blogspot.com.es/2012/07/la-anamnesis-y-la-conscientia.html Fue Angel Ruiz el que tuvo la amabilidad de enviármelo en julio (si alguien lo quiere yo se lo remito a su vez) y lo leí, prometiéndome a mí mismo, hacerlo más pausadamente, y ahora ha sido el momento. No tiene desperdicio y toca los temas esenciales del hombre. ¿Qué es la verdad? ¿Podemos encontrarla? ¿Es todo relativo? ¿Somos culpables de nuestros actos?
El problema estriba en reconocer o no la existencia de una ley más allá de cada hombre. Si no se reconoce así, el problema no tiene solución. Se cae entonces en el relativismo más absoluto, en el subjetivismo puro que justifica, incluso, a los monstruos del nazismo que no habrían actuado culpablemente.
No me voy a detener más en este tema. Se necesitarían horas y tomos enteros para desmenuzar lo que da de sí el texto. Sólo animo a leerlo porque merece la pena.